Tu Y Yo Nos Enamoraremos

Capítulo 10

Tú y yo nos enamoraremos. (Capítulo 10)

"Te estoy diciendo Austria, debiste haberlo visto" – Prusia se encontraba recostado en el piano pulido de Austria en esos momentos - "¡Prácticamente estaban jodiendo! ¡No te estoy diciendo mierda! Atrevido de su parte, ¿ja? ¡Justo en nuestra casa! Ese Rusia es algo en verdad, aunque estoy un poco celoso si supieras, no me importaría saborear a América, es una desgracia que no me diera cuenta de lo sexy que es hasta ahora. Te llegó la foto ¿verdad?" – Austria estaba intentando concentrarse en el piano, tocando las teclas precisas, transformando el sonido aleatorio en arte. Y Prusia chocó de repente contra eso - "¿Estás escuchándome?"

"¡Me gustaría que no me hablaras de cosas tan vulgares!" – remarcó el joven, luego de suspirar frustradamente y mirar hacia el otro filosamente, parecía que no podía ignorar al irritante Gilbert – "No puedo expresar lo poco que me importa saber lo que Rusia y América estaban haciendo en la casa de tú hermano."

"¡Eres tan aburrido Austria!" – respondió el alemán, frunciendo el ceño ante el énfasis que le dio el primero a "la casa de tu hermano", no era necesario en lo absoluto - "¿Debería dejarte solo para que te la sacudas con tu piano un poco más?"

"¡Si vas a hablar de esa forma en frente de mi, entonces sí, me gustaría que te fueras!" – exclamó Austria sonrojándose.

"Como sea" – dijo Prusia encaramándose de forma que ahora estaba sentado en el precioso bebé de Austria – "Rusia estaba chupando el cuello de América como si nadie más existiera. América estaba todo rojo..."

"¡Cállate y bájate de mi piano, maldición! ¡Tu estupidez es incomprensible!"

"Lo que sea" – dijo Prusia riendo y saltando del piano – "tengo que irme y hacer cosas actualmente interesantes y ya me aburriste. Nos vemos Roderich, snob."

Austria lo miró con furia hasta que se hubo ido y luego se sentó nuevamente en el banquillo frente al piano, intentando enfocarse en la pieza de piano que había estado tocando. En verdad, algunas personas tenían tan poco gusto.

XXX

"¿Dónde escuchaste eso?" – Hungría había servido te y se lo estaba ofreciendo a Seychelles, quién tomó la taza con una mirada anonada y la cara sonrojada – "quiero decir, en verdad estaban..."

"Bueno" – respondió Hungría sirviéndose una taza para sí misma – "no puedo decir qué tan confiable es la información, pero lo escuché (mientras espiaba buscando escenas yaoi) de ese horriblemente vulgar Prusia. ¡Podría haber sido exagerado pero él no hablaría de los asuntos de otras personas sino hubieran sucedido en realidad!"

"Así que en verdad estaban..." - Seychelles miró hacia la taza - "¿...en uno de los muebles de Alemania?"

"Y-yo supongo..." - repuso Hungría intentando enfriar el té.

"Ambas se sonrojaron y le dieron un sorbo al té."

XXX

"¿¡Qué!" – Francia miró fijamente a Seychelles - "¿Estás segura de que la fuente es confiable?"

"¡Oh, sí!" – asintió Seychelles - "¡Lo escuché de Hungría y ella no es de las que no mentiría!"

"¡Y pensar que ese sinvergüenza me trató tan violentamente cuando sugerí que él era el amante de Rusia y es que ya había hecho el amor con él en el mueble de Alemania!" – replicó Francia cruzándose de brazos - "¡Ese demonio Americano! ¡No tengo idea de por qué pensó que podía esconder la verdad de mí! Lo has hecho muy bien, Seychelles." – él le dio unas palmaditas en la cabeza a la chica.