La hija del director [PAUSADA]

17-

-Nos vemos en literatura.- le digo a Amy mientras ella saca unas cuantas cosas de su taquilla, asiente con la cabeza y me marcho hacia mi primera asignatura, Historia.

Llego al aula y camino hacia mi asiento, varias personas me saludan a lo que yo les respondo con una simple sonrisa. Dejó la mochila en el suelo y tomo asiento , justo en ese momento la profesora entra en la clase dejando su gran libro en se mesa.

-Buenos días.- dice la profesora y tan solo dos personas le responden.

Observo el asiento de H. ¿Vendrá?

La clase comienza y no presto nada de atención, mi menta está en H. Solo en él.

De momento la puerta se abre y H aparece con su típica ropa negra, la profesora para de hablar y lo mira asesinándola con la mirada. El chico pasa de ella y camina tranquilamente hacia su asiento, antes de sentarse me dedica una mirada guiñándome el ojo.

Será imbécil.

La clase continúa y cada dos por tres escucho cómo alguien susurra mi nombre. Cansada de ese murmullo miro hacia dónde proviene la voz y como no es el idiota de H.

-¿Qué?- pregunto en un susurro con mal humor, él suelta una maldita carcajada que hace que me enoje mucho más.

-Después sal a la entrada.- susurra y presta atención a la clase.

Lo miro durante unos instantes, ¿cómo puede ser tan jodidamente guapo?

{***}

La clase de historia termina y busco con la mirada a H mientras que los alumnos salen del aula. Supongo que habrá salido ya.

Recojo todo y antes de salir fuera paso por mi taquilla para dejar todo.

-Carrie.- me volteo al escuchar mi nombre y me encuentro con mi primo West.- Mañana hay fiesta en mi casa, primita. Así que ya sabes,- dice guiñándome un ojo.- puedes traer a tu amigo el buenorro, como lo llama mi hermana.- dice riendo, suelto una carcajada asintiendo con la cabeza.

-Okey.- me da un beso en la mejilla y se pone a hablar con unas chicas que le estaban mirando.

Doy media vuelta y camino hacia la salida intentando que ningún profesor me vea. Cuando salgo me encuentro a H apoyado en su moto con el casco en la mano, al verme me dedica una sonrisa y camina lentamente hacia mi.

-Póntelo y sube.- dice extendiéndome el casco.

-¿Estás loco? No me pienso volver a marchar. Mi padre me volverá a castigar.- digo cruzándome de brazos.

-¡Vamos!- dice riendo.- Sí vienes prometo entrenarte un día.- dice mirándome de una manera extraña, nunca nadie me había mirado de esa manera.

-¿Solo un día?

-Dos- dice sonriendo arrogante.

-Toda una semana.- digo dando un paso hacia delante, él eleva una ceja desafiante.

-Tres días. Mi última opción.- dice divertido, pongo los ojos en blanco dándome por vencida y él me regala una sonrisa victoriosa.

-¿Dónde me vas a llevar?- pregunto agarrando el casco mientras caminamos hacia su moto, él saca su casco y se lo coloca ya subido a la moto.

Yo, aún sin el casco, me paro al lado de la moto esperando a que conteste.

-Es secreto.- dice arrancando el motor.

-No es secreto, dímelo o no voy.- digo convencida y lo escucho resoplar.

-¿Quieres que te entrene o no?