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Después de las clases me despido de Amy, Leo y de mis primos y me marcho sola a casa ya que mi padre tiene una reunión importante.

Camino hacia mi casa pensando en cómo puedo ir con H sin que se de cuenta nadie. Una de las opciones es meterme en el maletero, pero creo que es demasiado arriesgado. No vaya a ser que el coche salga volando o algo parecido y yo esté ahí dentro del maletero.

Le envío un mensaje a H preguntándole donde  está pero me lo deja en leído.

Será capullo, pues ahora no le pienso ni hablar.

Cuando llego a mi casa no se porque pero estoy más enfadada que antes, creo que tengo que mantener la distancia con él. Abro la puerta de mi casa y entro cerrando con un portazo.

Es un imbécil, ¿no quiere que vaya a esa mierda? Pues ahora voy a ir y le voy a dejar claro que no se acerque más a mí y se acabó. Por qué me lía, primero que si, luego que no y luego una mierda bien grande que se va a comer.

La idea de llamarlo ronda mi cabeza, pero mi dignidad me lo impide aunque creo que mis impulsos son más fuetes y cuando me doy cuenta le estoy llamando. Al tercer tono lo coge.

-¿Carrie?- pregunta con la voz entrecortada. Me maldigo a mí misma por haberlo llamado.

-No te quiero molestar porque sé que estás en esa mierda la cual no quieres que vaya.- digo molesta y cuando voy a continuar hablando me callo al escuchar como un coche derrapa.

-Mierda Carrie, ¿que quieres?- pregunta alterado y escucho como maldice en murmullos.

-No me vuelvas a hablar en tu vida, ni te acerques a mí.- dicho esto le cuelgo.

No entiendo por qué ahora me siento mal por decirle eso. Pero se lo merece, ahora que lo pienso en los poco días que lo conozco me ha causado varios problemas, mi padre me castiga, me he saltado clases, me he distanciado un poco de mis amigo y por si fuera poco he tenido contacto con una pistola de verdad, he conducido a más de ciento veinte persiguiendo un camión y he puesto mi vida en peligro.

Si, pero también has conocido a tu madre.

Okey, esto también es verdad y me alegro muchísimo de eso pero esto no quita nada de lo anterior.

Una llamada me saca de mis pensamientos, miro mi móvil y veo que es H. ¿Cómo se le ocurre llamarme? Maldito imbécil.

Le cuelgo y dejo el móvil en mi cama. Me dirijo hacia el baño y decido darme una buena ducha relajante, al terminar me pongo el pijama ya que no voy a salir de casa en el resto del día, no tengo ni ganas ni ánimo para eso. Aunque sí que puedo llamar a Amy para que venga a mi casa, para hacerme un poco de compañía.

Le envío un mensaje y al instante me contesta diciéndome que ya viene hacia aquí.

Camino tranquilamente hacia la cocina y al llegar abro la nevera sin ganas.

¿Qué estará haciendo ahora?

-Soy estúpida, no sé por qué me preocupo por él si le doy exactamente igual.- me digo a mí misma cerrando de un portazo la nevera, no se para que bajo si no tengo hambre.

De momento el timbre suena y sonrío al instante. Doy gracias por qué Amy vive cerca de aquí.

Agarro el pomo de la puerta y la abro, su rubio cabello está todo desastrado en un moño mal hecho, lleva puesto su pijama junto a sus pantuflas de dibujos de pato y sostiene una mochila azul celeste. A esta chica no le da vergüenza absolutamente nada.

La hija del director [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora