Maratón 1/3 (Capitulo XX)

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Liam tomó mi mano.
-Tranquila, debe ser un animal- Dijo no muy seguro de lo que decía.
El golpe fue muy fuerte, imposible que sea hecho por un animal.
-No lo sé, Liam. El ruido fue muy fuerte.
-No te vayas de aquí, cualquier cosa corre al ático, puedes entrar a él desde mi habitación- Dijo dispuesto a ir afuera para ver cual fue la causa de aquel golpe.
-Ni sueñes con que deje que vayas solo. Iré contigo.
-Pero puede ser peligroso.
-Peligro es mi segundo nombre...
-...Habla la chica que no quiso ir caminando sola a su casa porque ya era muy tarde...
-Bien, tienes razón. Me quedaré aquí. Suerte...- Dije mientras empujaba a Liam fuera de la casa.
-Hey! Aún no estoy preparado!
Me detuve y lo miré con atención.
-Acaso vas a llevar armaduras?- Contesté.
-Algo así...- Dijo mientras tocaba una de las piedras del revestimiento de la chimenea.
De repente una estantería apareció de la nada con todo tipo de armas, igual que en las películas.
-Qué... Es... Eso?- Dije apartándome de aquellos estantes.
-Son de mi padre... Él se dedicaba a hacer armas para el ejército. Luego empezó a hacerlas como un especie de hobbie. Pero las debe tener bien guardadas, la policía podría clausurar su taller o hasta meterlo preso, porque aquí es ilegal tenerlas y hacerlas sin ningún permiso dado por el gobierno.
-O sea qué estás armas son ilegales?
-Exacto.
-Y si alguien te ve usándolas?
-No sé que pasaría, pero las usamos sólo para emergencias. Nunca sucedió ninguna, pero creo que ésta es una de ellas- Dijo mientras tomaba un arma de la estantería.

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