Capítulo 12- El chico misterioso

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El hecho de que Joshua haya vuelto a cambiar sus horarios para poder ir y volver del trabajo al lado de Jeonghan, había logrado que este último se emocionara bastante. Podría ser uno de los mejores policías trabajando allí adentro (aunque no le gustaba precisamente ser recordado así) pero Joshua estaba moviéndole el mundo de una forma casi irreal, ¿cómo era que en tan solo unos simples cuatro meses hayan llegado a volverse más que solo amigos? Bueno, no eran novios, pero sí más que amigos... ¿Amantes? Tal vez era el termino más indicado. Aunque lo discutieron, Jeonghan decía que la palabra "amante" era sinónimo de amigo con derecho, y los amigos con derechos no tienen sentimientos de atracción sentimental hacia el otro, sino que es solo una atracción sexual. "Nosotros no somos eso" aseguraba el pelilargo, encaprichado que no quería usar esa palabra, haciendo reír al americano. "No importa qué seamos tú y yo, me encantas de todas formas".

— Ahí llegaron los tórtolos. Prepárense para la miel derramada.

El comentario de Seokmin resonó en el lugar y varias risas hicieron eco, causando un fuerte rubor en las mejillas de Jeonghan y una risita por parte de Joshua. La pareja se miró y sonrieron, el americano se adelantó hasta la sala contigua mientras el mayor caminaba hasta el asiento junto a Jihoon y soltaba un suspiro, su rostro era iluminado por una sonrisa boba.

— Ese es el lugar de Joshua — dijo el de baja estatura, recostado contra el respaldo cómodamente mientras golpeaba unas hojas con su bolígrafo, girándose a ver al pelilargo.

— ¿Y? — respondió con suavidad el 'Ángel' de la estación. Jihoon y Seokmin compartieron miradas antes de girarse nuevamente hacia él.

— Bien, esto es raro. Hace tres meses estabas detrás de Joshua, luego empezaste con Seungcheol y ahora nuevamente Joshua... ¿Te dio un ataque que andas zorreando? — Las mejillas de Jeonghan enrojecieron cuando oyó aquello, pero de enojo.

— No vuelvas a mencionar a Seungcheol, es un maldito mentiroso. Me mintió ¡A mí! ¡Le hizo cosas horribles a Jisoo y me engañó! — se quejó Jeonghan, acercando la silla al escritorio y tomando otra carpeta— ¿Algún caso nuevo o algo?

Jihoon y Seokmin mantuvieron silencio mientras intercalaban miradas pero decidieron respetar al mayor, si Jeonghan quería hablar de lo que sucedió, lo haría él solo cuando el tiempo lo dijera, estaba bien si no daba detalles aún.

— Nana recibió una llamada de una mujer de los barrios bajos que era golpeada y abusada sexualmente, sometida a prostituirse. La estaban amenazando de muerte estos últimos días. Pero el equipo de Minhyuk, Wonsik, Baekho y Jaeahn llegaron a tiempo, así que ahora esperamos a que ella, y las otras chicas que estaban, levanten cargos contra quienes las mantenían allí e irán al jurado.

Jeonghan asintió cuando terminó de hablar, observando las hojas de las últimas llamadas. No tener que salir a la calle para mantener a salvo a las personas era, de alguna forma, gratificante. Había estado arriesgando su vida tanto tiempo que no se había dado cuenta de lo tranquilo que podía llegar a ser sentarse en una silla y solamente hacer el papeleo, aunque luego terminaras volviéndote loco. Joshua iba y venía, aparecía con algunos compañeros o a veces solo, otras veces solo iba por agua o de a ratos salía de la estación y aparecía con una bandeja llena de cafés. Jeonghan de tanto en tanto lo miraba y cuando coincidían, se sonreían. Habían acordado no demostrar afecto en público, aunque Seokmin y Jihoon supieran que había algo más, no querían incomodar y perturbar el área de trabajo. Las horas pasaron normalmente, todos estaban concentrados en lo que hacían hasta que llegó el receso de Joshua. El americano caminó hasta donde se encontraba Jeonghan y se sentó en un espacio libre de la mesa, observando al pelilargo mientras este le devolvía la mirada junto con una sonrisa.

Duobus lateribusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora