"Los recuerdos son arrastrados por la lluvia volviendo a su cauce. Un pasado borrado y unos recuerdos perdidos vuelven a la mente una vez más."
Haise es herido de gravedad y llevado al hospital del CCG pero cuando despierta ya no es más Sasaki Ha...
Siempre me pregunté cómo se sentiría morir. Hoy lo sé; es tranquilo, cálido, sin prisas. Es como ir a la deriva en un río mientras escuchas el canto de las aves. No hay dolor, ni temor, simplemente....no hay nada.
Y de pronto, la nada es resquebrajada por voces....no, susurros, llantos. <<Quedate a mi lado>> <<Vamos. Abre una vez más tus ojos para mi>> <<Solo a ti, te amo>> <<Él nos mató>> <<Dolor....¡mis ojos!>> <<¡Esto no tenía que pasar!>> <<Todo....su culpa>> <<¡ACÁBALO!>>
Me arrastran al fondo del río, no puedo liberarme y lentamente pierdo la noción del tiempo. Y cuando abro de nuevo mis ojos, solo puedo distinguir formas borrosas, que danzan, parece que se burlan de mi. Dolor, mi cabeza duele y mis piernas...no puedo moverlas. Miro a mi alrededor; ¿Una habitación de hospital? No lo sé, todo es tan borroso.
<<Haise...>>
Esa voz.....yo....¡el dios de la muerte del CCG, Arima Kisho! Ah...ah..ah.. él, él.... <<¡Él nos mató, Kaneki!>> ¿Koma-san, Irimi-san? <<Tienes que vengarnos, Kaneki. ¡Tienes que vengar a Anteiku!>>
-Ari...ma- sus labios se posan en los míos en un beso (¡¿Pero qué cree que hace?!). Sus brazos me atraen más hacia él, contra su pecho. Trato de zafarme pero no tengo fuerza. (Es sofocante, paralizante. Es como el veneno. Si, sus besos son como......)
-Haise- susurra contra mi boca. (Haise...Haise.....¿Haise?....¡¿Haise?! ¡Yo no soy Haise, yo soy Kaneki Ken!)
Escucho la puerta abrirse y un olor desconocido irrumpe en la habitación. Arima se aparta de mi bruscamente dirigiendo su atención al "intruso".
-¿Oh? ¡Lo siento, lo siento, lo siento!-se río de forma sarcástica- de verdad que no sabía que estaba Kisho-san aquí, ¡Lo siento, lo siento, lo siento!
Claro que lo sabía, y está disfrutando de la molestia que le ha provocado a Arima. ¿Quién es él?
-¿Cómo has entrado aquí, Furuta?- su voz denotaba molestia. -Por la puerta Kisho-san-Arima lo fulminó con la mirada- jajajaja....quiero decir, bueno, la enfermera es un chica muy linda, solo le dije las palabras mágicas y me dejó pasar. -No debes estar aquí. -¡Pero Kisho-san! -me dedico una mirada perversa- solo he venido a visitar a KA-NE-KI-KUN.
Quizás fue Instinto de conservación pero lo primero que salió de mi boca fue; ¿Kaneki?¿Quién? Yo...no soy... Entonces escuché unos lamentos; eran débiles y cargados de angustia y de dolor <<Ya no puedo más, yo amo a Arima-san pero él a mí no>> << Todo es una mentira, sólo existe una manera>> ¿Esta era la voz de "Haise"? Sus lamentos me causaban dolor. Pero este dolor es agradable como una brisa, ¡no como el dolor que él me hizo pasar!
-Haise, tranquilizate. -~Pobre, Haise-kun ¿estas recordado cosas malas?~ -Furuta.... -¿Oh, está enojado Kisho-san? Los recuerdos de Haise se clavaban en mi mente como afiladas navajas. Odio sus recuerdos, todos son sobre Arima Kisho. Pero ahora lo entiendo, Haise y Arima son....ja, ja, ja, ja.... es hilirante, Arima Kisho enamorado de un ghoul. Eso es bueno para mi, juguemos un poco. -¡Arghhh!, es como una cocina, a través de mi cerebro, acábalo atravesando su única respiración ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Devuélmelo es mío, todo mi cuerpo es mío! ¡Mis ojos, regrésamelos! -Haise, todo está bien-dijo tratando de calmarme, ¡como si pudiera hacerlo! ¡Todo era su culpa! ¡MENTIROSO, MENTIROSO, MENTIROSO! -¡No me toques! ¡Aléjate de mi!
Dolor, es lo que reflejaba el rostro de Arima; un dolor real. "Haise" es capaz de provocarle dolor a Arima Kisho, y yo voy a aprovecharlo al máximo. No me importa si tengo que fingir ser otra persona y mentir. Koma-san, Irimi-san. Voy a vengarlos.
Tenía la vista clavada en la calle que había al otro lado de la ventana, pensado en cómo el coste de la vida, la derrota y la ansiedad desintegraban los "valores". La noche había caído del todo y la luna estaba en lo más alto del cielo, brillante como todas las noche de luna llena. Suspire, mi tiempo a solas había terminado.
-¿Cómo te sientes Haise?- esa era su forma de saludarme. Su rostro era la viva imagen de la carencia emocional. Caminó hasta mí y tomó asiento a mi lado, sostuvo mi mano entre sus manos de manera gentil. Sus inexpresivos ojos me miraban sin un ápice de desconfianza, <<ojos de pescado muerto>> pensaba cada vez que los veía. Esto era el inicio de la rutina a la que me había sometido hace más de medio año. En el cuál aprendí lo suficiente sobre "Sasaki Haise" para desempeñar mi papel de manera adecuada.
-¿Cómo le ha ido en el trabajo, Arima-san? -Bien, lo de siempre. -¿Ha comido ya? -Sí... -Arima-san-tomé su rostro entre mis manos y besé sus fríos labios muy despacio- No me mienta.
Se recostó sobre mi en la cama. Sentí su aliento cerca de mi cuello y luego la sensación de sus labios sobre mi piel. Esto era la primera vez que lo hacía pero sabía cómo reaccionar. Desabotoné completamente su camisa, paseando mis dedos por su pecho.
-Arima-san, lo amo- cada vez mentía mejor, incluso en ocasiones hasta yo me creía que lo amaba. Me miro de aquella manera. Odiaba que mirará así porque no podía apartar mi vista de sus ojos y mi corazón latía con rapidez. Arima se levantó dejándome solo en la cama, volvió a abrocharse la camisa y luego contestó:
-Haise, aún no es momento para eso, debes guardar reposo por un mes más. -Pero Arima-san- repliqué con una voz casi inaudible mientras me incorporaba. -Duerme Haise, yo estaré terminando unos informes. -Usted tiene a otra persona-afirmé como si me sintiera traicionado- lo sé, siempre que llega del trabajo desprende el olor de una mujer¡Se ha cansado de mi! -No me he cansado de ti-declaró sin modificar la severa expresión de su rostro. -¿Me está diciendo la verdad, Arima-san? - se acercó a mí, besó mi mejilla cariñosamente y me abrazó. -¿Confías en mi?- preguntó, y yo asentí con la cabeza. Arima sacó de la bolsa de su pantalón un anillo y lo colocó en el dedo anular de mi mano izquierda, hizo una pausa y luego dijo:
-Haise, eres la única persona a la que.......
Lo calle con un beso, no quería escuchar los llantos de Haise al escuchar la mentiras de Arima. Haise es bastante susceptible. Las manos de Arima recorren mi cuerpo y retiran la bata que lo cubre. Mi piel arde ante sus caricias. En ocasiones como estas me pregunto si realmente este cuerpo es mio, porque está es la primera vez que hago esto con Arima y sin embargo las sensaciones que me provoca no me son extrañas. Me pongo algo nervioso cuando Arima está completamente desnudo sobre mi. Es increíble lo que se puede lograr con un poco de chantaje, en poco minutos está dentro de mi; sus embates son rápidos y posesivos como lo es él. Clavo mis uñas en su espalda, deleitándome al hacerlo sangrar. Digo su nombre una y otra vez con aquella voz que, aún que me fastidia consigue muy buenos resultados.
No me importa si tengo que humillarme de esta manera. Le extirparé todo para renovarme mediante ese robo. Y entonces podré.........
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