Capitulo 20: 7 años después.

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Sábado por la mañana, día libre, la ocasión perfecta para quedarse a dormir hasta tarde, cosa bien merecida después de toda una semana de arduo trabajo o bueno eso se llega a pensar.


―papá, papá despierta―gritaba el pequeño niño mientras brincaba sobre la cama―hoy es el día

― ¿eh? ―respondí aun adormilado― ¿Q-que pasa?

―levántate―gritaba entusiasmado―se nos hará tarde si no te levantas ahora

― ¿Qué hora es? ―preguntaba mientras me destapaba un poco para mirar el despertador―hijo pero si apenas son las 7 de la mañana, es muy temprano ¿No crees?

―claro que no―se le lanzo encima―no quiero que te quedes dormido, anda levántate

―está bien―me senté en la cama después de tallarme los ojos―estas muy emocionado ¿No?, anda vamos


Lo cargué en mi espalda y lo lleve hasta el comedor, estaba emocionado ya que ese día seria su primer partido de fútbol.


Habían pasado 7 años ya, 7 años en los que muchas cosas en mí cambiaron, al principio fue muy duro, no tenerlo en mi vida fue algo que tuve que superar poco a poco, el tiempo sana todo...bueno la verdad es que no creo que no sane más bien nos enseña a vivir con ello, poco a poco se fue haciendo más fácil salir adelante, él siempre tenía una sonrisa en el rostro, sonrisa que me acostumbre a llevar yo también, paso tiempo para que yo me decidiera en hacer realidad uno de mis muchos sueños, tener un hijo, siempre hay métodos, una madre de alquiler para mí fue la mejor idea, Kidou Ootori fue extrañamente bien recibido a la familia por parte de mi suegro, él y Sakuma fueron parte importante de que yo siguiera adelante, con 6 años ha demostrado ser un niño muy inteligente, una sonrisa y unas ganas de comerse el mundo fue lo que lo llevaron a entrar al equipo de futbol, éramos felices, aun con el trabajo siempre me tomaba tiempo para estar con él, quería ser un buen padre y algún día ser su ejemplo.


Salimos de la casa, subimos al auto y nos dirigimos al campo, él miraba por la ventanilla, su cara reflejaba la felicidad y más que nada estaba ansioso, nunca lo había visto tan emocionado


―tío Sakuma―corrió a abrazarlo apenas saliendo del auto

―Ootori ¿Cómo estás? , ¿Nervioso? ―preguntó soltándolo

―por supuesto que no―le sonrió―que bueno que estés aquí así podrás verme anotar muchos goles

―claro que sí, no me lo perdería por nada, ¿Y tu papá?

―no lo sé―respondió mirando hacia todos lados―estaba atrás de mí

― ¿Atrás de ti? Pero si te has ido corriendo apenas llegamos―me quejé acercándome con su balón de fútbol―ten, olvidaste esto, anda busca a tus amigos, te veremos desde las gradas ¿Está bien?

―de acuerdo papá, nos vemos en un rato―se alejó corriendo hacia donde los otros niños se encontraban

―y ahora ¿Qué se trae o qué?

―no lo sé, me despertó desde las 7, está muy emocionado, es normal, yo a su edad lo estaba también

―si bueno, agradezco que no se parezca mucho a ti―se burló mientras comenzábamos con nuestro camino

―si muy gracioso―me quejé―a la próxima no creo que tengas tanta suerte como para invitarte

―tranquilo Akio, respira―me toco el hombro―que pesado eres, bien sabes que no puedes sobrevivir sin mi ayuda, ¿Qué sería de ti sin mi?, no me imagino una respuesta apropiada

La noche de las mil estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora