Capítulo 24

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Tú y yo nos enamoraremos (Capítulo 24)

Mientras USA terminaba de tomar su café, Rusia limpiaba la mesa y hacía una lista mental para las compras; se tenía que hacer algo por su suplemento de vodka, la bebida del muchacho era totalmente una mierda. En realidad, tenía que hacer algunas diligencias para obtener algunas de sus pertenencias personales en general, ya que por obvias razones no podría hacerlo por sí mismo... ¿Tal vez Lituania podría tomar algunas cosas por él? Sería muy útil, de forma que hizo una nota mental acerca de eso también. Cierto, el recordar de cosas personales le hizo pensar en su bufanda.

"Alfred ¿Piensas que puedo tener de vuelta mi bufanda, por favor? Me siento terriblemente incompleto sin ella."

"Correcto" - saltó USA, recordándolo también - "pensé que estaba olvidando algo, 'kay déjame traerla. En verdad es una muy buena bufanda, tu hermana puso mucho esfuerzo en ella."

"También lo pienso, da" - asintió Rusia, cerrando los ojos por un momento - "ella es muy dulce."

USA hubiese preferido lidiar con esa hermana que con Bielorrusia, mucho más dulce ciertamente, juzgando por el poco trato que había tenido con ella. ¿Por qué era que ellos dos estaban en malos términos? Probablemente ese no era su problema...

El muchacho tomó la bufanda de su habitación y regresó hasta la cocina, había sido doblada con un sincero pero fallido esfuerzo por alisarla. Rusia la tomó y la presionó contra su cara por un momento, como si se hubiera reunido con un viejo amigo, luego la desenrolló y rodeó su cuello con ella cómodamente; parecía más íntegro, como si en verdad hubiese estado incompleto sin ella.

"Muchas gracias Alfred, aprecio mucho que la hayas tratado amablemente."

En realidad, Rusia estaba un poco sorprendido, el muchacho la había cuidado muy bien incluso cuando estaba tan enojado, al igual que había cuidado decentemente los girasoles que hallaba tan problemáticos al principio.

"No hay problema" - se encogió de hombros el muchacho.

Y la expresión en su rostro le dijo exactamente lo mismo.

En verdad no era un problema para nada.

XXX

USA permanecía sentado en el sofá, con los ojos concentrados en la televisión mientras desparramaba los sesos y las tripas de un montón de jodidos zombis, una de las barras de chocolate que Rusia le había comprado colgaba estratégicamente en su boca, de forma que poco a poco comía, sin la necesidad de usar sus manos. En ese momento el mayor de los dos se encontraba a su lado, hablando en el teléfono en algún otro lenguaje que no era ruso... ¿Lituano? Había pasado mucho tiempo desde que había escuchado a Lituania hablar en su propio lenguaje, así que no estaba seguro. Tenía ganas de pedirle a Rusia que lo saludara de su parte si era él, pero la barra le impedía hablar y apenas iba por la mitad ¡Y demonios, habían tantos malditos zombis!

Rusia había estado hablando en el teléfono por bastante tiempo, probablemente acomodando algunas cosas por ahí y puliendo otras más allá. Tenía sentido, el mismo USA tenía que hablar con su jefe en algún momento, pero estaba posponiendo eso lo más que podía, tal vez mañana sería bueno llamarle. Además de que tenía que buscar un candado bastardamente súper genial para la puerta de su cuarto y asegurarse que Rusia no entrara.

El eslavo cortó y suspiró suavemente antes de hacer la próxima llamada, le tomó un poco al muchacho, demasiado atento al juego, el notar la tensa atmósfera que estaba comenzando a rodear a Rusia. Su voz era tranquila como usualmente era... no, era más tranquila, era la forma en que las personas hablaban cuando intentaban mantenerse calmadas, como cuando la otra persona que hablaba estaba gritando. Y es que quien estuviera en la otra línea ciertamente estaba gritando, para USA se escuchaba débil, pero debía oírse bastante fuerte en la oreja de Rusia.

Tu Y Yo Nos EnamoraremosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora