Para Anya le resultaba extraño estar en una habitación tan grande y con tantas personas, y que a pesar de eso, el silencio reinara. El profesor la veía fijamente, tenía una mano en su barbilla y parecía sumerjido en sus pensamientos. Hank estaba en una mesa trabajano en una computadora, y a Blue le pareció curioso como no producía nigún sonido de teclear.
Observó a su alrededor, miró al techo y puso atención en los detalles de los que nunca se había percatado, los cables rojos y negros que se enrollaban en las esquinas. Las abolladuras en las paredes de metal probablemente producidas por algún otro mutante de fuerza extraordinaria, y los diferentes instrumentos de investgación sobre las mesas.
De pronto la chica sintió que había pasado una eternidad desde que había entrado a la habitación y nada precia cambiar. El profesor la seguía mirando como antes, y Hank seguía en sus asuntos. Durante varios minutos todo siguió de la misma manerahasta que Blue se desesperó y se levantó de la fría silla de metal.
– Mi niña –, la voz de su madre se comenzó a escuchar en su cabeza. –No te asustes, pero tu padr...
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–¿Blue? –Una voz lejana se escuchaba y la chica trabajaba por aferrarse a la voz de su madre, ignorando aquella otra –. ¿Blue?
De un momento a otro su mente se tornó negra. No veía el lugar que tanto había observado en los últimos minutos, ni la casa destruída que asechaba sus pesadillas. Sólo negro.
–¿Blue? –Sin embargo, cada vez se escuchaba aún más lejos.
Pasamada en medio de la oscuridad, Blue no se movía. El hecho de no poder ver nada a su alrededor la abrumaba; podía estar al borde de un avismo y ella no lo vería. A la distancia, aquella voz seguía llamándola, repitiendo una y otra vez su nombre, sin embargo Blue no sabía si moverse o si solo debía esperar a que algo sucediera.
La chica no tenía noción de tiempo, pero calculaba unas 5 horas en las que sólo escuchaba esa voz en la oscuridad. Por fin se hartó de esperar y dio un paso al vacío. Nada. Siguó caminando sin saber a dónde iba, bajo sus pies se sentía liso, no se diferenciaba el suelo de roca o de madera. No había ruido alguno, solo el de su respiración y el de sus pisadas. Pasado más tiempo Blue se topó con una pared, casi se golpea pero sus manos alcanzaron a pausar el impacto.
En la ocuridad, tanteó la pared con sus manos buscando un interruptor, un botón o algo que le fuese de ayuda; encontró una perilla de puerta. Blue recargó su oido sobre la puerta, esperando escuchar algo que la invitara a abrirla. -¿Blue? - fue lo único que esuchó, aún más lejana que antes, pero era la misma voz. Giró la perilla con un poco de dificultad, pero no fue más que un asunto de fuerza el lograr abrirla y del otro lado estaba se habitación de cuando era muy niña.
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Todo era justo como lo recordaba. La casa de muñecas y el tapete de autos en el suelo. Parecía tan pacífico, no lograba entrar en su cabeza que alguna vez su vida fue feliz. Se decidió por explorar la casa, el recuerdo de ella se habia apagado con los años y ahora, estando allí, habia espertado.
La habitación de sus padres parecía un nido de amor y en la cocina se veían los trastes apilados como los días en los que nadie quería lavarlos. Y en la sala habia... ¿un hombre?
Blue apenas lo vio de reojo, había entre la sala y la cocina un pasillo que los separaba. Camino hacia el, esperanzada de que fuese su padre para darle la cara. Recorría en pasillo cuando unas manos cubrieron su boca y la jalaron hasta el baño de visitas. Asustada y con los ojos abiertos de par en par, Blue buscó gritar.
-¡Shhhh! -. Unos ojos grandez y azules la regañaron.
-¿Profesor? - Nadie más y nadie menos - ¿Qué hace aquí? -Le preguntó susurrando.
-Dije que te acompañaría en tu subconsciente; eso hago, pequeña.
-¿Quién es ese señor?
-No lo sé, pero sé que no es tu padre; también sé que no puedo leer su mente.
La sombra del hombre se alargó a en el suelo del pasillo a lado de ellos, callaron asustados de que los hubiera escuchado, pero él pasó a su lado sin molestarlos y entró a la cocina. A pocos metros de ellos escucharon como unas llaves tintilaban y la puerta principal se abría.
-Es tu padre-, dijo el Profesor.
-¿Erick?- Gritó el hombre que vagaba por aquella casa ajena. El mencionado se sobresaltó, sobre el marco de la puerta buscó de dónde venia esa voz que le era concida. Blue y el Profesor escuchaban en sliencio la conversación.
Holaaa, ¿que tal? ¿Ya sabían que era Erick el padre? ¿Se lo esperaban? ¿Me extrañaron?
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Blue Beast || Hank Mccoy
Fanfiction«Me dan miedo mis mutaciones y me da miedo lo que puedo hacer con ellas. No dejo de pensar que es lo que pasará si algún día llegó a perder el control... ¿Qué pasará si algún día destruyo todo lo que amo, así como lo hizo mi padre? Miles de voces s...