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-Mierda- murmuró para mí, vidrios rotos se esparcen por mis zapatos. Me agacho y comienzo a recoger los pequeños pedazos rotos.

Matt tiene la mirada fija en mí, y no puedo concentrarme sabiendo que el me mira. Se acerca un poco pero no tanto, se sienta en el sofá y se recuesta en el. Y sigue con su mirada en mi.

Continuó limpiando el desorden que cause. Tomo un pedazo grande, pero por un descuido, se resbala dejando un corte en mi dedo. Empezó a salir mucha sangre de esta, es un agujero profundo. Dolía, comence a agitar la mano frente a mí, para aliviar el dolor. Pero no funciono. No sabía donde a ir, esta no es mi casa, y no puedo interrumpir a Johnson y a Anna.

Escucho el movimiento de Matt cuando se pone de pie y se aproxima a mí, mi corazón se acelera. Coge mi mano y examina el dedo.

-Ay- solté un gemido de dolor. Cierro los ojos fuertemente para evitar el dolor punzante de mi dedo, suelto un quejido.

-Disculpa, no quería hacerte daño- levanto la mirada, choca con la suya y la aparto con prisa.

Suelta mi mano con delicadeza, da la vuelta y sube las escaleras. Escucho tres golpes en una puerta de madera. La puerta rechina, haciéndome saber que la abrieron.

-Bro, ¿tienes algun botiquín de primeros auxilios?- pregunta Matt.

-No, ¿que paso?- contesta confundido Johnson.

Por lo visto, Anna, no se ha enfadado.

-Nada, es que...- lo interrumpe Johnson.

-Lo siento, Matt. Baja por favor, viene Anna.

Matt baja las escaleras furioso y se acerca a mi, enfadado. Me asusta y retrocedo, pero el de aproxima más a mi.

-Mierda, se abrió más. Te está saliendo más sangre- miro mi dedo, y si, efectivamente, mi dedo esta lleno de sangre y mi mano se esta empapando de ella. El dolor sigue ahí -Este cabrón no tiene un botiquín de primeros auxilios...- comienza a murmurar.

Coge mi mano con cuidado y comienza a besarla. No aparto la mano, por alguna razón. El dolor disminuye.

Coge mi mano libre y me guía hasta el baño. Me mete dentro con el, no cierra la puerta. Abre el grifo, pasa el dedo por el agua que corre. Limpia su dedo y lo seca de posibles zonas húmedas en su pantalón. Acerca mi mano al grifo y coloca mi dedo debajo del agua. Al principio está fría, y me hace soltar un quejido. Matt me mira preocupado, pero vuelve a lo suyo.

La sangre cesa en unos minutos. El lavamanos esta lleno de agua teñida de rojo por mi sangre.
Matt arranca un pedazo de papel higiénico y lo envuelve con amor y cuidado en mi dedo.

-Lo siento, he intentado conseguir unos parches, pero... Johnson no tiene.

-No te preocupes, no fue para tanto. Fue un estúpido descuido mio- le sonrió, dejó mis manos a los lados.

-Disculpa, si...- se muerde la lengua -Si te asuste, no era mi intención, Dy.- cuando mi nombre sale de sus labios, me derrito. Sonríe y me saca del baño con el al mismo tiempo.

Me sienta en el sofá, se sienta junto a mi y se recuesta. Unas ganas tremendas de acariciar su cabello suave me entran. Darle um beso en la frente...

De repente, Matt coge una de mis manos con suma delicadeza para asegurarse de que no me está haciendo daño. La deja encima de su cabello. Su mano esta encima de la mia, comienza a mover mi mano para que le acaricie el cabello, cuando empiezo a hacerlo sola, quita su mano y la acerca a mi cintura. Me atra hacia el y me tumba a su lado, su mano se ciñe a mi cintura y la deja ahí, la acaricia haciendo movimientos de arriba hacia abajo. Su otra mano esta encima de su estómago.

Está con los ojos cerrados, detengo mi mirada en sus labios. El disfruta de las caricias en su cabello. Sigo observando su maravillosos rostro. Me acerca más hacia el. Baja su mano hasta a mi muslo, pero la vuelve a subir hasta mi cintura.
Continuó con la hermosa vista que tengo, comienzo a contar los lunares de su rostro, sin perder la cuenta. Dejo de hacerlo cuando el sonríe, se me para el corazón cuando dice:

-Se que me estás mirando...- ríe levemente, dejo de acariciar -No, no. Continúa, se siente bien.- suspira y sonríe, se acomoda a mi lado.

Aún sigue con sus caricias en mi cintura, con su otra mano, juguetea con mi cabello. Como siempre lo hace.

-Eres tan...- veo como se muerde el labio -Tan hermosa, tan linda. No entiendo porque a nadie le gustas- dice deteniéndose un poco, lo imitó. Abre los ojos -Eres tan preciosa, jamás había visto a alguien como tú. Eres perfecta tal y como eres. Eres simplemente bonita. Además, das unos besos que dejan con ganas de más...- me sonrojo al instante, tengo los ojos cerrados, no quiero ver su expresión. Debe tener una sonrisa arrogante, egocéntrica, petulante, las típicas.

Abro los ojos y me sorprendo, su sonrisa no es igual a todas las que he visto. Está es adorable, es maravillosa.

-Tus mejillas coloradas hacen que te veas muy preciosa. Me encanta cuando lo haces- con uno de sus dedos toca uno de mis cachetes sonrosados. Sonrió. -Al igual que tu sonrisa. Es muy hermosa- sonríe.

Toma con sus dedos mi barbilla, luego ciñe sus manos a mis mejillas y las acaricia por un momento. Aunque se sienta bien, prefiero que acaricie mi cintura y jugueteé con mi cabello. Sus bocanadas de aire cálido chocan contra mi cuello, causandome escalofríos y piel de gallina. Su aliento huele a menta, un exquisito sabor.

Sus labios se presionan contra los mios, los mueve al compás de los míos. Nuestros labios encajan perfectamente, el continúa besándome, yo igual. Se abre paso en mi boca para meter su lengua. Lo hace y lo imitó.
Sigue el beso mientras sus manos bajan y acarician nuevamente mi cintura. Yo acarició su cabeza con lentitud.

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Gracias por leer

Broken Hearts {matthew espinosa} ; en EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora