Kaito's POV.
Caminaba sin rumbo alguno por los pasillos solitarios de la escuela, no podía creer lo que acababa de ver, me sentía traicionado y a la vez tonto. No pude ser capaz de que Imai se olvidara de Ren, ¿Y como podría hacerlo si desde el inicio él se debió quedar con ella? He fallado, ella va a matarme, me hará polvo y mis sentimientos dejaran abandonada a Imai. Espero que ella logre ser feliz con Ren, ya que ninguno de los dos volverá a ver a la persona que mas ama en este mundo.
—¡¿Kaito?! ¡Espera!—la voz de Ayumi hizo que me detuviera y mi vista dejara de parecer de un muerto, me gire poniendo una sonrisa. La chica corrió hasta mi tomándome del brazo y acariciándolo, la aparte con dulzura y ésta me sonrió —¿Porque de repente no eres grosero conmigo? ¿Es por esa escena romántica que viste de Imai y Ren? Que bien suenan esos nombres juntos ¿No crees gatito?...—mi mundo se puso de cabeza al escuchar que su tono de voz había cambiado...Esa voz...
—¿Que es lo que quieres? He fallado, ya me puedes matar—una risa salio de su boca y me miro divertida —No, no, no mi cielo, aun me sirves mi pequeño... no dejes que los celos te consuman solo hay que... darle una probadita de lo que ella ha hecho y luego ¡Ta da! Ella estará acabada y podremos vengarnos...— la voz sonaba divertida y sabia que lo estaba, todo esto le fascinaba como si no hubiera mañana, ella quería todo esto, ella buscaba todo esto desde el principio y yo le seguí el juego.
Mas tarde me fui con Imai a casa reflexionando de todo lo que me había dicho mi madre.
MAS TARDE: Imai's POV.
La noche había reinado al transcurrir el día y mi cama era el único aliado que me quedaba y que definitivamente no me iba a traicionar. Me puse el pijama y me acerque a paso lento visualizando me recostada y olvidando cada uno de mis problemas. Pero aun no era tiempo, cada día, un informante me mandaba un reporte de la situación actual en Cross City y era obligatorio, tenia que verlo para mantenerme al tanto, hasta ahora nada nuevo.
Tome la pequeña esfera que se ilumino a mi tacto, ésta era cómplice de los mensajes que enviaba y que recibía. Kaito había salido en cuanto llegamos a casa y aun no regresaba por lo tanto me encontraba completamente sola.
Un ruido capto la atención de todos mis sentidos, el extraño ruido provenía del pequeño gimnasio que se había montado mi padre en uno de sus ratos libres. Me encaminé hacia allí dejando la esfera en mi mesita de noche, en mis manos apareció un cuchillo con lo que me era mas fácil asustar al pequeño ladrón que se excluía por ahí. Tome aire al encontrarme frente la puerta del pequeño gimnasio y abrí la puerta lentamente, en el interior me di cuenta que estaba iluminada tenue por una lampara de gasolina que se encontraba a un metro alejada de una silueta humana que raramente alzaba unas pesas enormes con una sola mano, se encontraba acostada por lo cual no pudo distinguir mi figura.
— ¿Qué es lo que buscas aquí?— dije amenazante pero sin alzar el cuchillo que sostenía firmemente en mi mano derecha.
La persona se sobresaltó, claramente no era un humano, se asustó tanto que lanzo las pesas hacia arriba haciendo que estas volaran por el pequeño cuarto. Las pesas estaban cayendo justo hacia mi, no me dio tiempo ni de crear un campo de fuerza que remplazara el cuchillo, di un grito ahogado intentando protegerme inútilmente con mis brazos cruzados.
Un cuerpo robusto a mi parecer, se había interpuesto entre las pesas y yo, haciendo que las pesas cayeran en su espalda y él hiciera una mueca de dolor cayendo en cima de mi y amortiguando el golpe. Mis ojos se cerraron con fuerza, los abrí lentamente y me encontré con los ojos cobrizos de Ren. Quien me miraba burlesco pero sin quitar la expresión de dolor en su rostro.
— Si te distraes de esa manera en una batalla, ten por seguro que ya no habrá mas princesa en Cross City— las pesas aun seguían en su espalda evitando que me hiciesen daño a mi.
— ¿Ren...?— dije con sorpresa al percatarme de que era él el intruso misterioso— ¿Que estas haciendo aquí?— .
Él se quejo de nuevo y le quite de encima las pesas pero no se movió de en cima mio, sus ojos se clavaban en los míos como si quisiesen trasmitirme un mensaje. Su torso estaba desnudo y eso me di cuenta de que estaba de esa forma ya que había humedecido mi pijama con su sudor. También me di cuenta que tenia unos ligeros cuernos asomándose por entre el cabello.
— ¿E,estas bien?— estaba comenzando a ponerme nerviosa y como no lo iba a hacer si lo tenia recostado semi-desnudo sobre mi.
— Solo estoy agotado— su voz salio claramente ronca como si estuviese adormilado. Su respiración era ligeramente acelerada ya que estaba haciendo ejercicio.
— No me respondiste antes...— dije esta vez susurrando, su cuerpo se removió en cima del mio y pude notar que se acurrucaba en mi cuerpo, como si fuese una cama cómoda.
— Kaito me pidió que viniera, dijo que saldría y no te quería dejar sola— Hundió su cabeza en mi cuello haciendo que su respiración chocara con mi cuello.
— Vamos adentro, te puedes dar una ducha y te quedas a dormir— dije con mi voz entre cortada, sentí como si mis palabras fueran la pura gloria para él, se levanto y me tendió la mano para ayudarme a hacerlo.
La tomé y cuando estuve de pie, él me observo con diversión. Estaba casi empapada por su sudor.
— No te atrevas, esto fue culpa tuya, pudiste avisar que venias— dije molesta, apuntándole con el dedo indice acusándole.
Entramos a la casa y encendí todas las luces, quedando la casa como si fuese de día.
— Voy a cambiarme, supongo que trajiste ropa...— mis palabras quedaron en el aire cuando el negó con la cabeza. Rodé los ojos y subí las escaleras directamente hacia mi habitación donde recordé que Ren había dejado algo de ropa el día que salimos con mis amigas.
Él venia tras de mi, le aventé la ropa cuando la encontré y él la atrapo sin vacilar. yo me cambie el pijama por una ropa cómoda con la cual podía dormir cómodamente. Cuando salio de ducharse tenia la habitación de mis padres lista.
—Dormirás en la habitación de mis padres, la dejé lista si quieres puedes...— me vi interrumpida cuando el chico de mechas rojas trasladaba sus cosas de la habitación de mis padres a la mía.
— ¡¿Que estas haciendo?!— dije observando como deshacía todo lo que había acomodado para él.
— Voy a dormir contigo, ¿Que mas?— dijo con simpleza y encogiéndose de hombros, guarde todo el aire contenido de las palabrotas que merecían ser dichas pero que sin embargo no las pronuncie.
Avance hacia mi cama donde todas las cosas de Ren estaban tiradas y comencé a agarrarlas y aventarlas a sus pies. — No dormirás conmigo Ren, no— dije duramente mientras lo fulminaba con la mirada, me encontré con sus ojos que parecían de perrito abandonado en este preciso momento.
Rode los ojos al ver que estaba ganando — Esta bien, pero no dormirás conmigo literalmente, busca en aquel cajón, debe de haber una colchoneta, la extiendes y te aplastas— dije repitiendo la misma palabra que me decía mi abuela cuando era niña, costumbres viejas, rió un poco al notar la expresión y se dedico a buscar la dichosa colchoneta, algo me decía que la noche iba a ser interesante.
Por fin, siento la tardanza pero estuve muy ocupada por lo que no me dio tiempo de publicarlo antes pero bueno, aquí esta.
Gracias por leer .)
LIZ.
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The Cross City. [Terminada]
FantasyImai es una chica normal con una vida normal, atrapada en una vida falsa creada por sus progenitores. Su verdad es mucho mas cruel y despiadada, tiene prohibido enamorarse de las clases bajas, es una regla. Pero ella jamas fue muy fan de las reglas...