Capitulo 45

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-Bueno... ¿Qué piensas del lugar? -Pregunta James, en cuanto nos sentamos en la sala, sin dejar de mirar todo a su alrededor haciendo notar que se encuentra muy emocionado con todo esto.

-Es hermoso James. ¡No puedo creerlo! Joseph y Eric hicieron un excelente trabajo.

-Tienes claro que ellos no lo eligieron, ¿verdad? -Dice sonriendo burlonamente.

-¿Cómo? -Pregunto confundida.

-Estoy cien por ciento seguro de que la secretaria de Eric fue quien busco esta belleza -Palmea suavemente el respaldo del mueble mientras habla para enfatizar su punto.

-Oh... -Digo analizando lo que dijo, porque ahora sé que tiene razón -Bueno, debemos agradecerle por su excelente elección.

-Es su trabajo, linda -Sonríe y me da un pequeño beso en mi cuello -Nos hemos desviado del tema...

-¿Quieres un café? -Pregunto tensándome con mis nervios de punta -¿Crees que habrá? Yo si quiero uno, iré a ver.

-Nena, ven aquí -Dice intentando tomar mi mano pero antes de que él pueda hacerlo yo ya estoy caminando hacia la cocina.

La verdad es que trataré de posponer esta conversación tanto como pueda. Y si se preguntan el porqué, es fácil y sencillo, aún no sé qué carajos debo hacer.

Me toma varios minutos poder entenderle a la cafetera, pero en cuanto lo hago sirvo el café en dos tazas.
Estoy tan concentrada en lo que hago que nunca me percato de que James está apoyado en la encimera del frente por lo que me llevo un susto de la mierda en cuanto lo veo.

-¡James! -Chillo, afortunadamente estoy buscando el azúcar y no llevando las tazas sino esto sería trágico.

Él sigue sin decir nada, solo me observa detenidamente, con sus brazos cruzados sobre su pecho y sus piernas también cruzadas lo que lo hace verse mucho más sexy.

-Tú quieres con azúcar, ¿verdad? ¿Tienes idea de donde puede estar? Porque no la encuentro... -Digo torpemente tratando de distraerlo porque odio que haga eso. Me conoce demasiado o yo soy estúpidamente transparente -no lo sé- y sabe que algo me está pasando.

Camina unos cuantos pasos hasta posicionarse frente a mí pero no se detiene hasta que mi trasero de encuentra pegado a la encimera en la que preparaba el café, sin dejar de mirarme abre una de las puertas que se encuentran por sobre mí cabeza y me pasa uno de los frascos en el que tiene escrito "Azúcar" en grande.

-Debemos felicitar de verdad a la secretaria, se encargó de absolutamente todo -Sigo divagando como idiota pero él aún no deja de observarme y ha vuelto a cruzar sus brazos.

Piensa Liz... ¡Piensa!

Unos segundos después lo tomo de la cintura y esta vez lo dejo a él con el trasero pegado a la encimera.

-Puedes... Jodidamente... Dejar... De... Hacer... Eso -Digo entre besos regados en su cuello.

¡Si esto no funciona me doy por vencida!

-¿Hacer qué? -Dice con su voz ronca y su respiración mucho más pesada.

-Analizarme -Digo antes de tomar sus mejillas plantar un beso en sus labios.
Él me sigue el beso haciendo que este sea mucho más intenso en cuanto involucramos a nuestras lenguas en él. Luego de unos segundos, soy yo quien jadea al sentir que posa sus manos en mis costados y comienza con una caricia lenta que termina cuando le da un apretón a mi trasero mientras en el mismo movimiento me acerca aún más provocando que sienta toda su anatomía, incluyendo la parte que ha comenzado a despertar. Mordisqueo sus labios suavemente antes de bajar nuevamente a su cuello mientras que con mis manos comienzo a colarlas por su camiseta para poder así, acariciar su estómago y luego llevarlas hasta su espalda.
Su respiración se hace mucho más pesada por esto y sus manos comienzan a apretar aún más mi trasero pero sin causarme dolor sino siendo placentero.
Debato conmigo misma si lo mejor es continuar o no con esto, decido que si ya que la plática quedará olvidada por unas horas. Por ello, tratando de dejar de lado la vergüenza, tomo la parte baja de su camiseta y la jalo hacia arriba para así lograr quitarla de mi camino, una vez que ella desaparece comienzo a acariciar su pecho, rasguño suavemente y escucho a James gemir bajo y ronco, sonrió y beso nuevamente sus labios.

Coincidences Of FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora