Wonwoo se detuvo al escuchar su voz y, hastiado, apoyó su frente en el hombro de Selena que estaba algo húmedo por su propia saliva y pegajoso del sudor pero realmente no le importó. Pensó que si cerraba los ojos aquel imbécil desaparecida. Él era la segunda persona que menos quería ver en el mundo.
― ¿Qué quieres Mingyu? ―Ya había pasado un mes desde que no lo veía y aquello lo alegraba, ahora que estaba acostumbrado a la compañía de Selena no le apetecía dejar salir su rabia contra el mundo en forma de puñetazos. Además de que ahora todo era mucho más higiénico ya que no tenía todas las camisetas manchadas de sangre, lo cual costaba muchísimo en salir por mucho que las lavase.
Mingyu sólo comenzó a reír, Selena al sólo escuchar su voz se pegó al cuerpo del moreno, asustada. La última vez que él la vio estuvo a punto de... no quería siquiera recordarlo.
Pero él no llegaba sólo sino que estaba acompañado de dos chicos más, ambos era altos y a diferencia de este, muy pálidos de piel. Sus músculos estaban marcados contra las camisetas de algodón y eran demasiado atractivos para ser verdad.
―Mirad chicos, el chiflado ha superado ya su... ―No pudo continuar porque los tres explotaron en risas de nuevo. ―Miedo a que lo toquen.
―Teniendo en cuenta que siempre acabaste tirado en el suelo esperando a por una ambulancia cada vez que te toqué deberías de rezar porque no supere mi miedo ¿no crees?
Mingyu cambió su gesto en cuestión de segundos, su sonrisa desapareció para verse prudente y reservado, sabía hasta dónde debía llegar si no quería que le destrozase su rostro, una vez más.
―Bueno, y cuéntame ―Parecía que lo iba a llamar de alguna forma, pero sus palabras se quedaron obstruidas en su garganta, por lo que Selena no supo qué se le pasaba por la mente a aquel imbécil; sin embargo, Wonwoo sugería que sí lo había entendido cuando lo asesinó con la mirada. ―Wonwoo... ―Terminó diciendo. ― ¿No nos presentarás a tu novia?
― ¿Por qué demonios debería de presentarte a ti a nadie?
―No me hagas hablar de más. ―Le retó. Tanto Selena como los otros dos chicos parecían estar en mitad de un partido de tenis, observando a cada uno que hablaba y deteniéndose estudiar sus gestos que parecían estar más llenos de significado que sus palabras. ―A no ser que ella... No sea nada para ti. ―Wonwoo gruñó siendo escuchado a pesar de la música que los envolvía. ―Realmente deberías de pensártelo, la chica es una siesa. ―Wonwoo se tensó y Selena lo sostuvo del brazo para no lanzarse sobre él.
― Cierra tu puta boca. ―Aquellos chicos volvieron a reír al ver que estaban consiguiendo su objetivo, sacar de quicio al moreno.
―Ay, ¿por qué eres así de malo? Lo digo por ti. Aquella noche... en el callejón, ¿lo disfrutaste? ―Esto último lo dijo mirando fijamente a Selena con una sonrisa altanera y petulante haciendo que esta quisiera incluso vomitar, sentía tanto asco por el castaño.
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A pesar de que intentó agarrarlo con todas sus fuerzas, Wonwoo dio un fuerte golpe con su puño cerrado en la mandíbula de Mingyu. No hizo nada más, sólo lo dejó tirado en el suelo pegajoso por las bebidas que habían caído a la solería mientras que los otros dos matones sólo observaban sabiendo que su destino sería incluso peor si intentaban defender a su amigo.
A Selena le sorprendió que Wonwoo no siguiese golpeándolo, sólo la tomó de la mano y la sacó de allí dejando atrás los gritos de los adolescentes que habían presenciado la pelea.
