Entre abrazos y algún que otro beso en la mejilla mientras que esperaban en la cola para poder entrar aguantaron la espera.
― ¿Realmente hay que entrar? Prefiero quedarnos en casa. ―murmuró Wonwo. Riendo, Selena golpeaba suavemente el brazo de él y, claro, reía por no prestar atención a su voz ronca que la hacía sentirse de aquella forma tan ansiosa y que erizaba el vello de su piel.
Finalmente consiguieron entrar y, cuando acababan de atravesar la puerta, Wonwoo paró en seco al igual que su risa ¿cómo podían caber tantas personas en un lugar tan pequeño? Cientos de personas se amontonaban unas encima de otras mientras que movían sus cuerpos al ritmo de la música, gritaban la letra de las canciones que por los grandes altavoces sonaban.
Podía ver contacto físico por todos lados y su respiración se aceleraba más y más con el paso del tiempo intentando tomar el poco oxígeno que existía en el pub. Selena estrechó su mano y aquello fue como un golpe de aire fresco en mitad del desierto, se sentía tan cálido su toque entre todo aquel terror que lo rodeaba y lo azotaba que intentó relajarse sólo por la presencia de ella.
Selena pasó a rodear la cintura de él y dejó su barbilla apoyada en el hombro de este, chocando su pecho en la enorme espalda de Wonwoo.
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―Nadie te hará daño, míralos, ni siquiera se dieron cuenta de que entramos no te preocupes, estoy contigo.
Poco a poco se dirigieron a la barra para pedir algunas bebidas, Wonwoo aguantaba la respiración como si aquello hiciese que aquel infierno fuese más llevadero. Ambos pidieron un refresco y aquello sorprendió al moreno.
― ¿No te pedirás una copa? ―Ella negó con la cabeza simplemente. ―Eres tan diferente... ―Aquello lo dijo más para sí mismo que para Selena.
―No suelo beber alcohol, así que... como lo hice en la cena ahora prefiero esto. ―Terminó levantando su vaso con una sonrisa.
― ¿Pararás en algún momento de ser tan perfecta? ―Él la miraba embobado, se encontraba tan embriagado por la belleza de ella, de lo despreocupada que solía parecer hasta que él hacía algo que hacía que su ceño se frunciese.
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Ambos decidieron sentarse para terminar su bebida en uno de los sofás que se encontraban más apartados, entonces, mientras que ambos charlaban, un par de chicas se sentaron en el sillón de enfrente.
Selena se había percatado de que no paraban de mirar a Wonwoo desde la lejanía y un fuerte nudo se instaló en su pecho, no le gustaba la forma en la que lo miraban; sin embargo, él no parecía darse cuenta.
Las chicas reían y cuchicheaban observándolo, aparentaban que ni siquiera se habían percatado de la presencia de Selena. En cuestión de minutos, ambas chicas se pusieron de pie acercándose al moreno de forma decidida y sin titubeos.
Las dos eran morenas y de piel pálida haciendo un fuerte contraste viéndose sumamente llamativas.
―Hola. ―dijeron simplemente a la vez con grandes sonrisas. Wonwoo miró a las chicas durante un segundo para pasar a mirar a Selena, pensando que tal vez serían amigas de ella; sin embargo, esta sólo las fulminó con la mirada, los celos la estaban carcomiendo y sentía que iba a enloquecer. ― ¿Perdona? Llevábamos un tiempo observándote, eres realmente guapo lo sabes ¿no?
Wonwoo las observó detenidamente, con mirada implacable y rostro severo. Aquellas palabras si hubiesen sido dichas por Selena habría dormido aquella noche con una gran sonrisa, pero de la boca de aquella chica sonaban amargas para sus oídos.
―Gracias. ―Cuando ambas escucharon la voz ronca y grave de Wonwoo, Selena pudo observar cómo se derretían, tal y como le ocurría a ella, solo que esperaba que no fuese tan evidente para la vista como lo eran las chicas.
―¿Te apetecería bailar?
―Yo no bailo. ―El moreno era riguroso e inclemente con sus respuestas. Selena intentaba esconder una sonrisa, porque se daba cuenta que ese Wonwoo dulce que conocía sólo existía con ella y nadie más.
―¿Y una copa? ―La mirada de Wonwoo pareció incluso llamear al escuchar la palabra alcohol referida a él.
―Y mucho menos bebo, ahora... ―Señaló hacia otro lado con la cabeza para evitar el echarlas de allí con la palabra. Ellas entendieron el mensaje y se fueron en busca de otro chico con rostro agraciado con el que coquetear. Wonwoo resopló como si aquello lo hubiese cansado y Selena rodeó su cuerpo entre sus brazos y escondiendo su rostro en el pecho de él con cuidado de no manchar con su maquillaje su camisa.
Se mantuvieron en silencio hasta que a Selena se le pasó aquella idea por su mente ¿qué ocurriría si ella fuese el que lo invitase a bailar? ¿Aceptaría? ¿O tal vez sería rechazada como las chicas de antes? Sin embargo, antes de poder invitarlo, Wonwoo se puso de pie colocando su ropa en su lugar con sus manos y justo después estiró una de ellas en dirección de Selena para que pudiese levantarse con su ayuda. De un tirón la echó contra su cuerpo, ambos estaban sumamente cerca.
―¿No me habrás traído aquí para quedarnos en un sofá sentados cierto? ―Selena parpadeó múltiples veces seguidas intentando analizar sus palabras ¿él la estaba invitando a bailar o eran sólo imaginaciones suyas?
Sin embargo, cuando Wonwoo la empujó hacia donde todos bailaban, y había un menor número de adolescentes reunidos, fue suficiente para responder a sus preguntas.
El moreno pensaba que de aquella forma ella pensaría que él era un adolescente más... ¿normal? No quería que ella pensara en él como un chico aburrido que desea pasar la noche sentado en un sofá aunque en realidad eso era cierto, pero prefería cambiar para poder gustarle a ella; sin embargo, lo que él no sabía es que Selena era igual que él. Ella sabía a la perfección el por qué de las acciones de Wonwoo y valoraba con toda su alma el hecho de que incluso deseara cambiar su forma de ser con tal de ser bueno para ella, aunque no fuese lo que realmente quería.
Wonwoo volvió a acercarse a ella, pero esta vez de forma lenta y tortuosa hasta que ambos cuerpos quedaron pegados y se movían lentamente, ni siquiera seguían el ritmo de la música pero a ninguno le importó.
Habían perdido la cuenta de las canciones que habían pasado ya, tampoco es como si la estuviesen escuchando, sólo estaban concentrados en la persona que tenían delante.
Wonwoo observó el cuello de Selena, brillaba gracias al sudor que había cubierto su cuerpo suavemente por el calor que los fustigaba. No pudo resistirse, acercó su nariz y lo trazó suavemente de forma delicada haciendo que Selena se tensara en el lugar y obligando a que se recordase a sí misma el seguir el leve movimiento de pies con el que bailaban. Poco a poco, pasó de hacerle cosquillas en la garganta con la nariz a hacerlo con sus labios, aquellos que eran tan abultados y voluminosos que la estaban volviendo loca. De delinearlo suavemente pasó a pequeños besos húmedos que incluso todo aquel que se ponga en su lugar podría sentir esas mariposas en el estómago. Fue subiendo, pausadamente, lento hasta sus labios. Se detuvo durante un momento en su clavícula, mordiendo un poco pero sin dejar marca para seguir subiendo hasta su mandíbula.