«Me dan miedo mis mutaciones y me da miedo lo que puedo hacer con ellas.
No dejo de pensar que es lo que pasará si algún día llegó a perder el control... ¿Qué pasará si algún día destruyo todo lo que amo, así como lo hizo mi padre?
Miles de voces s...
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-Idiota -. Espetó Blue sin siquiera fijarse en quien había chocado con ella; siguió su camino sin inmutarse. Hank, quien había sido el acreedor a aquel insulto sonrió divertido sin sentirse ofendido en lo más mínimo.
- Me enviaron a ver si ya te habías instalado -. La sonrisa con la que Blue se encontró plasmada en los labios de Hank al darse la vuelta la sorprendió, no cualquiera sonreía de tal manera después de haber sido llamado "idiota". El profesor estaba parado a mitad del pasillo con las manos en sus bolsillos con una sonrisa burlona; sus ojos azules contrastaban con la falta de color que había en aquel antiguo lugar. Blue no se sintió mal viendo que quien había insultado era un superior, pero sabía que debía disculparse por mucho que no le importara.
-Perdón por llamarlo idiota, profesor y si, ya me instalé. –Dijo con un tono de voz que no reflejaba ninguna emoción y que de ninguna manera podría ser aceptado como una disculpa si Hank hubiese sido una persona de aquellas que se ofenden con facilidad. Indiferente, la muchacha se dio la vuelta y se dispuso a seguir caminando hacia su destino original.
-¿Estás teniendo problemas para adaptarte? –Preguntó genuinamente interesado el chico, ya que la manera en la que Blue se alejaba de los demás lo intrigaba -. Y por cierto, llámame Hank, por favor.
-Bien, Hank – giró sobre sus talones y sonrió sarcásticamente -: no estoy teniendo problemas para adaptarme, simplemente no quiero hacerlo -. Y sabiendo que Hank seguiría hablando no se volvió a dar la vuelta; adoptó una postura con los brazos cruzados y la cabeza bien en alto que emanaba la sensación de no querer abrirse a nadie y cerrarse a todo.
- Por lo menos -, comenzó a hablar cambiando totalmente de tema de conversación, - no ibas cargando libros o cuadernos, nos ahorramos una de esas escenas donde todo se esparce sobre el suelo y los dos recogemos todo y nos enamoramos en el acto -. Cuando Hank terminó su frase Blue portaba en su rostro una cara de incomodidad y extrañez que no había sentido en todo el día. Sus ojos azules examinaban cada centímetro del entorno buscando una salida y sus labios dibujaban una línea recta.
- Claro, me tengo que ir -. Por tercera vez en lo que llevaba de la conversación Blue le dio la espalda a aquel chico decidida a alejarse de aquella incomodidad. Hank, sabiendo que su comentario había sido de lo más incómodo decidió dejarla ir sin decir nada más que pudiera hacerla sentir peor alrededor de él.
Se dedicó a observarla mientras se acercaba a la salida, se preguntó si normalmente caminaba con aquella velocidad o si la había aumentado al querer salir de aquel lugar. Una vez que Blue llegó a donde el pasillo cruzaba con otro miró con la misma mueca de extrañez a Hank y dobló la esquina saliendo de su vista.
Hank suspiró y se llevó una mano a su rostro quitándose las gafas para después limpiarlas con el borde de su camisa. Ciertamente se sentía apenado por haber soltado semejante comentario, en su mente le había parecido divertido pero al salir de su boca sonó como un acosador o algo parecido.
El chico se sentía apenado, quizás porque había intentado acercarse a la chica y que se sintiera más incluida en el ambiente de la escuela y con aquellas palabras solo había logrado alejarla más. Pero también existía la posibilidad de que estuviera exagerando todo, algo que no era tan inesperado viniendo de él.
