Amor Por Error [Corrigiendo]

Capítulo 15: ¿Me enamoré?

Narra Cristel

Abrí mis ojos lentamente.

Me encontraba en mi habitación.

Al mirar a mi alrededor... Noté que estaba sola.

Mi primera acción: buscar mi móvil, el cual se encontraba sobre la pequeña mesa de madera alado de mi cama.

Mis ojos miraron la hora.

¡9:42 am!

Mis ojos casi se salen de su lugar.

Era tarde.

Entraba al trabajo a las 8:00 am.

Inmediatamente me levanté de la cama.

Mala decisión.

Sentí un mareo.

Y las fuerzas me faltaron.

En ese momento "sonrisitas" entró a mi cuarto con una bandeja. La que de inmediato dejó de lado, para ayudarme.

Sus brazos me levantaron y acomodaron de nuevo en la cama.

Me habló con desaprobación.

—¿Qué haces levantada?—.

—¿Cómo que que hago levantada? ¿Ya viste la hora? Es muy tarde, tengo que ir a trabajar— le respondí molesta.

—¿¡Trabajar!? No te sientes bien, tienes que descansar. Así que no te preocupes, llamaré a tu trabajo para avisar que por cuestiones de salud no podrás ir. ¿Okay?—.

—¡Claro que no! Jamás he faltado al trabajo, y no lo haré por algo tan insignificante como la salud— le dije casi a punto de gritar.

—Lo lamento pero no irás, te quedarás a descansar. Así que no te muevas, iré por tu medicamento para que lo tomes—.

No dije nada.

Se paró de la cama y salió de mi cuarto cerrando la puerta tras de sí.

Al fin se había ido.

Me irritaba demasiado.

¿Cómo se atrevía a darme órdenes? ¿Quién se creía?

—Pero pensándolo bien... ¿Cómo llegué a mi cama ayer?—.

INICIO DE FLASHBACK

Después de mantenernos juntos durante unos minutos, volví en sí, y me lo quité de encima.

—¿Qué rayos acabo de hacer?— me arrepentí mentalmente.

De repente sentí unas punzadas en la cabeza y un frío recorrió mi cuerpo.

Recordé que estábamos en época, en la que las noches se volvían frías.

Y mi único abrigo había quedado en la parte trasera de mi auto...

Por cierto... ¿¡Qué pasó con mi auto!? 

No había mucho misterio.

Lo más probable era que había sido robado por los secuaces de aquel señor.

Me mareé un poco y caí al suelo.

Inmediatamente "sonrisitas" se tiró a mi lado para sostenerme.

—¿Qué pasa Cristel? ¿Te sientes mal? ¿Te lastimaste?—.

No respondí.

Y sin previo aviso, me tomó en sus brazos y cargó al estilo "princesa".

—¡Oye, bájame!—.