Día 11...
Hoy Alonso no trabaja, así que como de costumbre solía ir a desayunar o divertirse con si novio.
Iré a su casa, le daré la sorpresa a Alan.- pensó el menor.
Se levanto de su cómoda cama y se dirigió al baño para darse una relajante ducha.
Cuando salió se puso unos Jeans negros un poco ajustados, sus Supras negras y una playera color azul obscuro un poco pegada a su pequeño cuerpo.
Se cepillo su pelo para después peinarlo con un poco de spray y con un poco de la ayuda de la plancha.
Salio con una hermosa sonrisa de su habitación, cuando camino escaleras abajo saludo a su mamá y a sus hermanos.
—Los veo más alrato— se despidió tomando una manzana del frutero.
Salio de su casa muy alegre a decir verdad.
Camino a la casa de su novio mientras consumía aquella manzana.
Cuando llego toco varia veces pero Alan no abria, en el quinto intento por tocar la puerta esta se abrió sola, dándole acceso al rubio. Este fruncio en ceño y entro.
Camino hasta la habitación de Navarro, su puerta estaba entreabierta, Alonso abrió poco a poco.
—¡Alan!— grito con la voz entrecortada.— Otra vez no— susurro mientras pequeñas lágrimas salian de sus hermosos ojos.
Se limpio con su antebrazo y salio de ahí.
Alan no entendía nada, estaba crudo y no se acordaba de nada, mas le dolía horrible la cabeza.
—Alonso— susurro el moreno en cuando despertó bien. Se levanto y se vistió para ir tras el pequeño Alonso.
Alonso caminaba a pasos rápidos, pues sabia que Alan lo seguiría.
Mientras caminaba limpiaba bruscamente cada lágrima que salia.
—Soy un estúpido — se dijo a si mismo el rubio.
Automáticamente camino hacia el Starbucks donde trabaja, sabia que ahí encontraría a Jos, necesitaba de él, de sus consejos y que lo consolidará.
Entro al local y lo vio ahí, tomando los dos vasos de cafés.
—Jos—Alonso se acerco a él y lo abrazo por la cintura, enterró su cabeza en el pecho del mayor y comenzó a llorar de nuevo.
Por poco le tira los cafés encima.
—Alonso, ¿Qué tienes?— pregunto el pelinegro dejando los cafés en cualquier mesa.
—Alan— lloriqueo el pequeño, su voz apenas era audible ya que su boca estaba muy pegada al pecho de Jos.
Jos sintió su playera mojada por las lágrimas de Alonso pero eso no le importo y también lo abrazo.
—¿Quieres hablar?— preguntó el mayor, Alonso solo asintió.—Ven, vamos.
ESTÁS LEYENDO
Starbucks ➳ j.v.
Fanfiction-Bienvenido a Starbucks ¿Qué va a ordenar?- pregunto el ojiazul. -Un Capuccino mediano por favor. -¿Cuál es su nombre? -Cinaferonte- el rubio río al escuchar su voz y como ese chico pelinegro se llamaba. El ojiazul escribió "Cinaferonte" junto a un...