III

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Por fin, llegué a Cancun esta mañana, sigue siendo lindo. El mar cristalino, la arena blanca, los centros comerciales... regreso a mi infancia. Lo primero que pienso es ver a Sora, aunque mi cuerpo esta cansado. No puedo seguir, tendré que descansar. Esta vez, mi lugar de hospedaje fue el hotel Paradisus Resort, un elegante y enorme hotel con forma de 3 pirámides hechas de puro concreto y cristal. Creo que su sala principal es mas grande que las del Royal, las diferencias son notables. En vez de candelabros, aquí usan una especie de cortinas hechas con luces LED, que rodean todo el lugar y asombran a la vista de todos. El piso está cubierto con una alfombra morada, el logo del hotel resalta en las pantallas de todo el lugar y el escritorio que está hasta el fondo está en un tono claro.
Mi cuarto estaba en el 4to piso del complejo, por lo tanto, en lo único que me tarde, fue en encontrar mi cuarto en el enorme laberinto del 4to piso.

Una vez en el cuarto, decidí bañarme. A excepción del espejo con marco negro y la alfombra café, todo en el baño era blanco, sorprendentemente blanco, con un aroma a rosas que invadía hasta el más minúsculo rincón de dicho lugar. Hablando de cuarto, mi único lugar en el que puedo descansar sin ninguna distracción... ¿donde estaba?, Me puse a buscarlo y en menos de 2 minutos lo encontré, la puerta que conduce a ese recinto sagrado. El cuarto era bello, la cama con un cobertor color azul marino y unas almohadas que combinaban. El piso era blanco, como si fuese porcelana (y no dudo que lo vea), las cortinas de un color morado y orillas color oro.
Por si fuera poco, al mirar hacia arriba me percaté que el techo simulaba la luz del día con el foco encendido y mostraba una réplica de las constelaciones si se apagaban las luces.

El gusto de relajarse y admirar todo me duró poco, pues al poco rato recibí un mensaje de Kelly:

Msg. de Kelly: Buenos días, Nico. Espero que hayas llegado bien a Quintana Roo. Recuerdo que cuando nos conocimos me decías que era un lugar bonito, asi, que aprovechando que estás ahí... ¿porque no yo también?, Si estás de acuerdo, tomo el siguiente vuelo. Xoxo

Atte. Kelly Usher

No puedo decirle que no a ella, pero... acorde con Sora que nos veríamos mañana, ¿que hago?.
Le respondí a Kelly:

"Claro, toma el siguiente vuelo."

A lo que ella me respondió muy alegre:

"Esta bien, ¡que emoción!."

Ahora tenía un problema, Sora me esperaba mañana en el centro de la Plaza las Americas mientras que yo estaré en el aeropuerto esperando a Kelly. Tenía que ponerme de acuerdo con Sora para llegar con ella y luego pasar por Kelly. . . Creo que tendré que llamar a Sora. Tome el teléfono y le marqué.

. . .
. . .
- ¿Bueno?
- Hola Sora- me quedé por un rato callado al oír otra vez esa voz, esa dulce voz que antes me decía "te amo".
- !Nico!, Me da gusto oírte, ¿ya llegaste?
- Si, no tiene mucho que lo hice.
- Me alegra, oye ¿que te parece si cenamos esta noche?

Estoy exhausto, lo único que quiero es dormir. . .pero al tratarse de ella, ¡todo!, No vendrá hasta mañana.

-Claro, ¿cuando y a que hora?- le pregunté emocionado.
-¿que te parece en el Casa Ronaldi?
-Suena bien, ¿paso por ti a las 8:00?
-Estas bien, aquí te espero. ¡mua!

. . . Me envió un beso. . .

- . . . Em, Nico. Todavía estas ahi?
-Em, si, si...- me olvidé que no colgué - bueno, hasta la noche.
-Bye.

Triangulo amorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora