Capitulo 3

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Mama se encuentra en la sala. Voy hacia ella y la saludo. No teníamos una relación muy buena. Pero tampoco era tan mala. Teníamos nuestros días.

-Liz, ya ha llegado el sobrino de Eric- Él era su nuevo marido. El papa de mis 3 hermanos menores. La semana pasada en la cena comentaron que su sobrino estaría en esta casa por un tiempo. Hasta que se acostumbrara a la ciudad y consiguiera departamento. Eso dijeron, pero estoy segura de que su papa, hermano de Eric, no quiere que su hijo este solo, ya que según lo que dijo, su madre los abandono cuando era solo un niño y siempre ha estado con su padre.- Y Ana llegara dentro de un rato, por la cena de bienvenida.

- Bueno mamá. Voy a bañarme rápido. Aunque falte un rato para la cena lo mejor es que esté lista cuando llegue Ana.

Me dirijo a mi cuarto, pongo buena música mientras preparo todo para bañarme, no suelo tardarme mucho por lo que al poco tiempo ya estoy eligiendo que ponerme. Me decido por un jeans ajustado y una camisa holgada. No soy de las típicas gorditas que se visten como señoras mayores, pero tampoco de esas que usan todo ceñido al cuerpo. Trato de ser lo más normal posible.

Cuando ya estoy casi lista irrumpen en mi habitación, Ana, ella es hija de Eric. Tiene la misma edad que yo, nos llevamos excelente. Pero lamentablemente ella aún vive con su madre.

-¿Tanto te cuesta golpear? Menos mal que ya estoy casi lista.- Ya no me enojo estoy acostumbrada a que haga eso.

- Me cuesta, me cuesta mucho. Ya lo sabes.

- Oh cállate perra.

- No me digas perra, idiota- Así eran nuestras conversaciones.- Y apúrate que ya están por servir la cena. Mi primo ya bajo.

- ¿Puedes creerlo? Yo aún no lo conozco.

- Puede que sí, esta mañana fue a la universidad.

- ¿Va a mi universidad?

- Si Liz, ¿Puedes apurarte?- Pregunta mientras yo solo pongo rímel en mis pestañas y agrego un poco de color en mis labios.

-Ya estoy lista, vamos.

Cuando llegamos al comedor siento que me falta el aire al ver quién es el primo de Ana. Empiezo a toser haciendo que todos giren a vernos entrar.

-Liz, ¿Estas bien? - Pregunta Ian, el más pequeño de la casa.

- Si amor. -Le respondo, amaba a mis hermanos con mi vida a pesar de todo. Tenía que ser un ejemplo al ser la mayor, o eso es lo que me decía mi madre siempre.

- Oh, Liz él es mi sobrino. James ella es Liz, mi hija. - Dice Eric. Él siempre me considero su hija, pero yo a él no como mi padre porque a pesar de todas las cosas que hizo, amaba al mío.

¡¡Mierda!! Por un momento me olvide de que él estaba aquí.

-Hola James. -Digo sintiéndome más nerviosa que nunca.

-Hola -responde James, y en ese momento entra María con nuestra comida, ella era una de las mujeres que trabajaban en la casa, es una excelente persona. Tiene una hija, Julia, pero ella no se parece en nada a su madre, es una arpía.

Nos acercamos a la mesa y Ana se sentó al lado de James mientras el único lugar que quedaba era al frente suyo. Cenamos mientras mis hermanos peleaban, mi madre y Eric hablaban de lo que pasó en sus respectivos trabajos, ambos trabajaban en la empresa que dejo mi Abuelo y Ana junto a su primo hablaban de cosas que no entendía. A pesar de que Ana quería incorporarme en su conversación, James solo me ignoraba. Por lo que decidí terminar de cenar y volver a mi habitación, sin importarme que luego mi madre me reprendiera por ser mal educada, bla bla bla...

Lo primero que hice al entrar a mi habitación fue poner música, amaba escucharla y odiaba no tener una buena voz. Luego decidí avanzar en el trabajo que tenía que hacer con James ya que lo demás lo hice con Lucas. Hice una gran parte hasta que vino Ana a despedirse diciendo que el sábado saldríamos y al rato me fui a dormir.

La semana paso rápido, realizando la misma rutina. Solo que ahora James estaba en mi vida pero sería igual a que no estuviese. Me ignoraba completamente, tampoco es que yo hacía un esfuerzo por entablar una conversación. Pero a pesar de que me ignoraba sentía su mirada todo el tiempo. Y era fácil de saber que él me miraba, porque todo mi cuerpo reaccionaba. Eso me enojaba ya que nunca me paso algo así con alguien. Y menos con una persona que no hacia ni por hablarme cuando desayunábamos, almorzábamos, cenábamos o entrando a cada uno a nuestras respectivas habitaciones. Solo una vez me hablo en la clase de Matemáticas por el trabajo que debíamos presentar. En esa clase lo ayude a que entendiese lo que había realizado en el trabajo por si el profesor preguntaba.

Cuando me di cuenta ya era sábado y como dijo Ana hoy salimos. No es que tengas muchas ganas, pero solo ganaba que tuviésemos una discusión y terminara aceptando ir. Por lo que decidí evitar esa parte y solo aceptar en respuesta a su mensaje de "recordatorio".

Coincidences Of FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora