Tu Y Yo Nos Enamoraremos

Capítulo 6

Tú y yo nos enamoraremos (Capítulo 6)

Alemania permanecía parado en frente de la puerta que daba a la habitación en la que Rusia y USA estaban hablando, no se había atrevido a entrar luego de lo que había visto antes... tocar... ¡Podía tocar! Se sintió muy aliviado de haber caído en cuenta de ello, de forma que chocó sus nudillos contra la madera de la puerta, sin conseguir ninguna respuesta. Tocó más fuerte y nada.

"V-voy a entrar..."

Frunciendo el ceño por no haber recibido respuesta, abrió la puerta lentamente: no había nadie. Entró a la habitación y se encontró con un pedazo de papel en la mesilla, levantando una ceja lo tomó y lo leyó.

Alemania:

Ten mi profunda gratitud por habernos prestado una habitación en tu casa, fue muy útil.

Rusia.

Alemania dobló el papel y lo guardó en su bolsillo, suspirando. Solamente esperaba que esto no le trajera problemas en el futuro.

XXXX

Mientras Rusia esperaba que llegase el piloto, había encendido de nuevo su teléfono, de seguro que su jefe había estado buscándolo porque no era exactamente como si le hubiera dicho a donde había ido. Un momento después de haberlo encendido, el aparato fue emboscado por un montón de alertas de llamadas perdidas y mensajes de voz, probablemente todos de la misma persona a la que justo iba a llamar.

Esperó a que el flujo de alertas terminara e ignoró todos los mensajes, llamando directamente a su propietario y justamente como esperaba: estaba furioso. Luego de decir dónde había estado, medio escuchaba las quejas de su jefe y se estaba a comenzando a cansar de ellas cuando otra llamada entró; era de un número que no conocía, pero que había estado llamándolo continuamente desde que había enviado la foto.

"Lo siento mucho, tengo una muy importante llamada en la otra línea. Me tengo que ir."

"¡No te atrevas a colg...!"

"¿Привет? (¿Privet?)" – había cambiado de líneas sin rastro de duda, ni de culpabilidad alguna.

"¿E-eh?" – la persona del otro lado de la línea sonaba sorprendida - "¡Oh ciao! ¿Es este Rusia?"

"Da..." - respondió, habiendo identificado la voz medio llorona de la persona como la de Italia del Norte.

"U-um... e-espero no estar molestándote R-Rusia..." - su voz parecía muy nerviosa – "Solo, em... quería saber cómo se encontraba América..."

"¿Por qué no lo llamas entonces?" – respondió Rusia arqueando una ceja.

"¿Ve? U-um, bueno, no puedo contactarme con él... pero... um... yo... ¿Puedo ser honesto contigo Rusia?" – al pronunciar esas palabras se escuchó un claro encogimiento del otro lado de la línea.

"Por supuesto" – Ahora esto sí que lo había intrigado. Italia siempre le había tenido mucho terror a él, aunque no estaba muy seguro de por qué, de modo que el hecho de que el italiano le dirigiera dos palabras a él era muy extraño, sin hablar de "ser honesto con él".

"¡P-por favor no te enfades!" – la voz de Italia temblaba – "Es sólo... que noté que ayer estabas siendo muy forzado con tus muestras de afecto hacia América y él parecía muy avergonzado por ello. Entonces, hoy enviaste esa foto... no estoy intentando criticarte. Quiero decir, quizás estés muy emocionado de dejar que el mundo sepa que ustedes están enamorados, pero América obviamente es bastante tímido al respecto... Pienso que estas muestras públicas son una mala idea y pueden hacerle mal a la relación..." - luego hizo una pausa tímidamente - "¿Puedo contarte una historia?"