Confeciones

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Llegamos a casa, porque al fin al cabo esa ere mi casa, y como si siguiera así no me iba a mudar, estaba cómoda y segura con él, así que no me apetecía nada de nada, mudarme y vivir sola.

- Te apetece cenar algo ¿

- Lo que hagas estará bien. Voy a darme una ducha mientras, ha sido un día horrible.

- Está bien, yo preparo la cena mientras.

- Gracias.

Narra Aarón

Hoy había sido un día de los que no sacas nada en claro, no habíamos conseguido nada, y la verdad estaba preocupado por Kate, sabía que esto le afectaba demasiado, y no era una persona de compartir muchos sus sentimientos. Ahora que me fijo bien, tenemos demasiado cosas en común.

Me puse a preparar la cena, mientras ella se daba una ducha esperaba que el agua caliente la ayudara a relajarse un poco, en vista de que pasaba los minutos y ella no salía ,me dispuse a ver qué tal estaba. Llame a la puerta y no obtuve contestación, y empecé a preocuparme, no me gustaba invadir su espacio personal, pero como no contestaba entre. Seguía en la ducha, el agua caliente seguí saliendo, pero ella estaba como ausente.

- Katherine estas bien?

- No consigo entrar en calor, no puedo moverme de aquí.

- Venga vamos sal de la ducha, creo que estas en shock por la situación de hoy.

Cogí una toalla y el saque del baño en brazos, necesitaba cuidar de ella, era una buena amiga, aunque en estos días que pasaba junto a ella se estaba convirtiendo en algo más.

- Aquí estarás bien, no te preocupes no va a pasarte nada.

- Tengo miedo de que vuelva Aarón, y de que termine el trabajo que dejo sin hacer.

- Eso no va a ocurrir, el equipo no lo permitirá y yo tampoco.

Se dejó caer en mis brazos y empezó a llorar como una niña, sé que eso le vendrá bien, así que estuvimos allí, hasta que ella por fin dejo de llorar.

- Estas mejor?

- Si gracias, siempre estás ahí cuando lo necesito.

- Eso no cambiara nunca.

- Sabes cuando pasó lo del tema de mi familia, me quede sola, como sabes esa era mi única familia y me fue arrebatada. Con el paso de los años me propuse cuidar y velar por las familias. Estaba sola, sí pero sólo hasta que te conocí a ti, fuiste un buen jefe, pero sobre todo un buen amigo en esos momentos. Siempre te agradeceré que estuvieras a mi lado, pero hay algo que nuca te he dicho y que nunca ha cambiado. Y es que desde el primer momento que te vi, me gustaste mucho, pero estaba recién salida de la academia y acostarse con el jefe no era nada bueno. Luego los años pasaron, y perdí la oportunidad. Pero el otro día cuando te abracé después de tanto, esos sentimiento volvieron a florecer. Lo que quiero decirte es que sigues gustándome, ya no soy aquella chica que perdió a sus padres. Ahora soy una mujer, y se lo que quiero y lo que quiero es a ti.

            - Vaya, sí que es toda una confesión. Sinceramente Katherine tendría que decirte que yo siento lo mismo por ti, pero como tú ,yo tampoco llegue a decírtelo nunca. Pensé que sería algo pasajero pero con el tiempo que llevas aquí, esto ha ido creciendo y ya es algo que no puedo negar.

        - Bueno no sé cómo son las normas por aquí, quiero decir el equipo pensara cosa de mí, y la jefa no sé cómo se lo tomaran y si vuelven a separarnos?

        - Déjame que hable con Erín Strauss yo, no creo que haya problemas siempre y cuando seamos profesionales en el trabajo. En cuanto al equipo, créeme se lo tomaran bien, llevan tiempo buscándome pareja.

         - Entonces lo intentamos?

           - Si claro.

Y así fue como ese día empezamos a salir, después de todos estos años por fin le dije lo que sentía y lo mejor que ella sentía lo mismo por mí. Convencí a Katherine para contárselo al equipo, tal vez no era el mejor momento, pero cuando lo es. Pensaba igual que ella, si el destino volvió a unirnos de nuevo, porque desperdiciar la oportunidad.

Y el destino volvio a UnirnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora