Entre sus brazos

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Nos dirigimos de nuevo a la sala de reunión.

-Que tienes García?

-Se llama John Barry, ahora tiene 50 años, estuvo casado y tuvo dos hijos, pero murieron en un accidente de coche, más o menos cuando lo de tu familia Kate.

-Ese debió de ser el detonante.

Estuvo en la cárcel por algunas peleas de bar nada serio, el tatuaje se lo hizo allí dentro, es por eso que lo identifique rápido. Vive en larkind dar número 40.

-Tienes una foto de el ?

-Tienes una foto de el ?

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-Es él?

-Si es el, solo que con 30 años más.

-Vamos a por él. Pero tú te quedas aquí

-Que ¿Venga hotch es mi oportunidad.

-Él te quiere a ti, correrás peligro y harás corre peligro al equipo y lo sabes, no puede está en su línea de tiro.

-Está bien, pero tener cuidado. Y mantenerme informada por favor.

-Lo haré, vamos chicos.

Y me quedé allí, mientras el equipo iba a capturar a ese mamón, yo me quede en el mismo sitio donde me dejaron, esperando cualquier noticia de ellos, o esperando a que entraran por la puerta con ese cabrón.  Mi móvil empezó a sonar.

-Lo tenéis?

-Aquí no había nadie, parece que lleva deshabitada mucho tiempo.

-Entonces no tenemos nada?- dije desilusionada.

-Tenemos el perfil, reid y Morgan se quedará investigando la casa, Rossi y yo volvemos a la central.

-OK.

Mierda, ahora que habíamos dado con él, y no estaba en su casa, dónde diablos estará escondido. Me sentí desilusionada, sabría que daríamos con él, pero cuando... me senté en mi despacho a esperar, no tenía gana de seguir pensando en esto, había sido un día agotador y necesitaba dormir.

-Ah estabas aquí, llevo buscándote un rato.

-Estaba cansada, y me vine para aquí. Y los demás?

-Rossi se ha quedado repasando algunas notas, reid y Morgan investigando la casa y jj ultimando detalles con la prensa. Y tú y yo nos vamos a casa

-Pero qué dices? Tenemos que quedarnos aquí, hotch.

-Nos avisaran con cualquier cosa, le he dicho que nos llamen cuando encuentre algo. Vamos.

-Está bien.

Muy a mi pesar, nos fuimos a casa, aunque la  verdad me apetecía mucho, una ducha y una buena cama.

-Cómo lo llevas?

-Estamos más cerca que antes, así que de momento bien, cuando lo vea en persona pues no lo se la verdad.

-Ve a date una ducha, yo preparo la cena. Bueno mejor pido pizza me apetece.

-Guay, a mí también.

-Pero hazme el favor de no darme más susto en la ducha como la otra vez.

-Espero que no.

Me cambie, pedí la pizza y espere a que Kate terminará. Estaba viendo un partido cuando apareció ella, llevaba puesto un camisón de seda muy bonito y el pelo recogido.

-Esta preciosa.

-Si seguro con esta pinta. Pediste la pizza, me muero de hambre.

-Estará al llegar.

En eso que sonó el timbre, y nos pusimos a cenar. Después de cenar, fuimos para el cuarto había sido un día agotador y ambos necesitábamos descansar.

-Sabes he querido ver ese pelo suelto, desde que saliste con ese camisón tan transparente.

Hotch  me quito la pinza que me sujetaba los cabellos. Yo siempre llevaba el pelo recogido en un moño. Era mucho más práctico para el trabajo. Por eso me sorprendí yo misma ante la sensualidad que desplegó mi cabello sobre los hombros. Me estremecí cuando hotch me peino con los dedos mientras me acariciaba la mejilla con el pulgar.

-Preciosa, tal y como lo había imaginado. Puede que mejor.

De repente hotch me volvió a besar y todo lo relacionado con el caso huyo de mi mente. Los masculinos labios se movían lentamente, explorando cada curva mientras me atraía hacia él y yo me rendía completamente a las caricias.

-He soñado con verte así, desde que volviste a mi vida de nuevo- las manos de hotch se deslizaron por el camisón que yo llevaba puesto-.Metros de seda que me muero por arrancarte. Mientras deslizaba lentamente el camisón por mis delicados hombros, la prenda resbaló por mi cuerpo hasta el suelo.


Me sentía incómodamente con mi propia desnudez, incluso en la penumbra de aquella habitación, me inclina para adelante de modo que hotch no podía verme.

-Me parece que no estamos en igualdad de condiciones.

-Cierto-Hotch me miró con ojos brillantes-.Cómo podríamos remediarlo?

-Creo que puedo ayudarte- Yo sonreí y le quita la camisa. Era un hombre magnífico, me faltó la respiración al verlo  y esta noche iba a ser mío.

Casi temerosa, alargue una mano para tocar los músculos, deslizándose hasta la cintura de sus pantalones donde me detuve.

Levanté la vista y nuestras miradas se fundieron. Él sonreía casi con ternura mientras yo jugueteaba con el botón de los pantalones.

-¿Te ayudo?

-Soy un poco...torpe en esto.

Hotch me tomo la mano dándome el valor necesario para que le desabrochaba el botón.
Segundo más tardes ya no le quedaba ropa, y ambos estábamos desnudo tendido sobre la cama.

Hotch deslizó una mano por mi pierna en sentido ascendente. Del muslo paso a la cadera hasta que llegó al pecho que cubrió con la mano ahuecada.
Yo lo abrace atrayéndolo hacia mí y lo bese casi con desesperación.

Hotch reaccionó aumentando la intensidad del beso mientras me acariciaba y yo cerré los ojos rindiéndose al placer que corría por mis venas como una droga.

Dejarse llevar por el momento era lo más fácil. Dejar que mi cuerpo dominará sobre los temores de su mente. Mientras hotch acariciaba y besaba cada centímetro de mi cuerpo, yo me retorcía y gemía, y gritaba su nombre mientras hundía las uñas en la cama.

-¿Tomas la píldora o voy a por protección?

-No tranquilo, tomo la pildora.

-No es que no quiera niños, solo que aún es pronto y debemos conocernos más.

-Estoy de acuerdo.

Al atravesar hotch mi intimidad, me quedé sin aliento. Después me abrí completamente a él con los ojos cerrado, y tras una fugaz pausa, él se hundió profundamente en mi interior, gruñendo de deseo y satisfacción. Las ráfagas de placer borraron el dolor tanto de mi  cuerpo como de mi corazón, antes de convertirse en rugientes olas que se estrellaban en una marea de completa satisfacción. Quedamos tendidos sobre la cama, y hotch dibujo círculos con la punta de los dedos sobre mi cuerpo, y  yo tenía la cabeza apoyada en su hombro.

Solo permanecimos así un segundo, teníamos que dormir porque mañana seguiríamos con el caso.

-Ha sido maravilloso, gracias por tener cuidado y paciencia conmigo. Sé que soy una persona difícil y tengo un pasado triste. Pero quiero intentar esto, porque me gusta y por qué te quiero. 

-Yo también te quiero, Kate. Además he prometido cuidarte y protegerte y eso nunca cambiara. 

-Ahora debemos dormir, mañana nos espera un día largo.

Y así fue como después de pasar unas de la mejor noche, nos fundimos en un fuerte abrazo y dejamos que Morfeo nos guiará.

Y el destino volvio a UnirnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora