Capitulo 33

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No sé a donde ir, prometí tener todo claro antes de volver a casa y aún no lo he logrado, lo peor es que sigo llorando sin parar.  
Camino por la acera con la mirada fija en el suelo, entregándole la responsabilidad a mi cabello de ocultar mis empapadas mejillas para evitar que las personas me observen con curiosidad y lastima.  
Paso por un pequeño parque, no se bien en donde me encuentro pero me detengo allí y me siento debajo de un árbol imitando la posición en la que me encontraba en el recuerdo.  
Sollozos salen incontrolados de lo más profundo de mi ser, afortunadamente no hay más de cinco personas en todo el parque y al encontrarme alejada de todos nadie nota mi situación. Eso me alegra un poco. 

Ha pasado mucho tiempo desde que no recordaba con tanta claridad aquello, supongo que mi mecanismo de defensa fue bloquear esos recuerdos, pero hoy fue inevitable, todos los acontecimientos que han sucedido en las últimas horas me llevaron a esto.

No estoy segura si debo agradecer el hecho de no ser tan fuerte para recordarlo todo o llorar aún más por la misma razón. Tal vez sea mejor así, ya que tampoco me hace muy bien pensar tanto aquello. 

Sé que debo hablar de esto con James para que así logre entenderme y para que comprenda que no somos ninguno de los dos los culpables de mis miedos sino algo que me ocurrió hace muchos años.  

Juro que he intentado superarlo con la misma facilidad que mi madre lo hizo, pero no puedo hacerlo.  
De ella jamás escuche una disculpa o algo parecido, tampoco intento retractarse de todo lo que dijo en ese tiempo, por lo que no sé si seguirá pensando igual o cambio de parecer. 

Afortunadamente en cuanto mi padre le dio el divorcio, ambas nos mudamos a la casa en la que ahora vivimos, ya que Eric le pidió que lo hiciéramos así.  
No se en donde se conocieron, mucho menos cuanto tiempo estuvieron saliendo, nada sobre su relación en sí, pero la verdad es que no me interesa. Solo sé que Eric nos dio la estabilidad emocional y financiera que ambas necesitábamos, y por ello le estoy agradecida eternamente. 

A los pocos meses de eso mi madre se quedo embarazada de Gina, y así sucesivamente. La verdad es que me gusta tener hermanos, eso hizo que no me sintiera tan sola, ya que mi madre desde el primer día que nos establecimos en la nueva casa se ha dedicado a ignorarme oregañarme cada vez que lo desea.  
Aprendí a vivir con eso, como con todo lo demás. 

Hasta que James apareció. 

Antes de él solo me había llamado la atención un chico, fue de pequeña pero el dolor que sentí al ver su mueca de asco alpresentarme basto para mantenerme alejada de manera romántica de los chicos, mas que nada porque reafirmó lo que mi madre me decía todo el tiempo. 

Repito, hasta que James apareció. 

Todo lo relacionado a él se siente correcto, a pesar de mi temor a lo que pueda suceder, se siente bien. Por algo le permití acercarse, o en sí, me permití a mi misma sentir algo.  

Antes de él, yo huía como mi madre me dijo que hiciera, aunque sé que también ahora lo estoy haciendo.  
Soy una estúpida. En verdad lo soy.  
Voy a arreglarlo, hablaré con él, haré alguna cursilería que no va con ninguno de los dos pero se que puede funcionar y lo arreglaré porque voy a ser mucho mas que estúpida si lo dejo ir, he leído muchos libros para comprender que sentimientos así, solo se viven una vez y no le pasa a muchas personas, por ello quien siente algo así tiene demasiada suerte. 

Teniendo claro esto, me siento mejor, he dejado de llorar y el dolor de cabeza no se siente tan intenso como antes. 
Eso es un gran avance. 

Decido que es hora de volver a casa, por lo que me levanto y me dirijo a la acera para lograr detener algún taxi.  
Espero cerca de diez minutos, por lo que en cuanto veo a uno acercarse casi lloro de felicidad. 
Mientras me dirijo a casa, pienso que tipo de sorpresa puede ser.  
Podría pedirle ayuda a Ana. Sip, eso haré. 

Coincidences Of FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora