¿Cómo era posible que se encontrase con pequeñas gotas de sudor recorriendo su cuerpo a las nueve de la mañana? En realidad, Wonwoo llevaba desde hacía media hora frente a la casa de la chica; sin embargo, no tenía el valor suficiente para llamar al timbre. Ahora se reía de todos aquellos comentarios como "Wonwoo no le tiene miedo a nada", bueno, supuso que encontró la excepción, la sonrisa de Selena. Para ser sinceros, nunca, jamás, nadie le había dedicado una sonrisa sincera al moreno sin que fuese uno de sus amigos o aquella mujer hace tantísimos años atrás.
De repente, el sonido de la puerta de madera abrirse lo despertó, pero no le dio tiempo a ocultarse por lo que Selena en pijama de dibujitos quedó frente a él boquiabierta para ofrecerle de nuevo aquella sonrisa provocando que Wonwoo quisiera tirarse al suelo y patalear como un pequeño niño, aunque sólo se quedó pasmado frente a ella, observándola.
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― ¡Pensaba que no vendrías! ―dijo como miles de campanitas para los oídos de Wonwoo. ―Pasa, tardo un minuto. ―Terminó observando la bolsa de basura que tenía en sus manos.
―Sabes que estás en pijama de muñecos ¿cierto? ―Selena comenzó a reír y asintió.
― Y no me arrepiento de ello, deberías de envidiarme, no sabes cómo de suave es. ―Y sacó la lengua antes de marcharse rápidamente.
Wonwoo pasó al salón, recordando la semana anterior, podría acostumbrarse a pasar su tiempo allí o al menos esperaba hacerlo. Le llamaba la atención la cantidad de fotografías que había por todos lados y fue viéndolas una a una, ya que la última vez no pudo hacerlo debido a aquel maldito sueño del que intentaba no pensar. Esa mañana creyó que no podría mirar a la cara de Selena después de aquello; sin embargo, tras haberla visto en Colors se dio cuenta de que su mente quedaba en blanco cuando la tenía delante así que supuso que no sería ningún problema.
La puerta del departamento se cerró haciendo que Wonwoo se sobresaltase y provocase la risa de la chica.
― ¿Qué es esta extraña manía de tener fotografías por toda la casa? ―Selena se colocó a su lado con una sonrisa; sin embargo, esta no era como el resto, esta reflejaba tristeza.
― Ven, siéntate. ―Se sentó en el sofá esperando a que él hiciese lo mismo para continuar, se cruzó de piernas a estilo indio para poder verlo a la cara más cómodamente. ―Ya sabes que debo de saber todo sobre ti para este trabajo, al menos de esa forma podré ayudarte si te abres a mí. Estuve toda la noche pensando en cómo conseguir eso, teniendo en cuenta lo cabezota y cerrado de mente que eres. –Wonwoo juntó sus cejas en una sola arrugando la frente, pero cuando vio de nuevo la sonrisa de ella volvió a mirarla embobado. ―Así que llegué a la conclusión de que primero deberíamos de ser amigos, compartir momentos juntos para que no te sientas obligado a contarme nada, sino que sea porque tú deseas que sea así. No quiero que pienses que esto lo hago por mi nota, Wonwoo. ―Selena llevó su mano a la de él, sin embargo, cuando sólo unos míseros centímetros los separaban se detuvo y volvió a llevar su mano sobre su rodilla. ―Lo que quiero decir con todo esto, es que lo hago por ti, desde pequeña tengo esta manía de proteger e intentar ayudar a todo el mundo. A pesar de no conocer a la persona, me sale este instinto sin querer, por lo que más que por ver un diez en mis notas, lo que quiero es que dejes de tener ese aura oscura a tu alrededor y sonrías como algunas veces lo hiciste conmigo, porque tu sonrisa es preciosa y creo que nadie debería de perdérsela. ―El corazón de Wonwoo latía tan fuerte que sentía los latidos de este por todo su cuerpo por las palabras de ella. Nunca nadie le había dicho que le gustaba su sonrisa, aunque también es cierto que no recordaba a nadie fuera de Coups y el resto a quien se la enseñase. ―Así que, creo que la mejor forma de ganarme tu confianza es ofreciéndote la mía ¿no crees? ―No dio tiempo a que respondiese, cuando sus ojos brillaron a causa de las lágrimas que estaba reteniendo. ―Cuando tenía cuatro años mis padres me abandonaron, él era un borracho que se gastaba todo el dinero en el alcohol. ―Cuando Wonwoo escuchó esto se le erizó el vello de la piel, ¿cuánto podría comprenderla? ―Y bueno, mi madre era demasiado joven cuando nací así que me dejó en casa de mis abuelos y ella desapareció, nunca supimos de nuevo de su existencia. Pero, realmente lo agradezco, creo que gracias a ese par de ancianitos soy como soy ahora y no me arrepiento, me hicieron la persona más feliz del mundo y no sé qué haría sin ellos. Por esta razón, porque ellos son lo más importante en mi vida y ahora debido a los estudios casi no puedo verlos es ese el por qué de tener todo lleno de fotografías, eso se convirtió en una manía al llegar aquí y finalmente acabé empapelando todo con los mejores momentos de mi vida para que cuando las vea los recuerde y no se me olvide sonreír.
―Me gustaría formar parte de tu pared también. ―Antes de pronunciar las palabras que pensó pero que vergonzosamente dijo en voz alta ya estaba completamente rojo. Intentó buscar ágilmente una excusa o una mentira para que ella no pensara nada raro pero no se le ocurría nada, lo había dicho alto y claro.
― ¿En serio? Yo también quiero que lo estés, ven, acércate hasta donde te encuentres cómodo. ―"Me pegaría a ti como una lapa" pensó él. Pocos milímetros los separaban cuando la cámara delantera del móvil de ella los enfocó, Selena tan sonriente y él tan serio. ―¿No podrás sonreír siquiera un poco? ―Él negó con la cabeza. ―¿Es que sólo sonríes cuando las chicas se cuelan en tu coche y te persiguen hasta Colors? ―Y cuando él sonrió tímido, ella pulsó el botoncito de la cámara rápidamente. Tocó la pantalla para ver la imagen y le cedió el teléfono a él para que pudiese verla también.
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―¿Podríamos ir a sacarla? ―Ella enarcó una ceja. ―Me gustaría tener una copia, sales preciosa. ―Y ahí iba de nuevo, comenzaba a pensar que el no haber hablado desde hacía tanto con chicas le estaba cobrando factura.