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Capítulo 29: Las zorras siempre tienen cola que le pisen

  

Las zorras siempre tienen cola que le pisen.

- Bella -

Mi cuerpo decía: ¡Levántate y golpéala!, Pero mi mente me decía que debía calmarme, decidí sentarme nuevamente y comenzar a pintar, pinté a Adam y a Lucy besándose, tal y cómo estaban en la foto, pero a ella... A ella le dibuje orejas y cola.

Para cuando todos terminamos, volteé mi pintura y todos rieron, Lucy se levantó y dijo:

– ¡Profesora, eso no estaba permitido!

– Cada persona ve las cosas de manera diferente Lucy – le dijo ella.

– ¡Sí, pero eso es un insulto a mi persona! – dijo Lucy irritada.

– ¡Lucy! – dije llamándola – Es para ti, es más, hasta te hice una dedicatoria en la parte de atrás.

– ¿Por qué no nos la lees Lucy? – dijo la profesora.

Lucy volteó la pintura y comenzó a decir:

"Porque las zorras siempre tienen cola que le pisen... Y tu mi querida Lucy no eres la ecepción, de hecho tu cola es tan larga que eres la mayor zorra de todas"

Con amor, Bella.

– ¡¿Ahora lo ve?! – dijo Lucy y todos comenzaron a reír y burlarse de ella.

– Lo que veo es que Bella tiene razón, te conozco Lucy y sé que ella lo dijo fue por algo, ¿o no? – le dijo la profesora y todos volvieron a reír.

Lucy no le dijo nada, tomó sus cosas y se dirigió a la puerta, antes de salir volteó y me dijo:

– Esto no se va a quedar así Bella, esta me la vas a pagar muy caro, ¿entiendes?

No le dije nada, ella salió furiosa azotando la puerta muy fuerte, el timbre sonó y todos salimos del salón.

– Eso fue increíble Bella – me dijo Mery.

– ¿Y ahora qué pasará con Adam? – preguntó Grecia.

– No lo sé, veremos qué pasa cuando lo vea – le dije.

– Está bien, solo recuérdame no meterme contigo, no conocía ese lado de ti Bella – dijo ella riendo.

Comencé a buscar mi libro de artes en mi mochila pero no lo encontré, recordé que lo había sacado y lo había dejado en el salón. Le dije a Mery y Grecia que iría a buscarlo y que nos encontraríamos luego en la cafetería.

Caminé por el pasillo hasta que llegué nuevamente a la puerta del salón, giré la perilla y entré, vi mi libro sobre la mesa y me acerqué, lo tomé y noté que el bolso de Nick estaba en el lugar donde él estaba sentado, recordé lo que había visto, cuando Nick le entregaba ese paquete extraño a aquel chico.

Con mi curiosidad a mil tomé el bolso de Nick, lo abrí y dentro habían dos pequeñas bolsas, una tenía pastillas de colores y la otra tenía en fino polvo de color blanco que al verlo supe lo que era.

- Lucy -

Salí furiosa del salón y fui al baño con el grueso libro de artes en mis manos, entré y azoté la puerta de este, comencé a caminar de un lado a otro hasta que en un momento grité lanzando el libro hacia uno de los espejos en la pared logrando romperlo.

Me acerqué al espejo roto y me miré en él, acomodé con mis dos manos mi hermoso cabello, respiré y me calmé, tomé el libro y salí del baño al oír el timbre... Caminé por los pasillos hasta llegar al comedor, busqué a Noah con la mirada, lo encontré y me acerqué sentándome frente a él.