Capítulo 33

1.4K 102 75
                                    

Tú y yo nos enamoraremos (Capítulo 33)

USA no tuvo una sola oportunidad de escabullirse para buscar cosas sobre Rusia por todo lo que quedó de día, ya que el mayor decidió que quería salir a comer para el almuerzo y los dos pasearon por cuatro horas, peleando para decidir un lugar a donde ir, mientras el muchacho protestaba y se quejaba continuamente por las acciones del eslavo, que los hacía parecer una pareja en público.

Cuando finalmente se decidieron, el almuerzo en sí no estuvo tan mal y Rusia se estaba comportando mejor de lo usual. Hasta, por supuesto, la pelea por quién pagaría la cuenta, la que llevaría a una riña bastante ruidosa, un tazón de sopa volteado por completo (un absoluto accidente, insistía USA) y el conseguir que a los dos se les prohibiera regresar más nunca al local.

En el momento en que hubieron regresado, USA se encontraba de un pésimo humor e insistió en jugar videojuegos de pelea, los que de hecho, hicieron un trabajo decente en canalizar sus sentimientos de agresión sobre el otro. Aunque tuvieron que dejarlo en un empate, ya que ninguno de los dos quería admitir la derrota.

En realidad, el muchacho tuvo un tiempo a solas luego de su enfrentamiento virtual y hasta la cena, pero se le olvidó el asunto y sólo lo recordó cuando era la hora de dormir, momento en el que se maldijo a sí mismo por ser tan olvidadizo.

No tuvo demasiado tiempo para preocuparse por ello, ya que cuando entró en la habitación, Rusia le estaba esperando en la cama y con una sonrisa hizo a un lado las sábanas para que él se acostara a su lado. El muchacho se quedó paralizado en el marco de la puerta; con todas sus lagunas mentales, también había olvidado el pequeño "incidente" de esa mañana. ¿Cómo podría dormir en la misma cama que el ruso después de eso? ¡Ni siquiera había decidido lo que quería hacer!

"¿Ocurre algo?" – Preguntó Rusia, arqueando una ceja.

"No, nada." – Se apresuró USA a negar, sacudiendo la cabeza: no había forma de que le dejara saber al ruso cuánto le había estado preocupando lo que ocurrió en la mañana. – "En realidad, sí. Que te ayude el cielo si intentas hacer algo como lo de esta mañana mientras estoy vulnerable, yo... yo no te dejaré salirte con la tuya si pasa."

"¿Oh? Entendido." – Respondió Rusia con su característica risita.

"Y mantén tu gran y viejo cuerpo para ti mismo." – Añadió USA, lanzándole una última mirada de advertencia, antes de acercarse a la cama. ¿Y qué es lo que había entendido? Rusia tenía una forma divertida de entender las cosas a su propia conveniencia. - "¡Lo digo en serio!"

"Da, está bien Alfred." – Esa sonrisa inocente no podía ser más sospechosa incluso si lo intentara.

" 'nas Noches" – Dijo por fin USA, deslizándose dudosamente en la cama y apagando las luces.

Abrazó su almohada, sólo esperando el momento de regañar a Rusia por andar tocándolo. Hubo algún movimiento del otro lado, pero la ocasión no llegó.

¿Por qué demonios no llegaba?

¿Estaba el eslavo intentando joderlo o algo? En serio, ¿Era este otro de sus trucos mentales? Lo que sea que fuera, lo estaba fastidiando y dejándolo sin poder dormir de nuevo. Y la noche anterior había sido tan maravillosamente refrescante.

De modo que USA decidió que era mejor salir de eso de una vez por todas, en lugar de andarse despertando por cada pequeño movimiento que el otro hiciera en la cama, mientras esperaba que comenzara a acosarlo. Así que, actuando tan naturalmente como podía, el muchacho rodó y se mantuvo moviéndose con inquietud, hasta que sintió su brazo presionado contra el cuerpo de Rusia. Ahí estaba. Mientras estuvieran tocándose, no se iba a estar sobresaltando durante toda la noche.

Tu Y Yo Nos EnamoraremosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora