Capítulo 19- Miedo

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  — Entonces, Joshua, ¿cómo ha sido todo? — Jihoon se acomodó en el sofá luego de haber dejado su taza de café en la mesa, con la libreta en la pierna y el bolígrafo en la mano.

— Bueno. Ese día llegaba luego del trabajo, Jeonghan no estaba, no recuerdo exactamente porqué, pero como no tenía nada mejor que hacer me volví. El edificio estaba bastante tranquilo, silencioso, comúnmente hay gente que entra y sale o se oye música, pero no ese día. No le tomé mucha atención, así que solo entré a mi departamento. Estaba todo a oscuras, pero cuando quise prender las luces no pude; en uno de los cajones de la sala tengo una linterna, pero cuando me di cuenta, sentí algo en la espalda baja.

>> Aunque me giré para ver quién estaba, todo era oscuridad y apenas podía distinguir una silueta. Tan solo me atacaron así, además todo estaba desordenado y tropecé con varias cosas, aunque busqué todo lo posible para intentar defenderme pero me ahorcaron. Realmente creí que iba a morir.

El de baja estatura anotaba todo lo posible mientras el americano avanzaba en su historia, Jeonghan a su lado sostenía su mano con fuerza mientras oía el relato. No podía imaginar el terror que habrá sentido Joshua al ser ahorcado, cara a cara con su asaltante, sin poder defenderse porque se estaba bloqueado.

— ¿Algo más que puedas contar? — preguntó Jihoon, mirando fijamente a Joshua. El más alto pensó un poco, tomándose un momento para luego responder.

— Creo que tenía una marca en la mano izquierda, aquí — señaló el dorso, cosa que el pequeño anotó rápidamente—. Fuera de eso, no puedo decirte nada más de lo que ya dije.

— Tranquilo, esto servirá. Procura descansar, estaremos al tanto de todo — dijo el muchacho, poniéndose de pie para guardar la libreta. Tanto Jeonghan como Joshua se pusieron de pie y caminaron los tres hasta la salida, Jeonghan se había abrazado al brazo del americano y no lo soltaría por un rato—. Muchas gracias por la información, Jisoo.

— No es nada, gracias por estar pendientes.

— Es nuestro trabajo. Jeonghan, cuida bien a este chico porque no hace más que meterse en problemas.

— ¿Disculpa? Jeonghan es un imán de mala suerte ¿Por qué él debe cuidar de mí cuando debo ser yo quien lo cuide a él? — A pesar de que era verdad, Jeonghan no pudo evitar tomarlo con gracia y carcajearse junto con Jihoon, Joshua solo sonreía al ver que su broma había hecho reír a su pareja.

— ¡Estaremos bien, Jihoon! Nos cuidaremos uno al otro, te llamaremos ante cualquier cosa — habló esta vez el pelilargo, un poco más iluminado y logrando contagiar al de baja estatura. Se despidieron y vieron como el policía se alejaba, Jeonghan apoyó su cabeza en el hombro de Joshua y sus manos acariciaban el pecho del menor—. Espero encuentren al culpable.

— Yo igual... Tranquilo, vamos a preparar la cena ¿sí? — habló el americano, abrazando la cintura del mayor y besando su cabeza segundos luego. Ambos ingresaron nuevamente en la casa, caminando hasta la cocina, en un rato llegarían Ren y su esposo.

Jeonghan se levantó luego de Joshua, el americano se iría a bañar, los mellizos comenzaron a levantar las cosas de la mesa para poder llevarlas a la cocina y lavar. Taekwoon se había instalado en su estudio para poder trabajar tranquilo.

— Te ves... mejor — la voz de Ren rompió el silencio. Jeonghan lo miró, ambos sonriéndose con levedad.

— Me siento mejor.

— Se nota. Por cierto, llegó un fax a la oficina... ¿Jeonghan? — el pelirrojo rió, viendo la sonrisa nerviosa de su hermano.

— Lo siento, le pedí a Jinah que me mande el examen psicológico para el ingreso a la policía. Desde que sucedió lo de Seungcheol, he estado pensando que lo falsificaron.

— Oh, vamos, Jeonghan. Seungcheol está demente, no pienses que falsificaron nada, solo estás en shock ¿Qué clase de persona va a la casa de su mejor amigo a insultarlo, jalarle el cabello y pedirle que mate a su pareja?

— ¿Qué dijiste? — Los mellizos se congelaron en su lugar, mirándose con los ojos abiertos. Joshua los miraba fijamente, con ojos afilados, expresión seria, el flequillo húmedo caía sobre su rostro— ¿Seungcheol te golpeó...?

— Jisoo... Déjame explicarte.

— ¿Él te golpeó y te dijo que me mates?

— P-por favor, cálmate — Jeonghan se acercó a Joshua, intentando tomar sus manos pero la reacción del americano lo sobresaltó. El muchacho dio media vuelta y caminó hasta la sala, tomando su celular antes de encarar hacia la puerta— ¡Jisoo! ¿¡Dónde vas!?

— A buscar a Seungcheol. Estoy harto, ¿me oíste? ¡Harto! — exclamó. Ren se apresuró a abrazar a Jeonghan, como si lo protegiera, Taekwoon apareció por el umbral al oír el jaleo—. Él ha estado detrás de mí desde que te conozco, me ha amenazado cuando estábamos en el hospital, te ha mentido con tal de estar a tu lado y ahora me entero de que te golpea.

Jeonghan trató de mantenerse firme, pero las lágrimas amenazaron con salir. Joshua volvió a girar sobre sus talones y se encaminó hasta la puerta, desapareciendo por la salida. Jeonghan no lo soportó, corrió tras él. Vio la espalda del menor alejarse al dar grandes zancadas, se notaba el enojo con cada paso. Nuevamente tomó carrera, poniéndose frente a él para impedir el paso, pero Jisoo le pasó de largo, el pelirrojo se desesperó. Lo siguió y una vez más intentó detenerlo, rodeándolo por la espalda en un abrazo, solo entonces se detuvo.

— Por favor... No hagas nada, por favor... — pidió Jeonghan con voz temblorosa, apretando más el agarre. Notaba la tensión en el cuerpo de Joshua, y no pudo evitar derramar las lágrimas—. Jisoo...

El silencio los cubrió, un movimiento hizo que Jeonghan aflojara el agarre para poco luego se abrazado con fuerza. El pelilargo rodeó el cuello de su menor, escondiendo el rostro al sentir las suaves caricias en su espalda.

— No llores... — murmuró el americano, meciéndolo con suavidad.

— No hagas nada... — respondió Jeonghan, apartándose del más alto para poder verlo. Sintió como las manos del menor acariciaron sus mejillas, secando las lágrimas—. Por favor, Jisoo...

— Tranquilo, Jeonghan, no llores... — pedía el castaño, enjuagando sus lágrimas y acercándose a besar sus labios de forma casta—. No haré nada, no llores ¿sí?

Jeonghan asentía, volviendo a besarlo una y otra vez, siendo correspondido. Volvieron a abrazarse, Joshua acariciaba su espalda y cabello, besando las sienes del mayor. "Volvamos" susurró el americano, sintiendo el asentimiento de Jeonghan. Esperaron un momento, que el pelilargo se calmara antes de caminar de vuelta. Joshua seguía sintiendo un amargo sentir en su pecho.

— ¿Jefe?

— Es momento...

Joshua caminó junto a Jeonghan dentro de la estación, querían hacer una pequeña visita pero se sorprendieron al ver el gran jaleo, todos discutían entre todos, se daban órdenes entre todos y estaba el jefe de Seungcheol. El pelilargo frunció el ceño y caminó apresurado, seguido de Joshua, hasta Jihoon.

— Jihoon ¿Qué sucede? — preguntó cuando el de baja estatura lo notó. Jihoon se veía pálido, como si estuviera nervioso, incluso asustado. El silencio no era la mejor respuesta.

— Seungcheol desapareció... 

Duobus lateribusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora