-¿Llego tarde a la clase del profesor?- mi expresión es neutra ante su pregunta.
-Si es que...
-No hay excusas. Señorita Jones, ¿que está ocurriendo? Usted jamás fue así. Está es la primera vez que la cito a mi despacho. Siempre ha sido buena alumna y no tolero su com...- continua hablando y sermoneando, pero no puedo concentrarme en el, asiento y suelto unos "mmm, ajá, si" debes en cuando me dirije la mirada.
Observo su canoso y blanco cabello, su cara arrugada se mueve al mover sus facciones ocultas debajo de la grasa. Tiene unas bolsas negras debajo de sus ojos, jamás había visto unas orejas tan terribles, las mías tienen un aspecto así, pero no es al extremo.
-¿Comprendé señorita Jones?- dice al finalizar, lo miro con los labios apretados y asiento.
-Puede irse, no más de esto, por favor- esté señor esta loco, que le importo, no le importo a nadie. Recogo mis cosas y acerco mi mano insegura al pomo, lo giro pero me detengo al escuchar la tos grave y seca del director. Me doy vuelta y lo observo, tiene su mano alzada, veo que hace un gesto para que me acerque y me siente nuevamente.
Sigue tosiendo mientras tapa su boca con el antebrazo cuebierto de tela negra de su traje esmoquin.
-Señorita Jones, la he visto con el Señor Matthew, quiero decir Espinosa, disculpe- siento como mis mejillas arden y estan sonrojadas por la sangre que se acumulo allí cuando el director pronuncio su nombre.
-Tiene algo que decir...
-¿Hay algún problema con eso?
Se sients en su escritorio de roble y se acomoda en está. Frunce el ceño, toma su barbilla con sus dedos.
-Para mí, no. Para usted, sí. Señorita Jones, le recomiendo que no se junte con ese muchacho. Tiene muy malos antecedentes, sus notas son muy bajas, no quiero que la contagie.
-Disculpe señor, con todo respeto y sin ofender. El mal comportamiento y bajo rendimiento, si bien yo sé, no se contagia, a menos que sea una enfermedad de transmisión. Pero en este caso no lo es. Y juntarse con una persona no afecta eso, depende de la estupidez de la persona- defiendo a Matt. Jamás debí haber dicho todo eso, ahora el director me mira de mala manera. ¿Dije algo malo?, ¿por qué le dije todo eso?, ¿por qué no me detuve?, ¿por qué no cerré la maldita boca?
-Así que lo defiende, que tal si lo va a defender a la sala de castigos señorita Jones, esta castigada. Al parecer sabes como defender, tanto como sabe que debe respetar a un mayor.
Me pongo de pie y espero que terminé de escribir en el papel rosado, como el que le entrego a Matt hace unos minutos. Me lo entrega y hace un gesto con desdén e indiferencia hacia la puerta para que me vaya.
Antes de salir pregunto algo qye me ha dejado con la duda.
-¿Por qué me advirtió que no me acercará a Matt?
Deja de hacer lo que estaba haciendo y su lápiz cae de sus manos, me mira despectivo.
-Es peligroso. Algo tiene. No quiero ser prejuicioso pero... El primer día que lo vi rondando por lo pasillos de la escuela supe que algo tenía ese chico.
No puedo procesar lo que dice así que cambio de tema.
-¿Me voy a la sala de castigos o...?- pregunto insegura.
-A la sala de castigo, está terminando la jornada, el papel dice hasta que hora debe quedarse, adiós- dice empujando mi cuerpo fuera de su oficina.
Bufoy golpeó el suelo con la planta del pie. Mamá me matará, jamás había ocurrido esto, la verdad es que no sé como reaccionar.
Me dirijo al respectivo salón de castigo. Como las clases ya terminaron, los pasillos estan medio vacíos, casi no hay nadie.
Veo el letrero pegado a la puerta que dice: "C A S T I G O" en negro, las letras inscritas son tan grandes que las divisó desde metros.
Trago saliva con temor y decido entrar, veo a la maestra que nos cuida y hace un gesto para que me siente.
Esta vacía, excepto por unos chicos, una chica y Matt. Él sonríe con sus perfectos dientes.-¿Que hace una chica tan buena por aquí?- se pregunta hacia sí, los otros tres ríen. Sonríe con arrogancia e ímpetus -Que tan mala pudiste ser...- añade.
Me siento junto a el, no es que hayan otros puestos vacíos, pero junto a el me siento segura, y jamás había estado aquí. Esté salón tiene aspecto obscuro, es frío y silencioso.
Saco mi cuaderno de apuntes y mi libro de Matemáticas para estudiar para el examen de mañana. Releo mis apuntes y anoto otros, pero es imposible concentrarse con la mirada penetrante y encimosa de Matt.
Lo único que se escucha son los ronquidos de la maestra, el sonido del chicle al explotar de algunas personas aquí, y el sonido de mi lápiz al tamborilear sobre mí libro de Matemática, con todos los ruidos mezclados no puedo concentrarme, dejo caer el lápiz derrotada y suelto un largo suspiro.
-¿No puedes estudiar, nena?- pregunta soltando una risa egocéntrica. Su voz y su risa hacen que me sonroje, tapo con mi sudadera mis mejillas sonrojadas.
-No me dejes con las palabras en la boca, nena- escucho y siento como se acerca más a mi hasta que sus calientes bocanadas chocan contra mi cuello y luego mi oído. Agachó más la cabeza para concentrarme en el gran y amarillo libro de Matemáticas.
-¿Te diviertes?- tomo un mechón liso de mi cabello y lo enrolló en su dedo -¿Te comió la lengua el ratón?- susurra contra mi oído.
Besa mi mejilla y la acaricia, quiero pararle, pero no puedo. Mis musculos no quieren cooperar, es como si una parte de mi quisiera que Matt no se detuviera, pero por otra parte esta mi dignidad.
Mueva su mesa más hacia mí, sin dejar de acariciar mi mejilla, busca mi mano y la entrelaza.-Eres muy bonita- me sonrojo.
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Broken Hearts {matthew espinosa} ; en Edición
FanfictionDylan Jones sabe que él la destruirá, sabe que él le hará mal y jamás lo olvidará. Dylan sabe, pero ella está tan enamorada de Matthew Espinosa que hizo caso omiso a su advertencia. -Te romperé el corazón... Como a todas las demás, ya verás, te dest...