Conoce tus capacidades

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Cuando se trata de hablar de nosotros mismos, siempre es más fácil hablar de lo que hemos logrado, nuestros reconocimientos y talentos; muy poco nos atrevemos a mencionar nuestros errores o defectos, porque es mejor dar una buena imagen.

Existe la otra parte, que prefiere hablar de sí negativamente o autoconmiserándose, con la idea de que así muestra humildad. Nada más alejado de la realidad, la humildad tiene otro significado.

De acuerdo a la RAE, la palabra humildad significa:

  "Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento"  

  Es decir, la humildad se refiere a un auto conocimiento, darse cuenta de lo que sí puedo y no puedo hacer, hasta donde puedo llegar, y justo eso, es lo que nos invita a hacer la palabra de Dios. 

"Dios en su bondad me nombro apostol, y por eso les pido que no se crean mejores de lo que realmente son. Más bien, veanse ustedes mismos segun la capacidad que Dios les ha dado como seguidores de Cristo". (Romanos 12.3)

Ocurre que a veces, ya sea por tener un título universitario, tener mucho dinero, un gran puesto en el trabajo o ser experto en un área de conocimiento, nuestro ego crece, y nos hace sentirnos seres únicos, especiales y que merecen un trato especial.

No niego que lo anteriormente mencionado, sea digno de reconocimiento o de admiración, pero TODO ello, no es motivo suficiente para sentirte superior a tu prójimo, por muy contrastado que sea el estado de él, la actitud correcta, es de humildad.

Es cierto, quizá seas muy bueno como médico, salvando vidas y estudiando mucho para ser un gran profesionistas, pero eso en ninguna manera te hace superior a alguien que no estudió nada, pero que es bueno en otras áreas, ya sea desarrollando un oficio o algo que no requiera estudios.

Dios nos dio capacidades diferentes a todos, habrá cosas que puedas hacer mejor que otros, pero eso solo significa una cosa, que la gracia de Dios está en tu vida, conoce tus capacidades, pero también reconoce las capacidades de otras personas.

Tener un título o un cargo muy importante no hace mejor persona, lo único que te hace especial, es la gracia de Dios en tu vida. Si necesitas que alguien te diga Licenciado, Doctor, Ingeniero, Maestro, entre otros; realmente no estas seguro de lo que eres, por eso, requieres de que te lo recuerden.

Una persona que tiene perfectamente quién es y lo que puede hacer, encuentra deleite en ser llamado por su nombre, que por los títulos que posee.

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