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Abro la puerta con cuidado, intentando no hacer ruido para que mi padre no sé de cuenta de que estoy aquí.

Entro en la casa y otra vez, con cuidado, cierro la puerta. Camino de puntillas lentamente y comienzo a subir las escaleras lo más silenciosa que puedo, con la intención de entrar en mi habitación agarro el pomo de la puerta, pero la severa voz de mi padre me interrumpe.

-¿Dónde estabas?

-Mierda.- murmuro dándome la vuelta encontrándome a mi padre con los brazos cruzados y con el pijama ya puesto.- Estuve toda la tarde en casa de Amy, estuvimos haciendo las tareas.- miento claramente.

-Soy tu padre Carrie McDaniels, a mí no me puedes mentir. Sé que has estado con el chico que siempre está en la dirección, Harry.- casi me sale una risita al escuchar su nombre. Iba a decirle otra mentira pero no me deja.- Te vi irte.

Mi mandíbula casi toca el suelo de lo impresionada que me acabo de quedar.

-¿Me estabas espiando?- pregunto con los ojos muy abiertos.

-Por supuesto que no. No si lo recuerdas pero mi despacho está arriba y la ventana da al parking, escuché el sonido de una moto y me asomé. A demás, no tengo porque darte explicaciones, soy tu padre. Estas castigada una semana, sin salir. Si quieres ver a tus amigos que vengan ellos aquí.- dicho esto tiene la intención de marcharse pero para mí aún no ha acabado la conversación.

-Mañana West hace una fiesta en su casa.- digo rápidamente, él sin darse la vuelta contesta.

-No irás.

-Por favor papá, es West. Nunca me he portado mal ni te he traído problemas, déjame ir por favor.- le suplico pero le da exactamente igual.

-No. Y aléjate de Harry, no te quiero ver cerca de él.

Suspiró rendida y entro en mi habitación dando un portazo bastante enojada, él odia que haga eso así que con más razón lo he hecho.

Dejo mi móvil en mi cama y me meto en el baño para después quitarme toda la ropa y entrar en la ducha, dándome una baño relajante.

Me tomo mi tiempo sin darme prisa, cuando termino cojo mi pijama, que por cierto lo tengo que lavar, y me lavo los dientes aunque no haya comido nada. Salgo de mi gran baño y me tiro en la cama mojando casi por completo mi almohada al tener el cabello todo mojado, agarro el móvil y leo los mensajes que me enviaron.

No hay ninguno de H.

¿Dónde estará?

Recuerdo todo el día de hoy que he pasado con él y una gran sonrisa cubre mi cara, lo pasé tan bien.

Poco a poco voy cerrando los ojos, hasta que me duermo.

{***}

Hoy viernes paso todo el día con tranquilidad, voy a todas las clases y la verdad es que las pocas veces que me he cruzado con H no hemos hablado ninguno de los dos. Quiero obedecer a mi padre tan solo para que me deje ir a la fiesta de hoy.

¡Va a ir todo el mundo! Carrie McDaniels va a ir, tiene que ir.

Las clases por hoy terminan y estoy más que satisfecha, espero que mi padre se de cuenta. Camino hacia mi taquilla y ahí están varias animadoras rodeando a mi primo, río divertida y saludo a las animadoras, estas se despiden de mi primo diciéndole que irán a la fiesta y se marchan moviendo su trasero de un lado a otro captando la atención de algunos chicos que pasaban por ahí.

-A que mi prima favorita me va a ayudar a organizar la fiesta.- dice con tono de niño pequeño dedicándome una sonrisa.

-Primero que soy tu única prima,- digo divertida y él rueda los ojos restándole importancia.- y segundo, mi padre me ha castigado. Pero le voy a intentar convencer, hoy tiene reunión y se marchará, antes de que se vaya te digo algo.

-Más te vale convencerlo, te quiero allí liándote con todos.

-Yo creo que no.- río divertida dándole un leve golpe en su hombre.- Me marcho a casa,- digo dándole un beso en la mejilla.- nos vemos.

Cuelgo la mochila en el hombro y camino hacia la salida, cuando salgo por la puerta saco el móvil del bolsillo pequeño de la mochila y me siento en uno de los escalones de la entrada para esperar a Leo y Amy.

Unos segundos después alguien se sienta a mi lado, me llega un olor a tabaco y al instante sé quién es.

-No me gusta que fumes.- digo mirándolo, lleva la capucha de su chaqueta puesta y varios mechones rebeldes caen por su frente haciendo que parezca muy caliente.

-No voy a dejarlo.- dice simple, restándole importancia da otra calada.-¿Irás a la fiesta de tu primo?

-Eso espero, aunque estoy castigada.- al escuchar lo que dije suelta una carcajada.

-El director de castigó.- dice divertido y lo mandó callar tapándole la boca con mi mano.

-Te pueden oír.- susurro apartando mi mano de su boca, quedando muy cerca el uno del otro.

-No entiendo porque te importa tanto eso, es tu padre.

-Me importa lo que puedan pensar de mí.- digo levantándome del escalón al ver a mis amigos salir por la puerta.

-Supongo que también tendré que enseñarte eso.- dice levantando la mirada.

-¿El qué?- pregunto frunciendo el ceño.

-Que no te importe lo que puedan llegar a pensar los demás de ti.- dice obvio y pongo los ojos en blanco dándolo por un caso perdido.

-Te costará.

Me dedica una preciosa sonrisa para después morderse el labio seductoramente, río divertida y me inclino para darle un lento beso en la mejilla.

-Nos vemos.

Dicho esto corro hacia dónde están mis amigos haciendo que Leo se sobresalte, los mio desconcertada y al ver a Amy y sus ojos rojos puedo entender todo.

-¿Queréis que os deje solos?- pregunto un poco incómoda, Amy niega con la cabeza rápidamente y comienza a caminar hacia la calle de nuestra casa. Miro a Leo reprimiéndole con la mirada y este me hace un gesto con las manos dándome a entender que después me lo contará todo.

Caminamos en silencio, un silencio muy incómodo. Muchas veces quiero hablar pero no sé que coño decir.

-Bueno...uhm...la clase de matemáticas ha estado bien, ¿no?

__<>__

La hija del director [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora