Capitulo Especial. Fiebre gatuna.

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Antes de empezar con este capitulo especial y todo eso, quería decirles que este cap me surgió de repente y pues todo lo que pase en este cap no se va a incluir en la serie de caps anteriores y normales, es decir, no influirá en la historia y los personajes seguirán como están, no se alterara nada y en el siguiente cap la historia continuara normalmente. Espero que les guste este cap y nos vemos en el siguiente!!!

-Liz .) 

Hoy era el día, estuve esperando este día por meses desde que fue invierno y me compraron una nueva pistola de agua si, sonara algo infantil pero que le íbamos a hacer, amaba las pistolas de agua y nada ni nadie me impediría ir a la playa hoy.

  — Ya estoy lista, ¡Vayámonos!— dije prácticamente gritando y alzando las manos al aire, mi madre bajo con las cosas pero su cara lucia un poco diferente, el día anterior tenia una sonrisa de felicidad al planificar el viaje entero y ahora parecía como si no quisiese ir — ¿Que pasa Mami?—.

— Pues...  en realidad... hay un inconveniente—  dijo mi madre con una mueca en su rostro, deje mi equipaje en la entrada y la mire con el ceño fruncido.

  — ¿Y... Cual es? — dije preocupada, le toque el hombro a mi Mamá y ella miro hacia las escaleras, me estaba preocupando de mas y eso no estaba bien.

— Kaito... No se siente bien, no se si quedarme aquí a cuidarlo... Ve  tu creo que si lo haré— respire hondo y le sobe el antebrazo a mi madre.

— ¿Tan grave esta?— pregunte mirando a las escaleras, ahora si que había una razón para preocuparse.

— Tiene casi los 40 grados de temperatura, dime tu si esta grave— dimo mi madre echándose el cabello para atrás frustrada y entendía el porque, aquel necio no escucha a nadie.

*Flashback*

Un día antes del esperado, estaba tan emocionada que no podía aguantarme las ganas de salir corriendo, era de esos días donde no me podía aguantar y casi tenia ganas de vomitar así que abrí la ventana de mi habitación y ahí vi a un pequeño gato negro sentado en la barda que teníamos en mi casa.

No me hizo falta adivinar para saber que era Kaito el que se encontraba ahí — Ptssss Kaito, ¡Oooye!— el gato volteo y me miro fijamente, por un momento pensé que era un gato común y que solo estaba hablando sola como una loca — ¡Ven aquí ahora! Te resfriaras— el gato vino hacia mi ventana y me miro fijamente, tanto que no pude evitar sonrojarme.

— No quiero, estoy mejor aquí afuera— puse mis manos como jarras y achine los ojos.

— No esta a discusión, debes entrar, ¡Obedece me!— dije seria y el gato se dio la vuelta y se fue de nuevo a la pared.

— No me puedes obligar— dijo y salto hacia la calle echándose a correr, me lo pensé dos veces antes de hacer la tontería de ir por él cosa que no quise hacer.

— No tienes remedio, has lo que quieras— dije al aire y cerré la ventana con violencia, me ponía de los nervios cuando se comportara de esa manera.

*Fin del Flashback* 

Subí las escaleras y cuando salí de mi trance ya estaba en frente de la puerta de la habitación de Kaito, abrí una rendija y ahí estaba él en su cama, tosía como nunca y se revolvía en la cama cada tanto.

  — Eres un idiota.. no me hiciste caso y ahora yo...— me gire y encontré a mi mamá con una cara de lastima, le hice una mueca y después hable — Yo lo cuidare, ustedes diviértanse— dije con una sonrisa de lastima y ella me a devolvió con un gesto de sorpresa.

  — ¿Estas segura de esto hija? Tu eras la principal que tenia ganas de ir... no te puedo hacer esto— dijo mi madre y luego la puerta de la habitación se abrió por completo y un cuerpo se recargo en mi, mis nervios se pusieron en alerta gire mi cabeza y me di que solamente era Kaito que parecía zombie así de enfermo.

— No... Se preocupen por mi... Yo... se cuidarme solo— rodé los ojos ante la situación.

— ¿Quieres que te demuestre que no estas bien y que no seras capaz de cuidarte solo?— dije y me aparte, él casi cae de no ser porque mi madre y yo lo sostuvimos — Me desobedeciste y ahora sufres las consecuencias de tus actos— él me miro con algo de picardia y me sonrió de lado.

— Pareces mi madre cuando hablas de esa manera, pero cambiando de tema, yo quiero que vayas, me estuviste causando un dolor de cabeza toda esta semana alardeando de que irías a la playa y ahora quieres quedarte a cuidar a un necio que esta enfermo, eso no lo voy a permitir— fruncí el entrecejo.

— Pues tu no me dices que hacer, ayer me desobedeciste y mira en lo que te metiste, si no cuido de ti te podrás mas grave, ni hablar no voy a ir, me quedare aquí te cuidare te guste o no— dije con la mirada mas seria que pude ofrecer. 

  — Bien, bien... Me rindo— mi mamá, quien estaba al margen de la conversación echo una pequeña risita y los dos volteamos a verla.

— Nada, nada— dijo ella haciendo un ademan que le quitaba importancia al asunto — Bueno, que se diviertan— dicho esto ella se fue dejándonos solos, luego de eso la puerta principal se cerro dejándonos completamente solos.

— Ve... a recostarte, yo te preparare un sopa caliente para que te sientas un poco mejor— dije y lo devolví a la cama, cosa que se me dificulto porque él me agarro de la cadera y caí a la cama junto con él.

Se puso en cima de mi y me miro directo a los ojos y yo trague pesadamente y él me sonrió pero débilmente.

  — ¿Sabes que me haría realmente bien? Que te quedaras a dormir conmigo— dijo y luego se dejo caer sobre mi me queje un poco, y intente apartarlo pero era inútil así que me quede ahí mientras él dormía plácidamente en cima de mi.

Sin darme cuenta yo también me quede dormida...

Habia terror, había caos... Unos ojos rojos me miraban y una risa malévola se reía de mi en mi propia cara. —¿Te crees fuerte Princesa? ¡Yo te enseñare lo que es ser fuerte!— grito, una imagen de Kaito siendo perforado por un tronco puntiagudo vino a mi mente y en ese momento me desperté, tenia sudor por todas partes y mi pecho subía y bajaba demasiado rápido.

  —¡Kaito!— me sobre salte y Kaito abrió la puerta casi a rastras pero había venido lo mas rápido que pudo, lo mire y mis lagrimas comenzaron a salir sin previo aviso y me baje de la cama para abrazarlo y comencé a llorar desconsoladamente.

— ¿Que es lo que pasa? Ya esta todo bien, solo fue un sueño...— dijo acariciándome el cabello, yo negué con la cabeza repetidas veces porque estaba mas que segura de que no fue un simple sueño sino que era una visión del futuro, un futuro que no iba a permitir que pasara.

— No fue un sueño Kai... Hay que ponernos alerta, él esta cerca— dije y él abrió los ojos haciendo que la oscuridad iluminara sus ojos verdes a tal grado que pude ver la diferencia — Kaito... que te paso...—  me aleje de él y me cubrí la boca.

Sus ojos estaban completamente verdes y solo había una linea que podía hacer notar que era un ojo lo que tenia ahí, sus orejas humanas habían sido remplazadas por unas de un felino autentico y también tenia cola.

— Me pasa solo cuando estoy enfermo o cuando estoy apunto de morir, a mi padre le sucedía— dijo agarrándose la cola de gato, me volví a acercar a él y le tome la cara entre mis manos.

— Aun así me gustas y nunca dejaras de gustarme, y créeme que si mi visión es cierta, no voy a permitir que te hagan daño, siempre seras mi prioridad ante la mayoría de las cosas—   dije y me acerque para besarle pero él me detuvo poniéndome su mano que cubrió todo mi pequeño rostro.

  — Me ganaste todo lo que iba a decir, pero a pesar de que seas mi ratera favorita, no puedo dejar que te enfermes también— dijo y me dio un beso en la frente, mire hacia abajo y me di cuenta de que no traía nada de ropa, ¡ni siquiera ropa interior!.

— ¡¿Que estas haciendo así, desnudo?!— dije retrocediendo y él empezó a reír a carcajadas — ¡Ponte algo de ropa!— me cubrí los ojos.

— Desde que subí he estado así, pensé que te habías dado cuenta— dijo con gracia en su voz, quise fulminarlo con la mirada pero no quería descubrirme los ojos, los descubrí hasta que me asegure de que se había puesto algo de ropa.

Después de eso cuide de Kaito y permaneció enfermo el resto de la noche y medio día después, nos dimos cuenta que había mejorado cuando las orejas, los ojos y la cola de gato habían desaparecido. 

The Cross City. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora