Capítulo 9

460 44 10
                                    

Lilian

Fuimos a dejar nuestro equipaje al hotel Arbor City, donde hicimos una reservación con Sofía para alojarnos durante esta semana. Diego y Matías nos acompañaron para luego traernos a comer a un restaurante de sushi.

Pensé que cuando viera a Matías otra vez, él iba a rechazarme por haberle dejado de un día para otro sin darle siquiera unas explicaciones. Aunque nuestro reencuentro se haya llenado de preguntas y un par de lágrimas derramadas por mi parte, siento que aun no debo arruinarlo con la verdad del porqué sucedió todo.

Esperamos a que la camarera llegase con la comida, mientras nuestros amigos no paran de parlotear de lo increíble que es Londres. Miro a Matías con una sonrisa grabada en la cara, se ha dejado un poco la barba y el cabello largo que le cae por mechones por la frente, debe molestarle un poco porque cada vez que le veo esta peinándose el pelo para atrás, se ve diferente pero en estas pocas horas que he estado con él me ha demostrado que no ha dejado de ser el Matías de antes.

— Te has cortado el pelo — señala, me asombra saber que estaba analizándome de la misma forma que yo a él.

— Y tú te lo has dejado crecer.

— No he tenido tiempo para ir a un salón y cortarlo, el trabajo y la universidad me consumen mucho tiempo — se peina otra vez el cabello —. Probablemente me lo corte mañana — sonríe de medio lado.

Las mariposas de mi estomago empiezan a volar al verle sonreír de esa manera, siempre me ha gustado esa sonrisa que a la vez están dulce y seductora.

Él desliza su mano por la mesa para que nuestras manos se toquen, entrelazamos nuestros dedos y acaricia mis nudillos. Observo nuestras manos, me gusta que cada parte de nuestros cuerpos encajen a la perfección, como si hubiésemos sido hechos el uno para el otro. Levanto lentamente la mirada hasta toparme con sus labios, les he echado tanto de menos que en cualquier momento me lanzo contra él y le beso, pero algo dentro de mi me dice que no, ni siquiera sé que ha cambiado en su vida y si esta saliendo con esa chica rubia.

— ¿Qué ha cambiado, Matías? — pregunto. Sus dedos dejan de acariciarme pero se quedan ahí, él levanta la mirada y se encuentra con mis ojos llenos de dudas y miedo.

— ¿A qué te refieres? — traga saliva.

— A esto, a tu vida, a todo lo demás.

Abre la boca para hablar pero la camarera nos interrumpe y nos deja cada plato de diferentes tipos de sushi sobre la mesa. Sofía saca uno rápidamente y se lo mete en la boca, saboreando la comida con tanta exageración que nos hace reír.

— ¿De donde la has sacado? — pregunta Matías señalando a mi amiga.

— La encontré en el Servicentro, prácticamente la rescate de su aburrida vida — bromeo —. Aunque creo que he sido una mala influencia para ella ¿sabes que ha salido con Felipe y Jack? — Matías niega con la cabeza —. Una noche los presenté y se involucró de inmediato con Felipe, pero al otro día cuando ya había pasado de todo con él, ella le deja para salir con Jack ¡me lo puedes creer!

— ¡Alto caracol! Estoy aquí y yo misma puedo contar mis historias — me mira con el ceño fruncido.

— Lo siento — me río.

— En mi defensa, puedo decir que me gustan los chicos malos y Jack es uno de ellos, Felipe era demasiado bueno para mí.

— Entonces tienes solo la cara de santa — agrega Diego — quizás podríamos salir los cuatro a hacer un tour por la ciudad — dice con picardía.

Prometo amarte © | PA#3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora