Amor Por Error [Corrigiendo]

Capítulo 18: ¿¡Hermanos!?

Narra Cristel

Abrí mis ojos lentamente, y un dolor de cabeza se hizo presente, me sentía mareada.

Al ver las 6:30 am en mi reloj, rápidamente alisté mi ropa con dificultad, mientras el piso se movía.

Hice memoria.

—¿Qué pasó ayer? No recuerdo nada, lo único que recuerdo es que... ¡¡Carlos me dijo que estaba enamorado de mí!! ¡Pero que fastidio!— recordé lo ocurrido la noche anterior.

Al parecer después de eso tomé demasiado vino, perdí el raciocinio y después ya no supe de mí, ni de como llegué aquí.

Salí de mi cuarto aún confundida, me dirigí al baño, cerré la puerta, me quité la ropa, dejé mi toalla en un lado, y cuando iba a entrar a bañarme, escuché la regadera abierta.

¡"Sonrisitas" estaba bañándose!, entonces como pude tomé mi toalla y la envolví en mi cuerpo, en eso la cortina de la regadera se abrió y "sonrisitas" se asomó por ella, al verme abrió sus ojos como platos —¿¡Cristel que, que haces a-aquí!?— me preguntó mientras tomaba su toalla y se cubría, yo me cubrí los ojos y respondí —yo, yo... ¡no sabía que estabas aquí!— comencé a caminar hacia atrás, y no sé como perdí el equilibrio y resbalé hacia atrás, entonces "sonrisitas" se acercó y me dijo —¡cuidado!— en eso caí y "sonrisitas" tratando de evitar mi caída resbalo por el agua y cayó encima mío. Me dolió tanto el golpe, que cerré los ojos, cuando los comencé a abrir lentamente vi a "sonrisitas" encima de mi, su rostro totalmente recargado sobre mi cuello y al parecer muy cómodo —¡quitate Sebastián!— le grité, él levantó su cabeza y me dijo con una voz muy adolorida —aaaa, ¡auch! mi...— se quedó callado al verme, estaba completamente encima mío, en una posición bastante indecente, él sólo traía una toalla en la cadera y yo traía una toalla en todo el cuerpo —¡que te quites!— le volví a gritar al ver que solo tenía la boca abierta —ah, ah, si, lo-lo siento— me dijo tartamudeando, se levantó y luego me ofreció su mano, la cual no acepté, me levanté como pude, y sosteniéndome la toalla le grité —¡apurate, porque yo necesito bañarme!— y salí del baño dejando a "sonrisitas".

Narra Sebastián

Esto que acaba de pasar, fue algo... ¡¡sumamente vergonzoso!!, entonces me regañé mentalmente —¡ay Sebastián, Sebastián! ¿qué hiciste? ¡trataste de ayudarla a no caer y terminaste cayendo encima de ella, y en una posición muy incómoda! ¿ahora que pensará ella de mi?— luego de eso, me di unas cachetadas y salí del baño rumbo a mi cuarto. Estaba a punto de terminar de alistarme, y Cristel también, ya que en cuanto entré a cambiarme a mi cuarto, escuché que Cristel entró al baño. Entonces me puse a pensar —pues Cristel no está mal... jejeje— (*—que pervertido Sebastián— dice la autora —¿qué...? también soy hombre ¿no? 😁— responde Sebastián, para que luego la autora se pegue con su mano en la frente diciendo que no con la cabeza*) pero luego negué con la cabeza, ¿qué cosas pienso?.