Selena sentía sus ojos tan pesados que siquiera intentaba abrirlos. Pegado a su pecho podía sentir una musculosa espalda, al igual que unos fuertes brazos la tomaban por los muslos con seguridad. Intentó agudizar sus sentidos y pudo escucharlo, una voz tan grave que sentía como un nudo se instalaba en su estómago, ¿podía... podía ser esa voz de él?
―Dios, Wonwoo, ¿por qué todo te tiene que pasar a ti? Eres un idiota, pero el mayor idiota del mundo, todo esto te lo buscas tú solito. –Selena aguantó la risa sin realizar movimiento alguno y poder seguir escuchando. ―Y encima cada vez pesa más, no habrá muerto ¿verdad? No, claro que no. ―Soltó una risa falsa acabada con un gran suspiro. –No, sólo será una bajada de azúcar o tal vez del susto, porque no esperaba que reaccionara así ¿cierto? Es imposible que alguien muera de un susto, eso es sólo una forma de hablar ¿no? Por supuesto. –Selena sintió que rompería en carcajadas en cualquier momento, así que llevó las manos a cada lado de la cabeza del que ahora sabía que se llamaba Wonwoo y le susurró en el oído.
―¿Por qué hablas solo? ¿Estás loco? –preguntó con una sonrisa en los labios, sonrisa que se borró cuando el chico se sobresaltó y ella cayó de culo sobre el frío suelo de la noche. ―Ey, ¿qué cojones haces, eh? ―dijo enfadada mientras que se levantaba con dificultad y limpiaba el polvo de sus pantalones.
―No deberías de haberme tocado, no me gusta, nadie lo hace y tú no serás menos. ―Su sombría voz que había escuchado anteriormente volvió haciendo que una sensación heladora la recorriese de pies a cabeza. Entonces, el moreno se giró sobre sus pies y se marchó, dejándola en mitad de aquella solitaria y oscura calle y que, lo peor de todo, Selena no tenía la menor idea de dónde se encontraba. Comenzó a correr hasta quedar frente a él evitando que siguiese con su camino y provocando que uniese sus cejas en una sola, aunque al menos, esta vez no lo tocó. ―Quítate. De. Mí. Camino. ―murmuró separando cada palabra. Realmente Selena se hubiese desmayado de nuevo si no hubiese escuchado el monólogo que tanta gracia le hizo por lo que no dio su brazo a torcer.
―Llévame a casa.
―¿Qué? ¿Quién te crees que soy? ¿Tu niñera? ¿O tal vez algún tipo de taxista? Fuera de aquí y déjame en paz. ―Selena hizo caso omiso a sus palabras y comenzó a caminar a su lado en la misma dirección hasta que este finalmente se detuvo. Ella lo observó con inocencia haciendo que él aguantase las ganas de reír. "Espera, ¿desde cuándo una chica me hace querer sonreír?" pensó Wonwoo. Con un casi imperceptible movimiento de cabeza eliminó aquellos pensamientos, había llegado al lugar donde había aparcado antes de encontrarse con el idiota de antes al que tuvo que dar una lección. Entró a su coche, recibiéndolo con un gran calor y con una preciosa sonrisa por parte de la chica que se encontraba en el asiento del copiloto. ―¿Puedes explicarme qué diablos haces aquí? Creí haberte avisado sobre no llevarte a ningún lado.
―Has estado a punto de matarme, ¡y sólo tengo diecinueve años! Me la debes. ―Wonwoo se llevó sus manos a su frente despeinando el pelo de esa zona.
― Yo a ti no te debo nada, soy un extraño que has visto casi matar a una persona a golpes ¿cómo te subes al coche de esta forma? ―Su voz con el paso del tiempo se hacía más ronca y grave y a Selena le gustaba, algo había en ese chico que le impedía alejarse, esa aura de misterio le impedía alejarse.
―Si no he corrido calle abajo huyendo de ti es porque sé que no me vas a hacer daño. ―Wonwoo se sorprendió de lo sincera que parecía; sin embargo, no se permitió a sí mismo mostrárselo a ella.
― ¿Acaso escuchaste lo que te acabo de decir? Soy una persona peligrosa, así que sal del maldito coche antes de que te haga daño.
― ¿Qué eres? ¿Un asesino a sueldo? –Giró su cuerpo para verlo bien analizando cada milímetro de su rostro haciendo que él, por primera vez en años, se sintiera nervioso por recibir la mirada de alguien. ―¿O quizás un ladrón? Dios mío dime que no eres un violador. ―A Wonwoo se le encendió la bombilla o al menos eso pensó él cuando, con su mano izquierda aún en el volante se movió hasta quedar a una escasa distancia de la chica mezclando respiraciones. Aspiró suavemente el olor de este, no había rastro de alcohol, sólo aroma a chicle de fresa ¿entonces la chica estaba majara realmente? Por un segundo imaginó que sólo estaba bajo los efectos del alcohol y por eso no sentía que él realmente podría meterla en un buen problema, pero no, ella confiaba en él sin siquiera conocerlo y, por si fuera poco, lo que vio de él no es que recibiese una muy buena imagen que digamos. Para rematar, ella no había movido un pelo cuando él se acercó de esa forma a ella. Se veía tan... inocente y pura que se le ponía el vello de punta.

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Don't touch
FanficSelena, no te acerques a él, si todo el mundo le tiene miedo será por algo ¿no crees? No se permiten adaptaciones.