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-¡Mamá!, ¡ya llegué!- grité cerrando la puerta.

Mamá no me contesta, camino por el corto pasillo y entro al salón, no está. Me dirijo a la cocina para asegurarme de que esté allí, pero tampoco está.
Aprovecho las circunstancia y cojo una manzana, le doy un mordisco, la escupo de inmediato, porque no la lave. Lavo la manzana y la dejo sobre el mesón, tiró el resto de manzana que había en mi boca al basurero y salgo de la cocina.

Subo las escaleras, Bailey me detiene en la mitad y me saluda animada, acaricia su cabeza contra mi muslo, rozo mis dedos en su oreja y cabeza. Me agacho y le beso la punta de la nariz.

Sigo subiendo y me aproximó a la habitación de mamá, esta cerrada. No escuchó nada desde donde estoy. Dirijo mis manos temblorosas hacia el pomo de la puerta y la abro. Pero nada, no hay nada. Me tenso.

¿Dondé está?

Mi celular vibra en mi bolsillo trasero, lo sacó de ahí y lo revisó. Es una mensaje de mamá:

Mommi💕

Dy, hoy llegaré tarde, debo trabajar una horas extras, la comida esta en el microondas :) Son papas con carne, tu favorito.

Me relajó más y guardo mi teléfono. Dejo mis cosas en mi habitación, me desato el cabello que lo llevaba en una cola que me hice antes de llegar a casa. Peinó mi cabello con los dedos y lo dejo así. Me quito la ropa y la lanzo al suelo, quedo en ropa interior, me colocó mi pijama, hace frío. Pero ayer cambie mis sábanas por unas más gruesas y calentitas.
Así que me pongo unos shorts sueltos, aunque no para mí, porque tengo el trasero tan grande que quedan literalmente pegados a mis muslos. Una polera de tirantes, me quitó el brasier antes. Busco una sudadera para ponerme encima, mi estómago ruge de hambre, dejo de hacerlo y bajo las escaleras.

Me aproximo al salón, enciendo la calefacción y espero que el calor se esparza en el aire. Cuando quedo satisfecha me dirijo a la cocina. Enciendo la televisión, cojo el control remoto y cambio de canal. Hago muecas de disgusto al ver los programas del asco que dan ahora. Están dando puras boberías, la apago y me vuelvo hacia el microondas. Lo abro y veo si en verdad está el plato, lo dejó ahí y cierro el microondas. Apretó los botones y luego el de "comenzar".

Veo como el plato con comida gira, gira, gira.

Ese plato con comida es como yo. Gira y gira, es como una rutina, lo hace todo los días. Luego teme porque su vida da un vuelco drástico, porque se lo van a comer. Teme ser devorado.
Como yo, mi vida era una rutina, la cual me agradaba, menos la parte en la que los amigos de Matt, y el en especial, me molestaban. Hasta que el, llego a mi vida y le dio un vuelco impresionante a la situación, tal vez soy un poco melodramática. Temo de que me rompa el corazón, temo de que me destroce y me haga pequeños pedazos. Que después, esos pedazos, no los vuelva a unir. Temo de que ese imbécil, lo haga.

No me había dado cuenta de que el microondas ya habia parado, y que la comida estaba lista. Mis divagaciones me llevan a otro mundo.

Lo saco, esta muy caliente la parte inferior del plato, lo suelto con prisa y lo dejo en el mesón. Abro el grifo y colocó mis dedos debajo del agua. Suelto un suspiro de alivio.

Me seco el dedo en mis shorts. Me acerco al plato y lo tomo de los bordes con cuidado.
Me siento en unas de las sillas frente al mesón, dejo el plato encima y empiezo a comer. Sacó mi teléfono y veo Instagram, también Snapchat y Vine. Musical.ly igual. Me río a carcajadas con algunos Vines es muy divertido.
Llega un mensaje de un número desconocido, no me asusto. Porque realmente no me interesa, lo apreto y leo los mensajes anteriores de la conversación, es el:

Número Desconocido

Hola 😊

Comienzo a respirar muy rápido, mi corazón se acelera a mil. Con tal solo que me mande un mensaje, me pone así, nerviosa y tímida. Pienso lo que le responderé, escribo lo primero que pienso y lo envió:

Que quieres? :v

Respondo seca, no sé que decirle. Fue lo único que se me ocurrió.

Es en serio? Me besas como la puta diosa que eres, me dejas una erección, y me hablas así... 💔

Río al ver el mensaje, estoy por disculparme pero llega otro.

Que mala eres, nena😩

Me sonrojo al imaginarlo riéndose a carcajadas, acostado en su cama.

Perdón

:'( besas exquisito, nena 😍

No sé que responderle, bloqueo el teléfono y lo dejo sobre el mesón. El teléfono vibra y emite un sonido avisando que llego otro mensaje. Me muerdo el labio para evitar cogerlo, la curiosidad cede y lo cogo con los dedos temblorosos.

No me ignores :'( sabes...? Quiero sentir tus labios nuevamente sobre los mios. Son tan deliciosos, como tu y tu aroma.

Yo igual, pienso.

Adiós, preciosa :)

Mierda, por no contestarle nada, perdí la única oportunidad de hablar seriamente con él.

Mis pensamientos se interrumpen por el sonoro timbre que emite esté en toda la casa. Rodó los ojos y los pongo en blanco. Dejo el tenedor encima del plato y tomo un sorbo del jugo. Me levanto y camino hasta la puerta central de la casa.
De seguro es Anna, tengo su sudadera del otro día.

Abro la puerta y me sorprendida y en shock.

-Hola- sonríe mostrando sus dientes, me sonrojo al instante.

Me cruzo de brazos debajo del pecho, hace frío aquí fuera.

-¿Que-que haces aq-quí?- veo como su mirada viaja por mi cuerpo, se detiene en mis muslos, sube la mirada y la detiene en mis pechos. Me sonrojo más. Se muerde el labio y vuelve a mis ojos, veo como disimuladamente sus ojos se desvían hacia abajo.

-Necesito que...
.

Gracias por leer

Broken Hearts {matthew espinosa} ; en EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora