¿Nervioso?, jamás, ¿Asustado?, si y mucho, el padre de Kidou tiene una de esas miradas que te hacen voltear a otro lado asustado pensando en todo lo que te puede llegar a decir.
―no voy a dejar que un mesero se case con mi hijo, no puedes ofrecerle nada―yo amo a su hijo―me defendí, no podía aceptar un no por respuesta―hare lo que sea necesario señor, sé que no puedo ofrecerle lo que tiene aquí, sé que no puedo pero puedo garantizarle que jamás le faltara nada, que jamás estará solo porque siempre voy a estar a su lado, le daré todo lo que tengo, él es lo más importante para mí, lo protegeré de todo, hare todo lo que esté a mi alcance para que sea feliz, para que sea feliz a mi lado
Su padre miró a Kidou como esperando a aquel le dijera algo pero no fue así
―es una decisión muy importante, ¿Estás seguro de que quieres hacerlo hijo? ―preguntó recibiendo como respuesta un simple "si"―de acuerdo, si quieren casarse por mi está bien
Una sonrisa se dibujo en mi rostro, íbamos a casarnos de todos modos pero que su padre lo aceptara nos facilito varias cosas, si "no" era su respuesta estaba planeado hacerlo igualmente.
―sabes Fudou, cuando te conocí te dije que me iba a encargar de algo, pensaba ayudarte a conseguir una beca en la universidad o algo así pero viendo esto y que mi hijo se morirá de hambre a tu lado iras a cursos― ¿Cursos?, señor no estoy entendiendo lo que me quiere decir
―la empresa tiene cursos pagados por la misma para los empleados nuevos, aprender a usar los programas que trabajamos, es como una breve "experiencia" para prepararlos mejor en el área, tú iras al próximo que es el viernes, dura 3 semanas y cuando regreses comenzaras a trabajar
― ¿Esta dándome trabajo? ―vaya que eso no me lo esperaba―no creo que eso sea una buena idea señor yo no sé nada sobre negocios y no creo tener la preparación académica como para hacer eso
―Kidou me dijo que eras muy inteligente, el primero de tu clase y también que aprendes muy rápido si te lo propones así que no hay peros, quiero que vayas, no dejare que mi hijo este con alguien como tú viviendo en quién sabe dónde y sin saber si tiene o no para comer
― ¿No confía en mi señor? ―pregunté con algo de duda después de lo que acababa de escuchar
―la verdad, no, no confió en ti―Kidou se río―pero si mi hijo está bien contigo no puedo hacer nada, está decidido, te vas mañana
¿Cómo empezar una "nueva" vida?, fuimos a mi departamento a recoger mis cosas, 3 semanas fuera, podía pagarlas, tenía dinero guardado así que hubiera sido fácil pero Kidou me convenció de que fuera a vivir a su casa, me sentía como si fuera un mantenido o algo así, sería poco tiempo, eso me animaba.
― ¿Qué son todas estas cosas? ―preguntaba mientras me ayudaba a meter mis pertenencias en maletas― ¿Cuántas cosas tienes?―oye ¿Sabes cuando ganaba este "mesero"?, compre muchas cosas, la verdad no me acuerdo―dije mirando una playera de conejito― ¿Cuándo compré esto?
―no lo sé pero seguro que te veías muy lindo con ella―respondió sonriendo
Me quité la que traía y me la puse, si me veía lindo pero bueno, subimos todo al auto que su padre le había prestado.
― ¿Puedes llevarme antes a un lugar?, necesito hacer algo―él asintió y cambio de dirección
Bajamos del auto y entramos en aquel lugar, aun limpiaban así que fuimos con dirección a la barra, ahí estaba él con unos audífonos a todo volumen, ¿Cómo no podía hartarse de la música después de escucharla todos los días?, un completo enigma.
―OYE, KAITO―levanté la voz para que me escuchara pero no funciono así que optamos por mover las manos frente a él para que se diera cuenta― ¿eh?, ¿Qué pasa? ―preguntó quitándose los audífonos―Fudou, ¿Dónde has estado? Me tenías muy preocupado, ¿Por qué no habías venido a trabajar?
―ya no trabajo aquí―respondí mirando a mí alrededor
― ¿QUÉ?, ¿Cómo pasó eso?, ¿Qué hiciste?
―cosas que pasan―me limité a responder―por cierto vinimos a darte una noticia que te pondrá muy feliz
― ¿Me han conseguido un novio? ―preguntó de broma haciéndonos reír a ambos
―no precisamente, nos vamos a casar―dijimos ambos con una sonrisa en el rostro
―NO PUEDE SER, felicidades―nos abrazó subiéndose a la barra―te lo dije Fudou ustedes son la pareja perfecta, pero bueno no nos metamos en eso y mejor díganme ¿Cuándo es la boda?
―en un mes―respondió Kidou tomándome del brazo
―increíble, ¿tan pronto?, solo espero que me inviten
―por supuesto―sonreí―es mas quiero que seas mi testigo, claro si quieres
―por supuesto, me encantaría, tengo una bonita firma ¿Saben?
―oye Kaito bájate de ahí―gritó a lo lejos una voz conocida
―pensé que aun no llegaba―dije por lo bajito
―llego con su papá temprano, está enfadado con él por alguna razón―respondió de igual modo
―Fudou, que milagro, estaba por llamarte―se acercaba el dueño del lugar con una sonrisa en su rostro―mi hijo me contó lo que pasó y me siento tan pero tan apenado, discúlpalo a veces no sabe lo que hace o lo que dice pero anda dime ¿Cómo está tu amigo que estaba en el hospital?
―estoy bien―respondió Kidou aun tomándome del brazo
― ¿Eres tú?, permite ofrecerte una disculpa, al parecer mi hijo no dejaba salir a Fudou a pesar de ser una emergencia―me miró―no hagas caso de lo que te dijo, este es mi negocio y tan solo yo decido quien se va y quien se queda, no te preocupes que tu trabajo está aquí
―gracias señor―respondí mirándolo a los ojos―en verdad le agradezco por todo lo que ha hecho por mí, por darme la oportunidad de trabajar en su negocio pero creo que eso es todo, tomare las palabras de su hijo y ya no trabajare aquí otra vez
―no tienes por qué hacer eso ¿Quieres ganar más? Dime cuanto y yo lo pago pero no tienes por qué irte
―lo siento señor―fue lo único que salió de mi boca en ese momento―tenemos que irnos―dije tomando de la mano a Kidou y después de despedirnos de Kaito salimos de aquel lugar
―increíble que te hayan rogado regresar―habló Kidou con una pequeña sonrisa en su rostro
―ya sabes, soy indispensable, soy un excelente trabajador―dije con un aire de superioridad
―eso dices tú, por cierto, me quede con las ganas de verte jugar con las botellas
― ¿Sigues con eso?, ¿Por qué quieres que lo haga? ―le cuestioné
―no lo sé tan solo me gustaría verlo―me miró mientras entrabamos al auto nuevamente
―algún día lo hare no te preocupes―le pasé la mano por los hombros―no pierdas la esperanza
Fuimos al juzgado a hacer una cita, no tardamos mucho en salir de aquel lugar, exactamente un mes era el tiempo que nos habían dado, los papeles estaban en orden tan solo era cuestión de esperar el día, llegamos a su casa en donde amablemente su padre nos recibió, si claro, dejamos las cosas en el cuarto de Kidou mientras preparaba la maleta para hacer el viaje a no sé donde para tomar los cursos, no tenía idea de si eso iba a funcionar, su padre se tomaría la molestia de ayudarme, no me sentía bien con eso pero si todo el mundo usa a sus contactos para subir de puesto ¿Por qué yo no? Además no había sido cosa mía sino del señor.
Dar un paso como ese, casarme con la persona que más amo, adentrarme al mundo de los negocios, dejar atrás muchas cosas, mudarme, todo eso y tan rápido creo que me estaba dando emoción, no miedo, no nervios, emoción era lo que yo sentía, tantas cosas por hacer pero con un destino fijo, darle lo mejor, en ese momento me di cuenta de que poco me importaba yo y lo que ahora se hacía importante era tener una vida con él, esperando ser feliz hasta el final.
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La noche de las mil estrellas
FanfictionLa vida suele ser muy complicada en ocasiones, una persona que conozco siempre me dice que eso es lo interesante de ella, saber afrontar los problemas, levantarse cuando hace falta y seguir, esa es la razón por la cual estamos aquí, supongo que esa...