Capítulo 17

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Tú y yo nos enamoraremos (Capítulo 17)

USA se tambaleó hacia atrás, con su mente intentando comprender qué es lo que estaba sentado en su sofá.

"¿R-Rusia? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo es que entraste?"

"Entré por la puerta del frente y estoy aquí para discutir sobre Japón" - respondió Rusia sonriendo y ladeando la cabeza - "ahora, ven a sentarte a mi lado y hablaremos."

"¡T-Tienes que estar bromeando!" - exclamó USA negando con la cabeza lentamente - "Mierda, ese sistema fue un desperdicio total... ¿Cuánto tiempo has estado aquí?"

"Desde ayer, dormí en tu cama anoche, espero que no te moleste. Y decidí que debía acostumbrarme a cómo se siente después de todo, es un poco suave."

"Pero ¿Qué coño?" - exclamó USA frunciendo el ceño, ahora tendría que lavar todo el juego de sábanas - "¡Por supuesto que me importa! ¡No sé qué es lo que viniste a hacer por acá, ni cómo Japón tiene que ver en todo esto, pero quiero que te largues de mi casa! El regalo que enviaste a la casa de Canadá llenó la cuota de cuánto te puedo tolerar en una semana."

Rusia se levantó y comenzó a acercarse al muchacho, quién sintió cómo los cabellos del brazo y la nuca se le erizaban y sin embargo se rehusó a echarse para atrás. Si buscaba arreglar esto, no podía dejar que Rusia siempre le pasara por encima. Sin embargo el hombre se detuvo y cuando habló, su voz tenía un filo que hizo que le llegaran más mensajes de pánico al cerebro de USA, que desafiantemente ignoró.

"No estoy feliz en estos momentos, Alfred, así que si no te sientas en este instante, te haré hacerlo."

"Me gustaría verte intentándolo" - respondió el muchacho levantando una ceja.

Rusia le lanzó una sonrisita e inmediatamente (muy tarde en realidad) se dio cuenta de que esas habían sido unas palabras muy estúpidas, ya que el eslavo lo agarró violentamente por los hombros y, volteándose, lanzó a USA al medio de la sala con fuerza. El muchacho se estaba tambaleando y casi consiguió pararse completamente cuando tropezó y cayó encima del sofá.

Mientras intentaba organizar sus miembros explayados en el mueble, Rusia se subió encima de él, inmovilizándolo y acomodando sus anteojos en la cara, los cuáles se habían torcido por el movimiento violento de hacía un momento.

"No me provoques, Alfred."

"Mira..." - comenzó a decir USA tragando fuerte - "si estás teniendo una pelea con Kiku ahora..."

"¿Debes decir siempre su nombre en frente de mí?" - preguntó Rusia inclinándose un poco más.

"Si estás teniendo una pelea con..." - se contrajo, decidiendo no decirle que Japón era su amigo y que diría su nombre las veces que le diera la gana - "él, ¡Entonces no pienses que voy a ayudarte!"

"Esto no solamente tiene que ver con Japón" - aclaró Rusia chasqueando la lengua - "específicamente tiene que ver con Japón y contigo ¿Tienes sexo con él?"

"¡No es de tu incumbencia cuál es mi relación con Japón!" - respondió el muchacho, con las mejillas sonrojadas. ¿De dónde venía todo aquello?

"Incluso respondes de la misma forma que lo hace él" - comentó Rusia estrechando los ojos -" Dime ahora o me veré forzado a recaudar la información de él mismo y te aseguro que no seré tan gentil."

Irritado y un poco confundido por cómo es que esto había salido de la nada, USA le miró airadamente.

"Dios, ¿Por qué importa tanto?"

"Si no es tan importante, entonces simplemente dime."

"No" - replicó el joven sacudiendo la cabeza - "porque significa algo para Japón y yo respeto su deseo por privacidad."

Tu Y Yo Nos EnamoraremosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora