Broken Hearts {matthew espinosa} ; en Edición

07

Y ahí, mi mundo se detiene. Mi respiración es agitada y rápida. ¿Tiene mí número de teléfono?, ¿como?

Aún la pantalla esta encendida, dejándome ver el mensaje que Matt me envió.

"Nena, te haré pagar. Me debes una, sacarte de castigo, para mí, es un precio muy alto😉".

Sus palabras resuenan en mi cabeza. Puedo ver su sonrisa arrogante y petulante a través del teléfono al presionar el botón de "enviar".

Me hará pagar... Un precio alto, jamás debí caer en su trampa. Mierda... ¿que hará?
Miles de posibles opciones de favores se me vienen a la cabeza, no sé que esperar de Matt. De el pueden venir sorpresas, muchas.
Es un chico muy oscuro, debes adentrarte a el hasta lo más profundo como para saber que trama.

Caigo en la cuenta de que esta jugando conmigo desde el principio. Solo no quiero creerlo. Aunque me haga la vida imposible, lo quiero.

Aún no he contestado el mensaje, prefiero dejarlo así. Ahora temo por vida, realmente. Matt es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiere. Y cuando el se refiere de ser capaz de todo, es de todo.

-¡Dy!- mamá abre la ventana de la cocina. -¡La cena está lista!- dice. Me pongo de pie y limpio la suciedad de mi jeans por la parte trasera.

Salgo del huerto, veo la silueta delgada de mi madre por la ventana, está sirviendo dos platos con la comida que preparó, antes eran tres.
Continuó mi camino, me quito los zapatos enlodados y entro descalza. Hace frío dentro de la casa, pero debe ser porque estoy con mis solo con mis calcetines puestos. Voy hacia la estufa y la enciendo, dentro de unos segundos esta comienza a dispersar su aire cálido por la casa.

Me dirijo a la cocina y cojo mi plato, me siento junto a mamá y vemos la televisión. No le presto muchs atención, tampoco tengo apetito, no tengo ganas de hacer nada. Estoy abrumada.

-Si quieres... - mamá tose, me pongo de pie y le sirvo un vaso con agua fría, se lo entregó y toma un sorbo de inmediato. Lo deja sobra la encimera y añade: -Puedes subir, no hay problema. Debes estar agotada.

Asiento, la abrazo rodeándola con mi capa protectora. Ella besa mi cabeza.
Bailey está tumbada frente a la estufa, la llamó y levanta su cabeza. Sube conmigo las escaleras, se acuesta en mi cama y al instante cierra los ojos.

Quito mi sucia ropa de mi quedando semi desnuda, tengo pereza así que no me ducho. Me colocó mi pijama más abrigador, me dirijo al baño y lavo mis dientes.
Me tumbo en mi cama, me tapo con las sábanas, y lloró.

(***)

He estado todo el día intentando evitar a Matt. He ido a todas mis clases, él ha estado ahí, en todas las clases. Pero me concentró en lo que sí. Salgo del salón con prisa para no toparmelo en algunos de los pasillos. Me escondo cada vez que la oportunidad se presenta. Tanto como en baños, detrás de taquillas, en todas partes. Estoy asustada, tengo pavor, miedo...Anna ha estado ahí para que me controle, me ayuda a pasar desapercibida.

Camino apurada hasta el salón del profesor Sivan, ahora me toca Música, y Matt no tiene esa materia en su horario, tiene Teatro... No importa.

Anna esta a mi lado, va al par de mis pasos. Johnson entra por el pasillo, se acerca a nosotras, más bien, a Anna. La toma de la cintura.

—Cariño, necesito decirte algo— dice el, de sitúa a su lado. Le da un tierno beso en la boca a Anna, ella se ruboriza.

-¿Muy importante?- el asiente, ni se inmuta de mi presencia.

Ella lo piensa, me mira esperando mi respuesta. Le asiento para que pueda irse con Johnson.

-Está bien, nos vemos en la tarde. Adiós, cuidate- me guiña un ojo. Toma la mano de el y se va.

La miro y sonrió con orgullo.

Veo como se da vuelta, hace una mueca con preocupación, apunta a alguien que esta por detrás de mi, y no es alguien cualquiera. Es él.

Ella no sigue caminando, se detiene en seco, suelta la mano de Johnson y trota hasta mí. Trago grueso y temo por mi vida. Ella no alcanza a llegar.

Me deslizan dentro de un lugar oscuro. Respiro rápido y presionó la espalda contra la pared detrás mi, cierran la puerta. Escuchó los quejidos de Anna por el otro lado de la puerta, le da patadas a la puerta de metal, forcejea el pomo, pero este no cede, no abre. El la cerro con pestillo.

Aspiró el aire de la habitación. No sé si tiemblo por el miedo o por las gélidas corrientes que se cuelan por las rendijas de la ventana. Me abrazo a mi misma para controlar el frío de mi cuerpo.

Matt se acerca a mí, se coloca frente a mí y escuchó como abre sus labios para que las palabras salgan de aquella:

-¿Intentabas ocultarte de mi?- sonríe mostrando los dientes, sus rosados labios se curvan hacia arriba con malicia. Mantengo la compostura. -No sé para que lo haces. Además... Aún asi, tú.- dice apuntándome con su dedo. Se acerca más a mi, me acorrala contra la pared, está centímetros de mi, solo un pequeño y casi inexistente espacio nos separa. -No te safaras del favor que me debes. Ya dije, sacarte de castigo es caro, para mi es un precio alto, muy alto, nena.- dice, guiña su ojo pícaro. Trago saliva.

Ciñe sus manos a mis mejillas y las acaricia. Aleja una hasta mi mano, la toma con delicadeza y se humedece los labios. La besa suavemente dejando un rastro de sus maravillosos besos hasta mi hombro, para después subir por mi cuello y llegar al lóbulo, lo besa.

Y ahí vamos otra vez... Esta vez no me quedo quieta. Me aparto de el y lo empujo levemente, el no se mueve, mi golpe no lo afecta. Me mira confundido, sus ojos tienen una pizca de preocupación.

-Disculpa, yo...- se excusa, se aleja un poco, pero no se va.

¿Por qué cuando esta conmigo a solas se debilita? Es un bipolar.

.

Gracias por leer