Capitulo 27

12.1K 635 71
                                    

El camino fue, por mi parte, en completo silencio más que nada porque Ian se dedicó a hablar de su nueva amiga y de su hermana (o eso es lo que entendí). Traté de ignorar su plática hasta que escuche algo que llamo mi atención.

-James me traerás el domingo de nuevo, ¿verdad? - Pregunta Ian.

-Si, en eso quedamos con Emma - Responde de forma tranquila.

¡¿ESTO ES EN SERIO?! Voy a matarlo.

- ¿Y tú vendrás con nosotros? -Esta vez mi hermano me pregunta a mí.

-Claro -Respondo con una falsa sonrisa.

No estaba segura si vendría, en realidad prefería que ninguno de los tres volviéramos pero sabía que eso sería imposible, por lo que ese día buscaría una excusa para negarme.
Mi cabeza, en este momento está convertida en un embrollo. Y todo porque debo ser sincera conmigo misma y admitir que estoy JODIDAMENTE CELOSA y tengo muy claro que no debería sentirme así.
Pero lo bueno es que el idiota de James no se ha percatado de ello, prefiero esto ya que no sé qué podría decirle para excusarme.

Al llegar a casa, Ian sale disparado en busca de María seguramente a contarle todo sobre su nueva amiga.
Mientras yo me dirijo escaleras arriba, para poder llegar a mi habitación y darme un baño.
Ni siquiera miro a James, pero lo escucho seguirme, supongo que él irá a su habitación.
Y maldigo internamente al comprobar que me equivoqué y él está junto a mí esperando que abra mi puerta para adentrarse en la habitación.

-James, voy a bañarme.

-Te espero.

-Voy a tardar demasiado, será mejor que cuando esté lista te busque.

-Prefiero esperarte aquí.

-Pero...

-Oh mierda Liz, ¿Me explicas por qué te estas comportando tan raro? Pensé que lo de anoche ya lo habíamos solucionado.

-No es nada de eso, solo quiero darme una ducha tranquila. ¿Qué tiene de malo?

-Ya te lo he dicho antes nena, no me subestimes. Te conozco demasiado para tu mala suerte.

-Entonces dime tú, ¿qué me sucede?

-Estas celosa -Dijo sin un ápice de duda en su tono de voz.

-Hablo en serio -Respondí burlona, pero por adentro estaba que moría de nervios y vergüenza.

En eso escucho a alguien subir las escaleras, luego dice algo y siento mis piernas flaquear al reconocer su voz.
Es mi madre.

Sin pensarlo dos veces tomo la camiseta de James en un puño y lo arrastro dentro de mi habitación luego pongo llave lo más silencioso que puedo, al hacerlo suelto un suspiro. Pero los nervios se multiplican por mil al escuchar los pasos de mamá acercarse, no puedo tener esperanzas de que sea otra persona por el inconfundible sonido de sus zapatos colisionando contra el suelo de madera.
James, por su parte, me mira entre sorprendido y divertido cuando debería estar igual o más preocupado que yo pero no, el idiota se ríe. Lo que hace que quiera golpearlo para quitar esa expresión.

Es tu momento tienes una gran excusa.

No es una excusa...

¿Qué ganas con mentirte a ti misma?

No lo sé... Oh mierda, ¡NO ES UNA EXCUSA!

-Liz abre, necesito hablar contigo -Grita mi madre, forjándome a dejar de lado mi discusión interna.

Coincidences Of FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora