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Finalmente lleve a Sora a su hotel, el mismo se llama Victoria Park Plaza. Un hotel en la esquina de una agradable calle, para mí estilo, es algo pequeño, pero a veces las apariencias engañan. Sora entró, me dijo que espere afuera. Tal vez solo vino a cambiarse.
Salió de aquel lujoso hotel, estaba hermosa... ese cabello, esos ojos, su vestimenta... me vuelvo a enamorar. Pero, no puedo... yo quiero a Kelly, no me la quito de mi mente. Todavía recuerdo esa noche... me odio a mi mismo, creo soy algo masoquista. A cada rato me pregunto porque lo hago, porque no puedo estar con una solamente... quisiera estar tranquilo.

- disculpa, Sora. No me siento muy bien.
- ¿que pasa?- me dice preocupada.
- creo que se me está bajando la presión.- le dije algo débil.
- ¡oh por dios!, Tranquilo, deja que llame un doctor - me dice algo asustada.
- no, dejalo... no te preocupes, estaré bien. Es más, yo iré al con el doctor.
- yo te acompaño.

Empecé a dudar... después de 15 minutos llegamos al consultorio. El doctor Ruben Épsilon me atendió, se veía tranquilo y muy paciente.
Pasé una hora ahí sentado, mientras me daba un medicamento y me examinaba. Me dijo que estaba bien, pero que evite el estrés o de lo contrario regresará. Yo pensé en ese momento que ya no tenía salvación, ¿como evitar el estrés si no dejo de pensar en ellas?... tengo el presentimiento que Sora le dirá esto a Lady.
Nuevamente cometo el mismo error, no se que hacer. ¿Sora o Kelly?... Sora es linda y cinsera, Kelly elegante y tierna. No puedo decir que estaría bien si me faltara alguna de ellas.

Al dia siguiente fui al trabajo, y como era de esperar, Lady me mandó a llamar. Estuve sentado (otra vez) en su despacho alrededor de hora y media, esperando que en algún momento aparesca ella.
Después de otra hora, se dignó de aparecer. Vestía bien, como si se tratase de una cita.

- buenos días, Sr. Henderson, ¿se siente bien?.
- buenos días, si, me siento bien. Gracias.
- supe lo de ayer.
- ¿en serio?... - fingí - espero que no se aya preocupado también usted.
- no lo hice. No te preocupes... se que no estabas, o estás enfermo.
- si, si estaba enfermo.
- se te bajó la presión... por Sora. - me sonrió.
- ¡no!, eso no es cierto. - le dije apenado.

Lady se veía firme en su palabra, tal vez tenga razón después de todo. Pero no quiero sacar conclusiones.

- escuchame claramente... eso nunca te a pasado. Hasta donde yo se, nunca te a pasado. - sigue firme con lo que dice.
- entonces, ¿opinas que es por Sora?.
- no lo opino, ni lo creo. Lo afirmo.
- perdoname por la ofensa, pero me suena algo estúpido.
- no lo creo mi querido amigo. Solo puedes estar con ella.
- ¿y porque lo dices?
- Em... ¿por Kelly se va a casar?, dha - me dijo sarcásticamente.

Cambié mi estado. No se que responder, tiene razón... pero todo mi ser aún no se aferra a la realidad.

- . . . - suspiré.- ¿de donde sacas toda esa información?

Ella tampoco supo que responder, se quedó callada, se dirigió a mi. Me miró a los ojos, como su se tratase de algo serio. Se fue a su escritorio y abrió el primer cajón. Sacó una carta.

- ten, leelo. - me dijo un poco triste.
- ¿que es?
- leelo - me repitió.

Agarré la carta, estaba dentro de un sobre blanco con unas líneas color azul claro de adorno. En el centro tenía un broche rojo con las iniciales K&E. Abrí la carta, adentro había una hoja la cual leí. Tenía escrito:

"Por medio de la presente, ante tal día especial. Se le(s) invita de manera muy especial a celebrar con nosotros nuestra alegría de ser unidos en sagrado matrimonio ante el altar."

Triangulo amorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora