Tu me cambiaste la vida (Cristiano Ronaldo)

Capitulo 14

Cerré la puerta cuando Cristiano salió con Junior. Me di media vuelta y tenía a Iker frente a mi de brazos cruzados. 

  — ¿Y eso ha sido? — comentó Iker levantando una ceja. 

— No se a que te refieres hermanito — solté una risa nerviosa y pasé de largo cortando una platica que no deseaba tener. 

— Vamos Iker, deja de molestar a Alice — mi cuñada, mi salvadora, volvió a aparecer en escena, caminé y la abracé fuertemente—  

— Oh Sara, no sabes cuanto te adoro — besé su mejilla y ambas reímos mientras Iker hacía pucheros. 

— El sentimiento es el mismo All — Iker se fue de ahí para ir con el pequeño Martín y Sara se volteó a mi para observarme—  luego tendrás que contarme todo y con lujo de detalles. 

— Vale, no prometo nada, quizá si hay algo de ropa de por medio... te pueda contar — reí saliendo de ahí y subí las escaleras para irme a arreglar y partir a la casa de Cristiano. 

Tardé una hora en terminar de arreglarme y encaminarme rumbo a casa de mi paciente. Toqué la puerta y esta vez me recibió el propio Cristiano. 

— Hoy luces muy guapa Alice — se hizo a un lado para que pudiese pasar y cerró la puerta tras de mi—  

— ¿Qué te puedo decir? Soy hermosa — ambos reímos y comenzamos a caminar hasta su gimnasio, me sorprendí de mí misma al ver que nuestro trato mejoró a montones y ahora eramos "amigos" no se que iba a pasar después, o cómo iba a terminar todo esto, me sentía confundida, me sentía extraña, estaba sintiendo cosas que no debía, volvía a sentirme atraída por el gran Cristiano Ronaldo. 

— Hey, tierra llamando a Casillas — Ronaldo chasqueó sus dedos frente a mi cara y me hizo reaccionar. 

— ¿Qué? — pregunté confundida sacando algunas cosas de mi maleta. 

— Pregunté que ¿qué haríamos hoy? 

— Bueno, hoy intentaremos hacer que dejes esas horribles muletas — vi algo de nervios y preocupación en su cara. — Tranquilo, estás con la mejor fisio del mundo — reí un poco y coloqué mi mano sobre su hombro. — Anda, veo que mandaste a colocar las barras que te pedí, así que colócate en el principio. 

Cristiano suspiró y caminó con las muletas lentamente, observó en silenció la barra y me coloqué frente a él. 

  — Bien, con cuidado, suelta las muletas, una por una y sostente de las barras 

Él hizo lo que le pedí y coloqué mis manos sobre su cintura, realmente estábamos muy juntos, tanto que podía sentir su respiración chocar contra mi. Subí mi vista hacía el y ambos quedamos mirándonos por unos instantes. 

— Ahora, quiero que intentes dar pequeños pasos, empieza por la pierna sana y luego con la otra con mucho cuidado. 

— Yo, no se... no se si pueda Alice 

— Vamos, yo se que tú puedes, estaré ayudándote 

Dio un pequeño paso como se lo indiqué, sentí su cuerpo temblar y sostuve con fuerza su cuerpo contra mi. 

— Respira, da otro paso — avanzó ahora tres pasos más, dio media sonrisa y sentí su cuerpo comenzar a desvanecerse debajo de mi. 

Cristiano cayó sobre mi, afortunadamente, cayó con la pierna sana y ambos quedamos tumbados en el suelo. 

— ¿Es..esta..estas bien? — susurré al verlo a milimetros de mi esta vez— 

— Solo quiero hacer algo — suspiró cerrando sus ojos y acortó la distancia entre los dos, sus labios rozaron los míos y segundos después los presionó.