Blue entró a la habitación que le había sido asignada y lo primero a lo que sus ojos apuntaron fue a la cama. Las sábanas eran de un color azul pálido, casi gris que además estaba desgastado; la única almohada que se recargaba contra la pared estaba vieja, ya no tenía forma y seguramente tampoco tenía soporte. Aquella cama le hizo pensar en la soledad: una almohada sola significa una sola persona, y una persona sola era sinónimo de Blue. Pensó en todas las camas que había tenido a lo largo de su vida: para una sola persona y con sábanas usadas; había pensado que su cambio de ambiente habría venido de la mano con un cambio a todas aquellas cosas en su vida que siempre habían sido iguales, sin embargo no muchas cosas eran diferentes, su cama seguía siendo para una sola persona y ella seguía estando sola.
La chica sacudió su cabeza, tratando de despejarse de sus pensamientos negativos sobre su nueva vida; colocó sobre el colchón la pesada mochila en la cual cargaba sus pocas pertenencias valiosas, además de su ropa de uso diario. Vio frente a la cama un ropero con las puertas abiertas que estaba totalmente vacío a excepción de unos pocos ganchos donde seguramente terminaría colgando su ropa. Miró el techo de la habitación: blanco con un candelabro sencillo colgado del centro. Las paredes estaban adornadas por varias pinturas y fotografías que no llamaron para nada la atención de la chica; y a un lado de la vacía cama había una mesa de noche y un perchero del otro. La pieza no estaba nada mal, sin embargo si Blue tuviera la oportunidad de cambiar algo entre aquellas cuatro paredes, sería aquella cama para una sola persona que la hacía regresar en el tiempo y pensar en su pasado.
-¿Eres nueva? – Una voz con un pronunciado acento habló desde la puerta la cual Blue había dejado abierta en su totalidad. Con las manos unidas al frente de manera tímida estaba un chico bastante diferente a lo que la muchacha estaba acostumbrada a ver.
-¡Ah! – Salió un grito ahogado de los labios de la oji-azul, sabía muy bien que los mutantes podían tener características y facciones muy diferentes, mas nunca había presenciado una persona de mutaciones físicas tan notables en persona.
-Perdona -, siguió hablando- no quise asustarte. Mi nombre es Kurt -. Aquel chico tan peculiar tenía ojos color ámbar y la piel de color azul; además de tener garras en las manos y un cabello espectacular.
-Me tomaste por sorpresa -. Dijo fríamente la chica con una mano sobre su propio pecho en contacto con su corazón -. Me llamo Blue y sí, soy nueva.
-Mucho gusto -, el joven de tez azul se adentró en la habitación con una de sus manos extendidas hacia Blue, quien algo temerosa la agitó por unos segundos -. Bienvenida a la escuela.
-Gracias -. Blue sonrió por cortesía, sin embargo era una sonrisa obligada. Internamente se sintió agradecida por la cortesía del muchacho, consideró que este era un pequeño paso para dejar atrás su soledad y pensó que quizás debía tratar de abrirse más a las otras personas. No obstante era difícil, tras años de construir una coraza a su alrededor, difícilmente iba a derribarlo en un día.
-¿Alguna vez haz ido a un centro comercial? –Preguntó muy curioso aquel muchacho, Blue se limitó a asentir lentamente sin saber hacia dónde iba aquella conversación -. Son maravillosos ¿no lo crees? – Kurt pareció pensar en aquellos lugares sobre los que hablaba y Blue se sintió un poco incomoda al no saber como dar por terminada aquella conversación.
-¿Qué haces, Kurt? – Una voz proveniente del pasillo de escucho hasta donde Blue estaba y pronto un chico con cabello castaño y lentes de sol estaba junto a la puerta -. Oh vaya, una nueva -. Se detuvo al notar que la habitación no estaba vacía, decidiendo no invadir el espacio de la chica.
-Si, su nombre es Blue -; habló el chico mientras la mencionada se mantenía al margen de la conversación - azul, como mi piel y sus ojos.
-Bienvenida, Blue. Soy Scott Summers -. Se presentó el muchacho con un movimiento sutil de cabeza, a lo que la chica respondió con otra sonrisa forzada -. ¿Conociste ya a Jean? –Blue negó con la cabeza -. Si la veo le diré que hay una nueva.
La muchacha comenzaba a irritarse, sensación que logró transmitir a Scott, quien tubo la gentileza de convencer a Kurt de marcharse. Blue suspiro una vez que se habían ido y se acercó a la puerta para salir a conocer la mansión; soltó un gruñido de molestia al chocar con una persona fuera del dormitorio.
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Blue Beast || Hank Mccoy
Fanfic«Me dan miedo mis mutaciones y me da miedo lo que puedo hacer con ellas. No dejo de pensar que es lo que pasará si algún día llegó a perder el control... ¿Qué pasará si algún día destruyo todo lo que amo, así como lo hizo mi padre? Miles de voces s...