Relatos Cortos.

Relato 1.

Después de todo eso no queria saber nada sobre lo que podía pasar si él se fuera. La verdad me dolía mucho tener que dejar ir a una persona que me dio tanto. Luego de que nuestros padres murieran, él sólo sonreía para mí, básicamente por mí. Él había secado sus lágrimas para que las mías pararan. Él, aquella persona que estaba para hacerme sonreír a pesar de estar horriblemente devastado por dentro. Sinceramente jamás había visto a una persona tan fuerte, jamás pensé que podría quedar de pié y erguido frente a tal situación. No todas las personas son fuertes, al menos yo no lo soy, si lo fuera jamás lo hubiese dejado. La verdad soy una pésima hermana. Lo dejé sólo en su peor momento, es más no pude acompañarlo y parar sus lágrimas como él lo hizo conmigo, ¿Por qué?, ¿Por qué no me quedé aunque sea un rato más con él?, es decir, me fui muy rápido y lo peor, sin él. No debí haber dejado que se fuera en ese estado, yo... debí haberlo frenado. No dejar que se fuera quizás lo hubiese salvado, pero no estoy segura de si hubiese sido así. Preguntas como: ¿Por qué dejaste que se fuera? O ¿Qué hubiese pasado si no lo hubiera dejado irse? Pasan por mi cabeza una y otra y otra vez, no pienso en nada más que lo que podría haber echo por él. ¿Las respuestas? No las tengo. Como dije no se que hubiese pasado, y daría mí vida por saberlo. Ahora... ¿Por qué él? Tampoco lo sé, es decir, él no le había echó ningún daño a nadie, digo, quizás no era la mejor persona pero todos nos equivocamos y nos perdonan, ¿Por qué a él no? ¿Qué hizo qué es tan grave para sentenciarlo a morir así? Quemado, lentamente calcinado por el fuego de aquel auto que acabo con su vida. Sí, parece cínico decir como murió, pero no tengo porque ocultar la injusticia que se le fue impuesta. Él no había robado o asesinado a alguien. No había echo nada más que cuidarme todo este tiempo que mis padres no estuvieron. Hace sólo 2 años y medio perdí a mis padres y hoy, si hoy, perdí el único motivo por el cual seguir luchando. Mis padres se fueron, mi hermano igual. Sólo faltó yo y la familia estará a completa. Sabía lo que tenía que hacer. Más allá de una cuchilla no iba a llegar, sólo era acariciar suavemente mis muñecas con ella y dormir sin miedo a lo que pase después. Dormir sería divertido.