XVII

17 3 0
                                    

Sonreí, pensé que era lo mejor que podía hacer en esta situación. Ella nuevamente me vio, solo que esta vez tomó su celular e hizo una selfie conmigo. Yo no entendía el porque de eso, no obstante, sonreí para salir bien en la foto.

- No te alegres tanto.- dijo Kelly.
- ¿Se puede saber porque la selfie?.
- Mat nos esta viendo desde el Rockefeller, y dice que quiere que le mande una foto contigo.
- ¿Ok?.
- Escucha, Nico. Como te lo vengo diciendo desde hace rato, yo me voy a casar en un mes. No puedes hacer nada, todo está prácticamente listo.
- Dime la verdad... ¿lo amas?.- le pregunté.
- Nico, no hagas preguntas estúpidas... p-porsupuesto que lo amo.- dijo dudosamente.
- Tus gestos te traicionan, Kelly.
- No, Nico. Tus sentimientos son los que te traicionan.
- Pues, de algún modo nos estamos engañando los dos.
- Creelo que si, cariño.
- hehe... - suspiro - la vida siempre nos hace este tipo de cosas... ¿acaso te as dado cuenta?.
- ¿Como?, ¿que dices?.
- Siempre. Cuando estamos juntos no nos podemos aguantar, pero aun así no podemos alejarnos... es... un cruel destino.
- Si. - afirmó - La vida es cruel con nosotros. Y aún así, nosotros le seguimos el juego.
- Kelly... te prometo, que no permitiré tu boda. De alguna u otra forma, la detendré.
- Alex, no vayas a cometer una locura. Te lo pido como amiga.
- Tu eres la que decide si lo hago o no.
- Ya basta, me estas amenazando, ¿lo sabes?.
- Esto no es una amenaza. Sólo estoy prediciendo lo que sucederá dentro de un mes.
- Que gracioso.- contestó con molestia.

Nos acostamos en el césped a ver el cielo. Suspiró, se relajo, se veía tranquila después de todo lo que pláticamos. Sacó su móvil otra vez, empezó a teclear. Se rió de algo y luego lo guardó en su bolso.

- ¿Mat?.- pregunté.
- No. Es una amiga del trabajo.
- Por cierto, ¿no deberías estar en el trabajo?
- Si y no... olvidas que soy la nueva directora ejecutiva.
- Cierto. Dime, ¿que se siente ser una CEO?
- Se siente bien, creo. Es algo interesante saber que mis acciones pueden cambiar el futuro de la empresa.
- Me sorprende la forma en que lo vez.

Estaba alagada, como si se tratara de un cumplido. Aunque mas que un cumplido, fue @un comentario. Estaba feliz de algún modo, pero yo no, o bien, no del todo. Yo tengo mi objetivo claro, pero ella de algun modo logra evadirme cundo quiero hablar del tema... es desesperante.

- Nico, fue agradable verte. Pero me tengo que ir, el trabajo me llama.
- Entiendo. Cuidate.

Se acerco intentando darme un beso en la mejilla, pero yo no quise, asi que vire la cara. Al momento de evitar el beso, lo unico logre fue que cambiara la trayectoria de la mejilla a mis labios.
Quede impactado, ella tambien. ¿Porque rayos me pasan estas cosas incomodas a mi?. Ella se quedo paralizada por el mismo asombro. Se notaba molesta, intentando continuar con este momento pero al mismo tiempo intentando evirarlo.

Despues de casi un minuto nos separamos, nos quedamos sin palabras. Se me quedo viendo.

- Kelly... lo siento. Fue mi culpa.- le dije intentando romper el hielo.
- Solo, olvidalo. - dijo con tono serio.
- . . .
- Me tengo que ir.
- Adios...

Ella se levantó, me vio a la cara por unos segundos y se fue. Por un momento me senti terrible, cada vez que intento lograr algo siempre fallo. Debo romper con esta maldicion, no quiero arruinar esto.

Seguí sentado durante un rato, recordando lo que había sucedido. Fue entonces que ví a Sora a lo lejos, sonriendo de emoción. Se acercó emocionada hacia mi, se sentó y me vio a los ojos.

- ¿Y bien?, ¿como te fue?.- dijo con alegría.
- . . .
- Anda, dime. Se que te fue bien.
- No, no fue así.
- ¿y porque te besó?
- ¿cuanto tiempo estuviste viendonos?.
- Lo suficiente, creo. Pero cuentame... ¿como te sientes?.
- No tengo cabeza para pensarlo.- le contesté.
- mmm... ya veo. No te preocupes, todavia faltan 27 dias. Todavia puedes recuperarla.
- Suena facil al oir que tu lo dices.
- ¿y, acaso no lo es?
- Cuando se trata de personas como Kelly, no.
- Pff, tonterias. Kelly es una mujer complicada... pero no creo que su amor sea para Eric, lo que pasa es que esta jugando con sus emociones.
- Si tu lo dices.- dije con sarcasmo.

Dejé de verla a los ojos, al igual que ella. Sora se quedó mirando el lago, asombrada por el mismo. El brillo del mar se reflegaba en sus ojos casi llorandolosonrió por un momento.

- Siempre quise estar aqui, en Nueva York.
- Cierto... me acuerdo que siempre me lo decías.
- Si. Despues de ver el lago, me di cuenta de que era cierto esto, esto es como unsueño para mi.
- Me alegra que lo disfrutes.

Dejé que disfrutara la vista. Sora estaba mas que feliz ahi sentada, no podía ocultar su sonrisa.

Es en estos momentos, en los que pienso: ¿estoy haciendo lo correcto?, pero la misma cuestion me deja callado. A veces, intento planear todo... pero luego me doy cuenta de un simple problema: la libertad.

No puedo obligar a alguien a hacer algo que esta en contra de su voluntad, ni mucho menos privarla de ella. Me mente entra en un conflicto.

- ¿Te encuentras bien?.- dice Sora (de esta forma, salí de mi trance).
- ¿Perdon?...
- Pregunte: ¿estas bien?.
- oh, si. Estoy bien.
- Esta bien. Oye, hay veces en las que te veo muy pensativo como ahorita... ¿que es lo que tanto te atormenta?.
- Uff... -exclamé- te lo diría con gusto. Pero ni yo se.
- Es ella... - exclamó.
- No.
- Claro que si... se nota, lo se por experiencia.
- . . .
- Nico. A veces, en el amor no se tiene que pensar, sino actuar.
- Es lo que intento, pero no lo consigo.
- . . .
- Sabes, creo que necesito descanzar... ¿nos vamos?.
- Si, creo que si.
- Por cierto, ¿donde esta Matias?
- Me dijo que hiba por un cafe... pero ya tardó.
- ¿Y eso cuando lo dijo?.
- Cuando bajaste del edificio con Kelly, lo vi en la planta baja.
- Pero, eso pasó hace hora y media entonces.

Esperamos un tiempo, a ver si se aparecía Mat. Y, despues de 15 minutos sentados viendo el atardecer, Mat apareció. Traía con sigo una bolsa de papel y un vaso con cafe.

- Chicos, perdon por la demora.
- ¡Genial!.- exclamó Sora.

Pasó otra hora, y nosotros estabamos aun en Central Park comiendo rosquillas. Para cuando decidimos regresar a casa, ya estaba anocheciendo.
Mat se ofreció a llevarnos a nuestro departamento y de este modo pasar a hablar un tiempo con su hermano. Durante el camino Mat nos platicó una de sus tantas historias... en esta ocasión fue la vez en la que por accidente se fue de viaje a Toronto, la misma historia que siempre cuenta cuando no sabe que decir.

Una vez en casa, Sora se metió al baño mientras que yo pensaba la solución para que Kelly regrese conmigo. Sin ideas, y con una cabeza que sentía que me queria explotar, me fui a dormir.

Entre mi sueño, oí los pasos de Sora a fuera de mi cuarto y luego de un rato, oí como decía 'Buenas noches, Nic... descanza'.

Triangulo amorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora