Tu me cambiaste la vida (Cristiano Ronaldo)

Capitulo 3

By Alice

Desperté y la casa estaba en un silencio impresionante, miré el reloj de mi mesita de noche y vaya sopresa, las 3 de la tarde, ¿Acaso fue que dormí tanto? Tomé una pequeña nota que estaba junto al reloj, era de Iker, muy raro en él.

Alice, he tenido que salir. Al parecer Sara pescó un resfriado y puede contagiar a Martín, voy a pasar 3 días con ellos, espero no te molestes, te quiero mocosa.
Por cierto, para que esté más tranquilo, dejé a alguien al pendiente de ti, era la única persona disponible y se ofreció. Por que claro, aun eres mi pequeña hermanita y debes estar protegida y en compania para que no extrañes al mejor portero y hermano del mundo. Te quiero.

Solté una carcajada al leer la nota de mi hermano, tenía un ego tan alto y muy gracioso por cierto, pero así lo amaba. Me di una ducha, me coloqué un bikini, puesto el clima sentaba muy bien, encima, me coloqué un short, dejando la parte de arriba sin ninguna otra prenda, tomé mis lentes y una toalla y me dispuse a bajar.

Antes de terminar las escaleras, escuché ruido de televisión, que raro, si nadie estaba, me acerqué lentamente para observar al sujeto que estaba sentado sobre mi sofá, al estar a escasos centímetros, él giró la cabeza y oh por Dios, jodido Iker hijo de... lo iba a matar, lo iba a matar.

—Vaya, buenas tardes señorita Casillas, ¿Durmió bien la princesa de la casa? —soltó burlón.

—¿Que haces en mi casa y en mi sofá Ronaldo? ¿Puedes hacerme el favor de irte?

—Lamento desilucionarte Alice, pero Iker me ha dejado de niñero

—Yo no necesito un niñero y menos a ti, engreido

—Hagas y digas lo que digas, no me voy a ir, por cierto te ves sexy -relamió sus labios mirádome de arriba abajo

—¡Jodido pervertido! Pudrete Ronaldo.

Salí de la sala y fui al jardín para recostarme sobre un camastro, extendí mi toalla, me coloqué un poco de bronceador y puse mis lentes cerrando los ojos. Iker me las va a pagar, sabe que no soporto a Ronaldo y me lo pone como niñero, estúpido hermano.
Pasó media hora y me coloqué boca abajo, escuché ruido sobre los arbustos, pero pasó desapercido, pues pensé que era mi pequeña chihuahua. Volví a voltearme y tomé una revista, comenzé a leerla y el ruido se hizo más fuerte, escuché un quejido y subí mis lentes hacia mi cabeza colocandolos como una diadema.

—¿Te han dicho que espiar a las mujeres es interpretado como acoso? Debería demandarte

Ronaldo salio lentamente de su escondite, se colocó enfrente de mi y acercó su rostro al mio, estaba muy cerca de mi, lo cual me incomodó.

—¿Te quitas? Me estás tapando el sol -podía sentir su respiración sobre mis labios, no tuve de otra más que golpear su entre pierna, este se quejó y se tomó con las manos el lugar afectado.

—¡¡¡AAALIICEEEEE!!! -gritó retorciendose en su lugar, se movió y aproveché para salir de ahí

—ESO TE PASA POR SER UN MALDITO PERVERTIDO Y APROVECHARTE

Subí a mi habitación otra vez, tomé mi celular y le llamé a Iker, sonó el timbre 4 veces y por fin respondió

—¿Qué pasa Al?

—¿Cómo que qué pasa Casillas? ¡¡¡Me has puesto de niñero a Ronaldo!!! ¡Estás mal de la cabeza! ¿Cómo se te ocurre? Sabes que no me agrada y lo hiciste, Iker, ¿Por qué? ¿Es un plan para que me vaya de casa otra vez?

—Al, calmate ¿vale? le pedí a los demás chicos, pero todos estaban ocupados, el era el único libre, no quise dejarte sola porque hubo un robo cerca de casa y me entró temor, lo siento Al