No es suficiente

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El jardín de la casa de Lottie no era muy grande, alrededor habían varios tipos de flores, una banca con techo y una mesa casi cerca de la puerta trasera donde se encontraban Aaron, Lottie y Theo. La tensión en el ambiente era muy obvia, Aaron no aceptaba a Theo y Theo creía que Aaron sobreprotegía a Lottie, en cuanto a ella, pensaba que ambos algún día podrían aceptarse, mientras tendría que separarlos a cada minuto. Sin embargo, con la llegada de Danvers las peleas se habían ausentado en un ochenta por ciento.
-Mis días de libertad han acabado -dijo la chica jugando con la cucharita del café, esa era la tercera taza desde que su padre salió por la puerta principal.
-La única opción es que salgas con Theo. Lo cual no la estoy considerando -respondió Aaron enseguida.
-Por si estás ciego, sigo aquí. -El ojiazul frunció el ceño- Siempre puedes usarme de pretexto, Lottie. Es decir, puedes decir que saldremos pero en realidad no estarás conmigo.
-Tengo que aceptar que es una buena idea, sigue así pequeño y ganarás mi confianza.
-De nada, Aaron. -Sonrió triunfante y se recargó en la silla, casi hundiéndose en ella.
-Chicos, eso no va a funcionar.
-Además tu padre ha dicho que se va, no creo que vaya a volver -el enfermero le quitó a Lottie la taza de café, era demasiado para un día, ella lo miró confundida.
-No nos alarmemos, esperemos los días que indicó y si aún no se marcha, podemos llevar a cabo el plan.
La pelirroja asintió sin decir más, aún seguía asustada por el hecho de que la persona que más temía en el mundo estaba otra vez en su vida.
-Bien, me marcho. Llámame si me necesitas, Lottie. -Se inclinó a besar su sien con la misma dulzura que él tenía con ella desde hace años.
-Lo haré, gracias por todo Theo -lo miró totalmente agradecida, ni siquiera se imaginó lo que su padre le hubiese hecho sin él a su lado.

Aaron miró a su hermana adoptiva, parecía indefensa, triste y sin ánimos, no le preguntó lo que su padre le dijo, no era el momento para eso porque seguramente quería olvidar todo. Prefirió tocar otro tema que le hiciera sonreír.
-¿Le escribiste a Cameron? Podría estar desesperado porque su "mejor amiga" no está respondiéndole -sonrió al mirarla.
-No recuerdo haberte mencionado su nombre alguna vez...
-Oh, es que lo escuché cuando te llevé la cena anoche.
-A veces me sorprendes, te enteras y estás en todo -la chica rió por lo bajo y tomó el móvil entre sus manos con los brazos apoyados en la mesa.
-Lo sé, pero no siempre lo sé todo, bonita. Te dejo para que hables con él.
Aaron desapareció rápidamente y leyó los mensajes que Cameron le había dejado.

Cameron Duncan

Me debes como una semana de Netflix, tres llamadas y posiblemente una videollamada, Char.

Lottie soltó un par de risas con aquel mensaje, era muy lindo de su parte que siempre le escribiera aunque ella no estuviera.

Cameron Duncan
En línea

¿Por qué la mayoría de las veces que voy a escribirte me apareces en línea en segundos? ¿Acaso me espías, Ron?

Es una casualidad o tengo un poder especial, nena.

Le voy a la casualidad.

¿No habrá algún momento en el que me dejes ganar?

¡Nunca!
Hola, me llamo Charlotte y llegué a tu vida para molestar.

Para mi te llamas Char. Y no, nunca molestas. Creo que no ha quedado claro ese punto.
¿Estabas ocupada?

Hmmm, algo así.

¿Con Theo?

Cameron preguntó sin importarle lo que era pensara, a este punto de su relación de amistad ella tendría que saber lo celoso que se ponía cada vez que la imaginaba riendo con alguien más cuando él no podía hacerlo frente a frente.

Kilómetros [En pausa y en edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora