Buenas noches.
Primero quiero decir que lo siento, Catelyn fue buenísima en "The north is not so cold", pero aquí no procede, de momento.
Lo segundo, lo siento por un capítulo tan moñas, debo estar a falta de cariño o algo.
Y, por último, sé que llevo varios capítulos sin Jon, pero me han preguntado más por Catelyn y su reacción; ¡pronto meteré a Jon!
Leed, comentad y votad.
Como siempre, muchísimas gracias.
XXX.***
Cada uno pasó la noche en sus tiendas, pero no pudieron dormir aquella noche. Cuando amaneció se puso su ropa y colocó sus armas, fue tras el pelotón de gente. Pensaba en ellos, seguramente dos mil hombres morirían a manos del ejército de Tywin Lannister; tomó un atajo para poder estar más cerca de Robb y verle antes de la batalla.
Estaba junto a su madre, se despedía de ella pero vio a Rose acercándose, ambos se miraron y esa fue su despedida, una mirada, no podían hacer nada más. Catelyn vio a Roselyn y pidió que la acompañara.
- Robb no ha querido que le acompañaras.
- No, será un movimiento rápido. - Catelyn estaba preocupada, era la primera vez que vería a su hijo salir a combatir.
- Lo sé, quiere protegerte. - Rose no quiso decir nada, pues sintió cierta hostilidad, tanto en Catelyn como en sus palabras. Catelyn no continuó la conversación, pero Rose sabía que no había acabado ahí.
***
Estaba comenzando a atardecer y todavía no habían llegado, aunque sabía que Robb les superaba en número, no podía evitar preocuparse; lo mismo le ocurría a Catelyn, el temor por perder a su hijo se lo estaba transmitiendo a Rose.
- Lady Stark, deberíamos volver al campamento. - Dijo el único hombre que se quedó con ellas.
- No. - Escucharon a los caballos llegar, ya estaban allí.
Empezaron a aparecer hombres pero los nervios continuaron con ellas hasta que Robb apareció.
- Cuando vieron lo que ocurría ya era demasiado tarde. - Dijo Robb cuando bajó del caballo. En ese momento, un hombre arrastró a Jaime Lannister a los pies de Catelyn.
- Mata-reyes. - La voz de Catelyn sonaba envenenada, incluso Robb se veía distinto, o eso pensó Rose mientras observaba la escena.
- Lady Stark, le ofrecería mi espada, pero me temo que la he perdido.
- No es tu espada lo que quiero, devolvedme a mi marido y a mis hijas.
- Siento decirle que también les he perdido.
- Serás nuestro prisionero hasta que soltéis a mi padre y a mis hermanas.
- ¿Por qué no solucionamos esto como hombres? Elige un arma, espada, arco, hacha, lo qur prefieras... Y enfrentémonos. - Rose no sabía quién era ese hombre, ni siquiera conocía por qué le apodaban "Mata-reyes", pero cuando le escuchó, supo que Robb perdería si se enfrentaba a él.
- Si me enfrento así, conseguirás lo que quieres y me matarás, no accederé. - Esta vez se dirigió a sus hombre. - Hemos ganado esta batalla, pero no hemos conseguido nada. Mi padre y mis hermanas siguen en Desembarco del Rey. Esto solo acaba de empezar. - Mandó a todos de vuelta al campamento.
Roselyn había permanecido callada, observaba a Robb con admiración, era la primera vez que pisaba el campo de batalla pero se veía seguro en lo que hacía.
- Le tenéis. - Se asomó Rose por su tienda y entró asegurándose que no había nadie más que Robb.
- Le tenemos. - Robb parecía cansado.