Cambios

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Esa noche era especial, el mundo de Lottie comenzaba a pintarse de colores, el blanco y el negro poco a poco se iban desvaneciendo para abrirle paso a algo nuevo sin importar los obstáculos que vinieran con ello. Los pequeños cambios siempre hacen bien y ella sabía que las cosas pasan por algo, aún cuando las razones le eran desconocidas.

En cuanto a Cameron, la pelirroja estaba cambiando su vida por completo, veía a su mejor amigo Alexander en casa, pasaba un poco más de tiempo con su familia y se dedicaba a platicar con su hermana a cada minuto que podía, era tan extraño que no lograba comprenderlo, después de todo, el amor hace que las personas cambien, y él estaba cambiando para bien.

-¡Cam! No sabes cuánto me he aguantado para darte la noticia. -La chica se recargó en el respaldo del asiento en su habitación, por primera vez en la vida Cameron la vio tan feliz que le contagió la sonrisa.
-Hola, bonita -saludó acomodando la pantalla para que ella pudiese verlo bien-. ¿Qué ha pasado?
-Mi madre, Cam, mi madre movió la mano -se mordió el labio al escucharse decirlo en voz alta por segunda vez, ahora no sonaba tan emocionante pero seguía siendo igual de importante-. Sé que no es un gran cambio pero es que ella no ha movido un solo dedo en al menos un año...

Cameron deseó rodearla con sus brazos y besarle la frente, mierda.

-Si eso es todo para ti, lo es para mí también, por ahora pudo mover la mano, mañana podría mover el brazo por completo -le sonrió y notó en el rostro femenino un signo de esperanza.
-Eres mucho más optimista que yo, y no eres su hijo -bromeó alejando la tensión de su mente en cuanto a las posibilidades.
-No soy su hijo, soy su futuro yerno -él le guiñó el ojo y Lottie enarcó una ceja antes de bajar la mirada entre leves risas.
-Dile eso y estás muerto. Mamá no me dejaba tener novio, te lo advierto.
-Puedo ser la excepción, ¿no crees? Además, puedo ser tan ángel como tú, pequeña -le envió un ícono de un diablito que el Skype tenía disponible.
-Lo dudo, pero yo si te aceptaría -respondió Charlotte devolviéndole el ícono, el mismo.
-Entonces no somos polos opuestos, en realidad somos extraños. Pero espera... Hay una ventaja.
-¿Cuál? -se ató el cabello con una liga negra y se acercó unos centímetros a la pantalla.
-La distancia. Es decir, no tenemos las mismas oportunidades que cualquier pareja, lo cual es reconfortante para los padres, sabes a lo que me refiero.
-¡Cameron! -exclamó cubriéndose elrostro con las manos al reír.
-¿Qué? -la acompañó con el mismo ánimo-. Sabes bien que es cierto.
-Sí, retiro lo dicho. Eres un buen partido. Pero, ¿por qué estamos hablando de tener una relación?
-Porque yo lo mencioné.
-Uhm, sí.
-¿Crees que una relación funcione a distancia? Nunca he hecho algo como eso.
-Yo menos -le respondió, tan dudosa como él.
-No podría abrazarte, no podríamos estar juntos, tampoco podría besarte, ni hacerte todo lo que tengo en mente -susurró Cameron mirando fijamente la pantalla, su chica estaba demasiado ruborizada como para responder por lo que él prosiguió-. Pero tampoco quiero un vida en la que tú no estés, me bastaría con saber que eres mía.
-Podemos intentarlo -sonrió al reponerse de la ola de sinceridad.
-No, espera. Se supone que somos una pareja normal, por eso haré las cosas bien.
-No estoy entendiendo absolutamente nada, Ron. A veces eres más complicado que yo... -cedió a la risa contenida.
-No necesitas entenderme, preciosa. Soy un chico complicado -rió con ella alborotándose los rizos y luego echó un vistazo al reloj en la laptop, aún era temprano.
-Esperó que mamá despierte algún día -no fue su intención regresar al tema de su madre pero en esos días el asunto tan complicado le daba mil vueltas en la cabeza.
-Lo hará. ¿Confías en mí? -preguntó la persona que se encontraba desde el otro lado de la pantalla.
Charlotte solamente sonrió.

● ● ●

Madge estaba muy tensa, una de sus manos se aferraba con fuerza a la orilla de la mesa, donde buscaba apoyo para no insultar a su hermano mayor que se encontraba frente a ella con el ceño fruncido. La visita fue tan inesperada como lo que le pidió hace unos minutos. El hombre se tomó la libertad de darle órdenes a su hermana menor de la misma manera en que lo hizo años atrás antes de desaparecer. Estaban solos en aquella parte de la casa porque su hijo se quedó a dormir en casa de Charlotte con el pretexto de que quería recuperar el tiempo perdido con ella, aunque Madge sospechaba que Demian la encubría en algo.
-No te estoy dando más opciones. Si no lo haces ahora que te lo estoy pidiendo amablemente, buscaré el modo de hacerlo de la forma que menos te gustará. No quiero que sigas visitando a Westie. Está dicho -asentó con brusquedad el vaso de agua haciendo que el cristal resonara contra la madera.
-No tienes ya ningún derecho sobre ella, no haré lo que me pidas no esta vez. No quiero volver a escucharte con la misma canción, ya estoy cansada y ahora te invito a salir de mi casa, tengo cosas por hacer -el rostro de Danvers reflejó odio y desprecio, tal parecía que la mujer con la que hablaba no era su hermana, a veces la sangre no significaba unión, lo que unía a las personas era solamente el corazón.
El hombre tomó las llaves de su camioneta sin pronunciar una sola palabra y se dirigió a la puerta cerrándola con fuerza, por lo que Madge se sobresaltó. Ella agarró su celular enseguida y marcó a un número conocido.
-Hola, soy Madge, necesito que me consigas los papeles de mi sobrina enseguida, todos. También quiero una copia del documento falsificado en el que Danvers se quedaba con su custodia. No, es todo. Tráelo en cuanto puedas. Muchas gracias, hasta luego.
Colgó y tomó asiento, lo único que podía hacer era esperar.

● ● ●

Madre e hija se encontraban en la cocina encargándose de la cena, por un lado habían frutas y por el otro una mezcla de hot cakes en proceso. La señora Duncan mantuvo la mirada en el bowl donde añadía los ingredientes y se atrevió a soltar una pregunta.
-Camille... -habló con cautela para no tomar a su hija por sorpresa.
-Ya en poco acabo de cortar -se apresuró a responder.
-No, no es eso. ¿Has hablado con la chica de quien tu hermano tanto se preocupa?
La hermana de Cameron se tomó un momento para pensar.
-No, pero no tienes que preocuparte, mamá. Ella parece una buena chica. -Su hija se acercó a ella y le dio un suave apretón en el hombro para quitarle la preocupación, aunque no fuera así.
-Es que he visto a Cameron muy cambiado, fue como si le devolvieran algo que ni yo había notado -quitó el bowl de la batidora y vació el contenido en una jarra para comenzar a hacer los hot cakes.
-Que bueno que no soy la única que lo notó. Creo que mi hermano tenía una vida muy monótona y ella sólo movió su mundo un poquito -Camille dejó el cuchillo en el lavabo al haber terminado.
-Me preocupa que mueva tanto su mundo que todo acabe y que no pueda adaptarse otra vez a la realidad. Cameron parece ser un chico fuerte, pero tiene un corazón muy frágil, Cami.
-Todos tenemos un corazón frágil cuando se trata del amor -se encogió de hombros para quitarle importancia a lo que acababa de decir, no quería que su madre le preguntara sobre su vida amorosa, tampoco deseaba recordar a Scott.
La mujer asintió y dejó el tema en paz. Debía aprender a no sobreproteger a sus hijos pues cada uno aprendería de los errores con el paso del tiempo.

● ● ●

Theo Hanks
Lena, me estoy dando por vencido.

Helena Brooks
Si quieres a mi mejor amiga, lucha por ella. Además estoy segura que con lo que está pasando, necesitará de ti.

Theo Hanks
Ella no está enamorada de mi. Se acabó y al parecer ese tal Cameron es mucho mejor que yo.

Helena Brooks
No sé qué decirte, Theo. Sólo que luches hasta el final.

Theo Hanks
He cambiado, estar lejos me sirvió de mucho, nunca quise irme de su lado.

Helena Brooks
Eso lo sé, no dudo que te hayas dado cuenta, pero lo hecho, hecho está.

Theo Hanks
Cameron vive lejos, no podrá darle lo que yo. Quizás si la quiera más que yo porque suelo ser un imbécil, pero ni siquiera podrá abrazarla o mirarla.

Helena Brooks
Tú tuviste esa oportunidad y de nada sirvió. Si quieres hacerla cambiar de opinión, te recomiendo que no digas eso frente a ella, lo arruinarás.

Theo Hanks
Intento, créeme que intento, Lena.

Kilómetros [En pausa y en edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora