Don't touch

¿Por qué te preocupas?

El corazón de Wonwoo palpitaba a gran velocidad ¿por qué se sentía y actuaba de esa forma tan estúpida? Él odiaba el contacto físico o más bien no podía soportarlo, como si de un instinto animal se tratase se convertía en alguien que no quería y golpeaba a todo aquel que siquiera lo rozase después de lo que ocurrió.

Selena dejaba salir el aire por su boca entrecerrada, sin saber dónde colocar sus manos o simplemente qué hacer con su cuerpo mientras el otro seguía agarrándola con delicadeza a la altura de su cintura.

De repente, Wonwoo se separó de ella en silencio y comenzó a caminar hacia la salida, Selena corrió hasta quedar frente a él deteniendo su paso.

―¿Dónde crees que vas?

―A buscar a ese imbécil.

―¿Acaso eres idiota? Te dije que ese chico era peligroso. ―Wonwoo bufó y dejó una media sonrisa en sus labios.

―Bueno, tu mejor que nadie sabe cómo acabó Mingyu esa noche ¿verdad? ―¿Entonces ese chico se llamaba Mingyu? ―No me hará nada, no tienes por qué... preocuparte.

―Pero aún así lo hago, así que no dejaré que vayas. ―Wonwoo frunció el ceño.

―A ti no te importa lo que yo haga o deje de hacer con mi vida. ―dijo seco. Selena abrió y cerró su boca varias veces buscando una respuesta adecuada pero no la encontró, porque Wonwoo tenía razón, a ella no le importaba o al menos no debería de importarle lo que haría aquel... extraño.

Antes de que pudiese llegar siquiera a esa conclusión el moreno ya había desaparecido por la puerta principal del local. Selena lo siguió preocupada con el corazón acelerado, muchas cosas habían ocurrido en escasas horas, sólo esperaba que nada malo ocurriese.

Al salir, la noche y la oscuridad la abrazaron haciendo que un escalofrío le recorriese todo su ser acompañado de un mal presentimiento. Las calles solitarias producían una sensación terrorífica; sin embargo, para Selena era algo estúpido el tomar un taxi al vivir tan cerca por lo que comenzó a caminar. Wonwoo no estaba en ningún lado, era una tontería intentar buscarlo.

Pasó junto a un callejón sin luz alguna a paso rápido ya que no podía tomar otro camino, no era la primera vez que había pensado en cambiar de barrio. Un brazo la tomó haciendo que chocase fuertemente su cuerpo contra la pared de ladrillo y un aroma a hombre se incrustara en sus fosas nasales.

Después de parpadear varias veces, pudo ver ese rostro que se estaba haciendo tan familiar a sólo unos centímetros del rostro. Mingyu. Este sonreía altanero mientras dejaba sus manos en los hombros de ella.

―¿Q...Qué quieres? ―Tartamudeó.

―A ti. ―Dijo simplemente, después de una fuerte carcajada, continuó. ―Realmente ahora entiendo por qué Wonwoo pasa tanto tiempo rodeado de ti últimamente, es un chico con suerte, una lástima que yo te conseguiré antes que él.

―Quítame las manos de encima. ―Mingyu chasqueó la lengua.

―¿Sabes que comportándote así sólo haces que esto sea más divertido?

―Hablo en serio, suéltame.

―Bueno, pues creo que entonces será momento de pasar a la acción y dejémonos de tanta palabrería.

Antes de que Selena pudiese gritar y pedir auxilio Mingyu ya había chocado sus labios contra los de ella adentrando su lengua en su boca sin permiso, mientras recorría sus manos desde sus hombros por su costado hasta llegar a su cadera, aquellas manos no provocaban el mismo calor que le había producido las de Wonwoo anteriormente, ahora sólo sentía asco. Selena golpeaba su pecho con toda su fuerza, aunque no la necesaria para separarlo. En un momento, Mingyu mordió con fuerza el labio inferior de ella haciendo que ella jadease de dolor.

―Si sigues así sólo será peor para ti ¿por qué no intentas disfrutarlo? ―Selena cerró sus ojos con fuerza mientras él volvía a acercarse; sin embargo, el contacto que él mantenía en ella desapareció siendo sustituido por un gran estrépito.

Abrió los ojos rápidamente y entonces vio el cuerpo de Wonwoo sobre el del otro golpeándolo, no fue mucho después que este pudo escapar y huir del lugar ya que sabía cuál sería su final en caso de no hacerlo.

Antes de que Mingyu hubiese siquiera cruzado la esquina y desaparecido de la vista de ambos, Wonwoo volvió a donde se encontraba Selena tomándola de las mejillas. Esta se encontraba en estado de shock mientras que las lágrimas recorrían su rostro de forma silenciosa pero sin detenerse.

El pecho de él subía y bajaba rápidamente mientras que eliminaba cualquier rastro de lágrima con sus pulgares de forma tierna.

―¿Estás bien? ¿Ese desgraciado te hizo daño? ¡Selena, por favor, contéstame! ―Ambos se encontraban cerca, él gritaba intentando llamar la atención de ella pero esta no respondía hasta que finalmente asintió a sus preguntas.

Wonwoo al ver aquello la rodeó entre sus brazos pegando sus labios en la frente de Selena dejando un beso en el lugar y sin separarse de aquel lugar durante unos segundos mientras inspiraba el aroma de la chica intentando calmar sus sentidos.

―¿Por qué te preocupas? A ti no debería de importarte lo que haga o deje de hacer con mi vida. ―susurró, citando las palabras por el chico anteriormente que tanto le habían dolido.

―Es cierto, ¿verdad? Pero lo hago, créeme que yo tampoco sé la razón de por qué.