Capitulo 23

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Después de que Iker firmara con el Porto, llegó la hora de la despedida. 

Mi hermano y Sara ya habían encontrado un nuevo lugar para vivir, no puedo negar que me encontraba triste, practicamente pasé toda mi vida con él y ahora cada quien tomaría rumbos diferentes. 

Cristiano no se despegó ni un momento de mi, y lo agradecí con todo mi corazón, trataba de distraerme haciendo chistes de pésimo gusto o llevandome de paseo. La mudanza había llegado la semana pasada, y con eso, tuve que sacar definitivamente todo lo que me quedaba. Llegué a preocuparme por localizar un departamento, pero no fue necesario, ya que otra vez, Cris me había pedido que me quedara con él y con Junior. 

Mis papás y Sara no irían al estadio al ver como se despedía Iker, eso les pondría mal y lo entiendo, después de 25 años de esfuerzo, no querían ver como su hijo decía adiós. 

Convencí a Iker de ir con él, al principio se negó, pues sabía que el sentimiento me iba a ganar, después de tanto insistirle, aceptó. Ese 11 de Julio emprendimos marcha para el Bernabeu, sería la ultima vez que Iker lo pisara como jugador del conjunto blanco. Iba con un semblante serio, pero sabía que por dentro estaba conteniendo las lagrimas, ninguno de los dos hablabamos y no era necesario. 

Al entrar a la sala de conferencia, todos los periodistas estaban a la espera de mi hermano, yo tomé asiento en un lugar un tanto apartado, pero cerca de Iker, estaba nervioso, y siento que en parte, no estaba preparado para irse, pero la situación en el club y la afición se volvían más duras. Tomó agua, pasaba sus manos por la cara y volvía a el agua, miraba a todos y cogió el valor para decir sus primeras palabras. 

Hablaba entrecortado, y no pude evitar derramar unas cuantas lagrimas y el hizo lo mismo. Comenzó con su carta de despedida, si yo me sentía mal, no quería saber como se sentía mi hermano. 

Luego de unos cuantos minutos. Estaba por finalizar el discurso, mi hermano lloraba y tenía inmensas ganas de ir corriendo y abrazarlo. 

—Hay una frase que siempre he dicho en alguna entrevista y la vuelvo a repetir para que la gente se quede con ella: por encima de recordarme por ser un buen portero o un mal portero, sólo espero que la gente se acuerde de mí por ser buena persona. Por tanto, gracias, gracias, miles de gracias. Nunca os podré olvidar y estad seguros de que allá donde vaya seguiré gritando: ¡Hala Madrid!". 

Terminando esto, se levantó y salió por aquella puerta, salí detrás de él y lo abracé por detrás con todas mis fuerzas mientras lloraba, él acarició mi cabeza y nos mantuvimos algunos segundos ahí, los dos, llorando y sacando todo el sentimiento que nos había provocado aquello. 

  — Vamos Alice, debemos regresar a casa — limpió mis mejillas y salimos abrazados de ahí. 

Recordé todos los momentos buenos, los malos, mi hermano en verdad era un ángel. Nuestras últimas alegrías fueron los títulos ganados la temporada pasada, y ahora, que comenzaba una, él ya no estaría. 

— ¿Seguirás viniendo al Bernabeu y a Valdebebas? — mi hermano me sacó de mis pensamientos. 

— No lo se, es más, no se si me queden ganas de volver. 

— Recuerda que sales con la gran estrella. 

— Tal vez él sepa entender. No puedo pasearme como si nada cuando tu no estás. Me sentiría como una traicionera. 

— No quiero que te preocupes por mi, lo voy a saber entender. 

— Igual, no creo. Prefiero mantenerme alejada, tal vez presentarme en partidos importantes. 

— Vale, te lo agradezco mucho — recargué mi cabeza en su hombro y llegamos a casa de Cristiano, le había ofrecido su casa a mi familia, ya que entregaron la casa y sus cosas estaban por llegar a Portugal. 

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— Espero disfruten de Portugal, es un lugar maravilloso, y no es por presumir. 

— Eso haremos Cristiano, gracias y por favor cuida mucho de mi hermana. 

— No lo dudes, hermano, tu igual cuida a Sara y Martín. 

Ambos se despidieron, mantenía a Martín en mis brazos mientras Sara se despedía de Cristiano. Besé varias veces a Martín, sin duda lo iba a extrañar, pero ahora tendría a Junior. 

Pasaron a abordar el avión, Cristiano acariciaba mis mejillas tratando de limpiar las  lagrimas. Realmente me sentía triste. Regresamos a casa, esta ahora sería mi nueva vida y se que me costaría tiempo adaptarme a todo esto. 

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Tu me cambiaste la vida (Cristiano Ronaldo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora